viernes, 30 de noviembre de 2012

La inhumanidad del capitalismo

La inhumanidad del capitalismo




De mes en mes



Ginés Fernández González

06 Nov 12



Estos días, en el barrio de la Chana, Miguel Angel Domingo ha puesto cara a la dramatica situación a la que ha llevado el capitalismo (ya contemplo en esta definicion lo de especulativo y de casino) a la población española. El suicidio de este vecino de Granada nos ha trasladado a la trágica situación en la que se encuentran miles de familias en nuestro país. En esta crisis no son los capitalistas los que se tiran desde la ventanas de Wall Street, son los trabajadores los que se quitan la vida, recordando más a Los Miserables de Victor Hugo. El PSOE en Granada no ha tardado en decir públicamente que lamenta el trágico final del desahucio, pero hay que recordar que junto al PP, el PSOE se opuso en el Parlamento a la propuesta de IU de regular la dacion en pago.



El capitalismo será derrotado si somos capaces de unir las "pequeñas luchas" de los problemas de la gente con la movilización social (y solidaria), que recoge el conjunto del malestar de los ciudadanos por los efectos de la políticas de recortes, y la eliminación de derechos con la excusa de esta crisis-fraude. La Plataforma Afectados por la Hipoteca (PAH) realiza a cabo un trabajo que representa nítidamente la lucha contra el capitalismo. Ataca la esencia del capitalismo bancario en sus efectos más inmediatos contra los ciudadanos y, a la vez, busca solución a uno de los problemas más dramáticos que, junto con el paro, viven hoy los ciudadanos.



Hemos conocido un informe de magistrados del Consejo General del Poder Judicial en el que se denuncia la rapidez con la se ejecutan los desahucios, la indefensión del ciudadano y el abuso de poder de los bancos. Informe en el que, además, piden se regule la dación en pago. También se han sumado a esta petición los presidentes de las Audiencias Provinciales. Tal vez no sea mucho pero, sin embargo, crea opinión y debe hacer cambiar el falso debate de que hemos vivido por encima de nuestra posibilidades. Lo que han hecho es robarnos, como ahora, por encima de nuestras necesidades.



Al cierre de esta edición de Mundo Obrero el INE ha publicado los datos de la encuesta de población activa del tercer trimestre de este año. Los datos, tozudos como la realidad misma, demuestran que tanto la reforma laboral como las políticas aplicadas por el gobierno del PP no han servido, ni sirven, para lo que dice la propaganda del gobierno de crear empleo. Al contrario, hemos rebasado la barrera del 25% de paro. 5.778.100 personas buscan trabajo y no lo consiguen, de ellos 1.770.000 familias tienen a todos sus miembros en paro.



Estamos en una sociedad en la que las familias llegan a fin de mes cada vez con mayor dificultad y algunas ni llegan. Consecuencia de ello, el aumento del nivel de la pobreza llega hasta el 21% de la población siendo la infancia la más afectada. Una crisis en la que se han ejecutado más de 350.000 desahucios desde el principio de la crisis y en la que, en vez de rescatar a las personas, se rescata a los culpables de la crisis: los bancos.



El efecto demoledor de los recortes llega a todos menos a la Iglesia y a los ricos. El grito de "socialismo o barbarie" adquiere hoy una dimensión más real si cabe. No se trata pues de una consigna, sino de una necesidad social. Casi seis millones de desempleados y un gobierno embarcado en una campaña contra los y las que sufrimos esta situación. Para esta tarea cuenta con el incondicional apoyo de los medios de comunicación de la derecha cavernaria. Como objetivo: criminalizarnos y situarnos fuera de la lógica liberal del esfuerzo "emprendedor" intentando convertir así a las víctimas en culpables de esta situación. En la presentación de los PGE, la mayor partida es destinada al pago de los intereses de la deuda privada convertida en pública y que estamos pagando todos los españoles y, en particular, los que menos tienen. Mientras, se recortan los fondos para parados y para la creación de empleo.



Cinco millones de parados que son un ejercito a las puertas del palacio liberal, hoy encarnado por las politicas del PP. Ese ejercito está a la espera de organizar y dirigir en dirección contraria a lo que les está preparando el capitalismo.



Los ciudadanos eligen a los representantes políticos para que solucionemos sus problemas y no para que se conviertan en gestores de los consejos de admistración de la banca y las grandes empresas. Por eso, repetimos, no hay clase politica, sino distintas clases de politicos. Y para nosotros, PCE e IU, lo primero son los ciudadanos y su felicidad y no el trasladar el dinero del bolsillo de los trabajadores, de la mayoría social, a los bolsillos de los banqueros ladrones y los empresarios estafadores.



Las fuerzas afines al neoliberalismo siguen, a pesar de la situacion de precariedad e indigencia social, erre que erre con sus medidas que llaman eufemisticamente de ajuste cuando son en realidad recortes y eliminación de derechos. Como decíamos cuentan con el apoyo leal de la mayor parte de los medios de comunicación. Los PGE son la prueba palpable de la sumisión al FMI, BM, UE del gobierno del PP.



En la película Parque Jurasico, de Spielberg, utilizan el ADN de fósiles para crear especies ya estinguidas en el paleolítico de la faz de la tierra. La crisis es la excusa, el ADN, con el que el capitalismo está construyendo un "nuevo parque jurasico social y político". Rememora así políticas ya superadas por la historia y las necesidades del ser humano. Nos devuelve a situaciones de una nueva esclavitud, de un nuevo vasallaje, pero que son propias de condiciones de vida de siglos atras.



En esta situación los nuevos movimientos sociales emergentes, los sindicatos, las fuerzas políticas anticapitalistas y los ciudadanos en general es donde debemos dar una respuesta contundente y sostenida con el objetivo de derribar al gobierno del PP y a las fuerzas afines al neoliberalismo. El movimiento Rodea el Congreso desarrolla protestas contra los presupuestos de la Troika a las que se suma la convocatoria realizada por los sindicatos de Huelga General para el día 14 de noviembre (#14N) por la que solicitan la celebración de un referendum sobre los recortes. Unos y otros ponen de manifiesto unas politicas que, además de no formar parte del programa del partido del gobierno, afectan gravemente a la convivencia y la vida de los ciudadanos.



Esta convocatoria de huelga, es una fecha importante en la medida que transciende del ambito laboral. Se llama a la ciudadanía para convertirla en un paro civico, en una jornada de protesta que lance un aviso al gobierno del PP diciéndole que no, que así no. Una huelga general que ponga las bases para un cambio en la correlación de fuerzas. Un paro cívico para cambiar el modelo social y politico.



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Los infractores son premiados tarde

Los infractores son premiados tarde




Sobre la concesión del premio Cervantes a Caballero Bonald



Felipe Alcaraz Masats, Comisión de Cultura del PCE

30 Nov 12


José Manuel Caballero Bonald ha sido galardonado con el premio Cervantes. Un premio merecido y tardío para un escritor total que fue, en su momento, expulsado desde la misma puerta de la Real Academia Española. Quizás la palabra que mejor resume la matriz ideológica de su obra sea “infractor”, e incluso nos dejó un manual para tan delicado oficio.



Nunca fue hombre de partido, a pesar de la afiliación de alguno de sus compañeros de correrías, de alcohol y literatura. Pero jamás fue condescendiente con el franquismo, y esa posición, iracunda y ética, ha marcado desde siempre su vida que, al final vista con perspectiva literaria y política, es realmente una etopeya limpia, pero cabreada y temerosa a veces de ese tiempo que se te escapa como el agua entre las manos.



Jugó la baza del antifranquismo no lejos del partido, al que prestó su tiempo y a veces su casa, en la que un día vio, sin reconocerlo al principio, a alguien con peluca que después abriría telediarios. Pocos saben, o pocos, en todo caso, desean recordar, que Bonald tuvo una estancia en la cárcel por defender la libertad y conspirar contra el Generalísimo.



Ahora recibe un premio merecido, que le choca recibir en un momento de gobierno de derechas, un premio que señala al que tanto se distinguió con su indisciplina feroz contra la guerra de Irak, a quien se hubiera ido de acampada con el 15M de no ser por la edad. Pero ha solucionado este principio de perplejidad aludiendo a argumentos de escalafón: quizás le tocaba ya en la cuenta del tiempo y en la bolita que correspondía, en su pendulazo anual, al occidente europeo.



Hace unos años, no más de cuatro, estuvimos en su piso de Madrid, pequeño y modesto, el mismo que habitaba (excluidos los veranos) durante el franquismo. Creíamos que el partido le debía un homenaje. Y él aceptó sin una sola duda, y asistió encantado en el teatro Lope de Vega a las remembranzas y celebraciones de comunistas, amigos y artistas de todos los colores ilustrados y progresistas.



Enhorabuena, Caballero Bonald, hombre de fe crecida en la palabra, y malestar crítico indesmayable, como ha demostrado con creces en ese que dice ser su último libro, el así llamado Entreguerras, su poema postrero, su definitivo monólogo interno. Y deseamos fervientemente, cuando hablas de no volver a escribir, que nos estés mintiendo. Dices que ya no necesitas escribir. Pero sin duda recuerdas aquel dicho latino: vivir no es necesario, navegar sí. Y la literatura ha sido para ti una honda navegación.



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Las deudas odiosas

Las deudas odiosas




Desde el chozo



Javier Navascués 16 Nov 12



La Comisión Nacional de la Competencia acaba de publicar el volumen de ayudas del Estado al sector financiero en el año 2010. Nada menos que 87.000 millones de euros a los que habría que sumar, según la misma fuente, al menos otros 58.000 de los años 2009 y 2008. Es decir, 145.000 millones hasta 2010. La deuda del Estado en ese mismo periodo ha aumentado en 186.000 millones. Una simple comparación aritmética nos dice de donde proviene el 80% de la deuda pública acumulada en este tiempo. Ni caída de la recaudación ni administración duplicada, ni nada; lo que no nos podemos permitir es mantener a esta banca. Sin hablar de las ayudas concedidas en 2011 y 2012, más el rescate previsto que ya está claro que no va a poner “Europa”.



A esta deuda odiosa, centralizada en los Presupuestos Generales del Estado y que se paga con la subida del IVA y los recortes en los servicios públicos, hay que sumarle la deuda difusa pero igualmente odiosa que atenaza a decenas de millares de personas que están perdiendo sus viviendas por no pagar las hipotecas, y a los cientos de miles más que, para no perderlas, están reduciendo su consumo al mínimo vital. Según el Banco de España, más de cuatro millones de los hogares españoles tenían en 2008 una hipoteca obtenida para la compra de su vivienda habitual (no se publican datos más recientes). Del orden de un millón, en aquel año, tenían que destinar al menos la mitad de su renta a pagarla. ¿Cuántos serán ahora? Es difícil dar cifras pues está por medio el sacrosanto “secreto bancario” pero una estimación razonable de esta deuda insufrible estaría en unos 60.000 millones que, en todo caso, las personas endeudadas no pretenden que se les perdone sino simplemente que se les permita pagar de otra forma o, en el peor de los casos, que les acepten la dación en pago.



Junto a la deuda odiosa centralizada y a la deuda odiosa difusa, tenemos una tercera modalidad: la deuda odiosa oculta. Me refiero a las obras que se realizan bajo la fórmula denominada colaboración público-privada (CPP). Desde el inicio de la crisis, la obra pública contratada por el mecanismo tradicional ha caído en más del 50%. ¿De qué van a vivir ACS, Ferrovial y las demás? ¿Cómo van a seguir asfaltando el país? Igual que para sus hermanos mayores los bancos, también para ellas hay un rescate. La constructora adelanta el dinero y financia la obra, recuperándolo luego en peajes o cánones durante veinte o treinta años a tipos de interés muy convenientes, no para la administración, sino para el constructor. ¿De dónde sale el dinero si no hay crédito? Del Banco Europeo de Inversiones. ¿Por qué no se presta a la administración en lugar de a las constructoras? Porque así no computa para los criterios de Maastricht, ¡qué casualidad! Pero pagarlo habrá que pagarlo durante las próximas décadas, asfixiando los presupuestos hasta dentro de veinte años. ¿A cuánto asciende esta deuda oculta? No lo sabemos pero para botón de muestra un dato; según datos del Consello de Contas en la Galicia de Feijoo la mitad de la obra pública se hace así ya.



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martes, 27 de noviembre de 2012

25 N: por qué han sido tan importantes las elecciones catalanas


25 N: por qué han sido tan importantes las elecciones catalanas


Antoni Domènech · G. Buster · Daniel Raventós · · ·



26/11/12











“El fulgurante crecimiento en unos pocos meses del soberanismo y el independentismo en el otrora ‘oasis catalán’ no puede entenderse sin entender estas dos cosas interrelacionadas: la crisis de la Monarquía de 1978 y la crisis del nacionalismo españolista tradicional, crisis asombrosamente aceleradas por la desintegración a cámara lenta de una Eurozona neciamente diseñada y la pésima gestión del problema por los incompetentes burócratas de la Troika. El independentismo catalán –y muy señaladamente, el independentismo parvenu de CiU— parasita de ambas crisis.”



Sí: eran sólo unas elecciones “regionales” en un país mediano metido en todo tipo de problemas, un Reino de España ubicado en un espacio continental política y económicamente decadente, Europa. Unas elecciones, encima, a las que, tradicionalmente, los propios electores catalanes habían poco menos que vuelto la espalda, castigándolas cada vez más con elevados índices de abstención. Estas del 25 N, sin embargo, cautivaron inopinadamente la atención de la gran prensa española e internacional, desde El País y El Mundo, hasta el Spiegel, el Guardian, el New York Times y el Financial Times. Un analista tan experimentado como el constitucionalista Javier Pérez Royo llegó a hablar de “las elecciones más importantes” desde el comienzo de la Segunda Restauración borbónica. En lo tocante a los propios interesados, los catalanes, nadie esperaba esta vez una abstención elevada, sino todo lo contrario. Y así ha sido: con una participación en torno al 70%, han batido los registros de participación de 1984.



Un triunfo “excepcional” claro, y no digamos una victoria con mayoría absoluta de Artur Mas habría sido una noticia de dimensión internacional, aunque sólo fuera por esto: habría sido la primera vez que el presidente de un gobierno terca e incompetentemente empeñado en unas catastróficas políticas pro-cíclicas de austeridad fiscal, lejos de recibir un gran castigo popular en las urnas, lo que habría obtenido es un premio, y aun un gran premio. Muchos lo esperaban, y la cosa no tenía ejemplo histórico. No ha sido así: Artur Mas y las fanáticas políticas procíclicas de austeridad, recortes de los derechos sociales y consolidación fiscal del mediocre “govern dels millors” han recibido un durísimo castigo electoral con el que ni sus peores detractores podían soñar; lejos de mantenerse o aun de mejorar, CiU ha perdido doscientos mil votos (¡con una abstención mucho menor!) y 12 diputados, es decir, cerca del 20% de los votos en términos absolutos y del 20% de los escaños. En términos relativos, ha pasado del 38,43% de 2010 al 30,68 actual, su peor resultado en décadas. Otro tanto le ha ocurrido al otro partido bastión del sistema político catalán, un PSC en tumba abierta hacia la pasokización: la suma de ambos rondaba tradicionalmente los ¾ del electorado; ahora apenas representan el 50%.



Mas hizo un adelanto electoral, a sólo dos años de haber ganado las elecciones autonómicas, alegando haber escuchado el “clamor popular” expresado en la gran manifestación soberanista –“Cataluña, nuevo Estado de Europa”— del pasado 11 de septiembre, acaso la más masiva registrada nunca en la ciudad de Barcelona. Había sido sordo hasta entonces al clamor popular de protesta contra sus crueles políticas de recortes, contra su descarnada ofensiva destructora de derechos sociales conquistados, contra la corrupción de su partido –habrá sido el primer caso en la historia en que un partido de gobierno convoca elecciones con la propia sede embargada por un caso de corrupción que le salpica de lleno—, contra las descaradas políticas de privatización, abierta o encubierta, en sanidad, educación e infraestructuras públicas. Ese clamor popular contra sus catastróficas políticas económicas y sociales tuvo una formidable expresión en la jornada de Huelga General del pasado 14 N, con un Mas sordo tratando de mirar para otro lado.



Esto es lo que se puede decir ahora: el 14 N frustró la manipulación conservadora del 11 S. Si se quiere decir de otro modo: corrigió, precisándolo, su significado. No hay tal cosa como un “derecho a decidir” nacional de Cataluña que pueda hacerse políticamente viable al margen o independientemente de un proyecto económico y social claramente enfrentado a las políticas de consolidación fiscal de Madrid, de Berlín y de Bruselas. El 14 N hizo evidente que el sobrevenido soberanismo de Mas era, en el mejor de los casos, humo obnubilante para seguir con sus políticas socialmente catastróficas, y en el peor, una tapadera para un proyecto de Cataluña a la medida de las elites rentistas políticamente promiscuas de su entorno.



Es evidente. No lo era tanto hace sólo unos días, a juzgar por las falsas trivialidades que llegaron a gozar de amplia difusión. La primera, la de un electorado catalán poco menos que borreguil. Pues a menos que se aceptara esta antipática hipótesis, no puede entenderse que se cotizara como prácticamente segura –en Madrid, no menos que en Barcelona, en Nueva York y en Berlín— una victoria electoral clara del nacionalismo catalán conservador propiciada –como factor decisivo— por la manipulación identitaria del Govern liberal-conservador a través de sus considerables tentáculos publicísticos, públicos y privados. Tampoco era de creer que pudiera influir decisivamente, en uno u otro sentido, la grotesca campaña difamatoria con que la caverna mediática madrileña –tan evidente como torpemente sostenida por el Gobierno del Reino— consiguió enlodar el fin de campaña (como mucho, habrá conseguido reclutar para la causa independentista al irreductible señor Durán Lleida…). Tanto menos resultaban creíbles esas varias hipótesis manipulatorias, cuanto que el peso electoral de las fuerzas partidarias del “derecho a decidir”” (que incluyen a la izquierda y al centroizquierda inequívocamente partidarios del derecho de autodeterminación, aunque no necesariamente independentistas) resultaba abrumador. Y tras unas elecciones que han batido todos los registros de participación, lo sigue siendo: cerca de dos tercios del electorado. Si a esto último se objetara –en la línea de la desmemoriada pseudoizquierda “cosmopolita” postmoderna que ha brotado en las últimas décadas de la mano de la ideología de la “globalización”— que la izquierda política catalana realmente existente actual ha sido ignominiosamente abducida por el nacionalismo catalanista, bastaría recordar que la tradición histórica del movimiento obrero catalán está estrechamente ligada al catalanismo y aun al separatismo, en variantes tan distintas como las representadas por el Noi del Sucre, [1] Maurín o Comorera.



Tampoco era recibible la muy manida “hipótesis padana”, según la cual el cruel azote de la crisis económica habría inducido subitáneamente al grueso de la población catalana, con su malvada alta burguesía en cabeza, a una deriva de egoísmo nacionalista insolidario, convencida –erróneamente, o no— de que una región rica y exportadora puede afrontar la peor crisis económica capitalista desde los años 30 mejor en solitario que cargando con el lastre de una España atrasada y harto menos competitiva internacionalmente. No se entiende muy bien entonces por qué el supuesto modelo original –Padania— habría fracasado, por qué habría sido amplia y fulminantemente superado por su pretendido sucedáneo catalán. Eso, aparte de que no está nada claro que la “alta burguesía” catalana apoye la secesión: basta recordar la tarjeta amarilla que sacó Mas en la célebre entrevista concedida hace unas semanas a La Vanguardia; el mensaje no podía ser más claro: no es el país el que debe adaptarse a los grandes empresarios, sino éstos al país.



Tampoco era muy feliz la otra comparación, más del gusto de los nacionalistas, con Quebec: Quebec está netamente diferenciado del resto del Canadá, por lo pronto en materia lingüística y religiosa. La lengua absolutamente imperante en Quebec es el francés, frente a un Canadá homogéneamente anglófono; la religión absolutamente dominante entre los quebequois es la católica, frente al cristianismo homogéneamente reformado del Canadá. Baste recordar, como índice de heterogeneidad (e interpenetración política, familiar y cultural), que la mayoría de los catalanes tiene el castellano como lengua materna o preferida (un 60%).



Más interesante, aunque no mucho más feliz, ha sido la habitual comparación con otro tipo de “nacionalismo egoísta”, el flamenco. Bélgica es en varios sentidos un país artificial, que existe aún sólo porque el imperialismo británico frustró al terminar la II Guerra Mundial el deseo de los valones francófonos de unir su destino al de la IVª República francesa. Para conservar a la fuerza unido a ese país fue preciso mantener la forma monárquica de Estado, imponiendo, encima, a (los entonces pobres y ahora ricos) flamencos y a (los entonces ricos y ahora pobres) valones una dinastía de más que dudoso comportamiento durante la ocupación nazi, por no hablar de su pasado colonial genocida en el África central.



La forma monárquica de Estado fue impuesta también en España al final de la dictadura de Franco con la ayuda y aun la presión de potencias extranjeras, singularmente de los EEUU, como documentó ampliamente hace años nuestro amigo Joan Garcés en su clásico Soberanos e intervenidos (Madrid, Siglo XXI, 1996). No era ni mucho menos mayoritario, ni en Cataluña ni en el País Vasco, el sentimiento independentista, por supuesto –¡Cataluña y País Vasco no son el Quebec!—, ni menos, a diferencia de los valones francófonos belgas, pedía nadie unirse a la V República francesa. El grueso de las fuerzas políticas de oposición al franquismo (y particularmente los varios partidos socialistas entonces existentes y el PCE) estaban a favor de resolver el problema de la plurinacionalidad de las Españas –como solía decirse entonces— mediante el ejercicio del derecho de autodeterminación. Ese derecho cayó víctima de la aceptación de la Segunda Restauración borbónica por el grueso de la izquierda política socialista y comunista de entonces: los comunistas y sus sucesores de IU lo mantuvieron de forma puramente retórica en sus programas, y los socialistas del PSOE y del PSC, simplemente, lo borraron y se olvidaron del asunto. Eso trajo como resultado el enquistamiento del problema, y abrió, como es suficientemente sabido, un amplio abanico de posibilidades políticas al ambiguo nacionalismo conservador catalán –que, a diferencia del vasco, había avalado la Constitución monárquica de 1978—: un país, Cataluña, que en 1978 estaba abrumadoramente hegemonizado por la izquierda política obrera, cayó en muy pocos años en manos del nacionalismo burgués conservador, que se perpetuó en el poder autonómico durante más de dos décadas seguidas. Lo cierto es que el arco constituyente formado por socialistas, (post)comunistas y nacionalistas catalanes conservadores ha venido aceptando en la práctica durante años la negación del derecho de autodeterminación de Cataluña. Pero es muy importante comprender que lo que estas tres familias políticas del arco constituyente habían venido aceptando en Cataluña, el País Vasco y Galicia, lo habían tenido que aceptar como parte de una renuncia previa y de mayor envergadura, y es a saber: la renuncia al del derecho de autodeterminación de todos los pueblos de las España, del conjunto de lo que el torpe nacionalismo español reaccionario llama ahora “el pueblo soberano de España”.



Véase así: ¿por qué ha sido tan difícil de aceptar hasta ahora por las fuerzas del arco constituyente de la Segunda Restauración –entre ellas, CiU— la posibilidad del ejercicio del derecho de autodeterminación? Hagamos retrospectiva, y figurémonos: si, por ejemplo, entre 1978 y 1980 se hubiera realizado un referéndum de autodeterminación en el País Vasco, con todas las garantías democráticas –observadores y mediadores internacionales incluidos—, el resultado más probable habría sido el fin del problema terrorista que ha martirizado vesánicamente a vacos y españoles durante décadas, y con toda seguridad, una decisión popular netamente anti-secesionista. ¿Por qué no fue posible? Porque el derecho al ejercicio de la autodeterminación de la población de cualquier territorio del Reino es estrictamente anticonstitucional. ¿Y por qué lo es? ¿Por qué el comunista Solé Tura, el socialista Peces Barba y el nacionalista conservador catalán Miquel Roca –y no sólo el franquista Fraga—, ponentes constitucionales, pusieron tanto empeño en que lo fuera ? Porque el ejercicio del derecho de autodeterminación de cualquier territorio de las Españas es incompatible con una Monarquía impuesta –era una oferta que no se podía rechazar— sin referéndum previo al conjunto de ese “pueblo español soberano único” con que ahora se llenan la boca los reaccionarios del PP (y los del ala de extrema derecha babosamente monárquica “socialista”); porque la celebración legal de un referéndum de autodeterminación en Cataluña, o en el País Vasco (o en cualquier otro territorio), su sola celebración, fuere cual fuere el resultado, pondría de nuevo inmediatamente en la agenda política española el problema de la forma monárquica de Estado, y de manera particularmente tormentosa ahora, en el peor momento de esta institución, con una familia real totalmente desacreditada, salpicada como está por todas las cochinadas habituales del capitalismo oligopólico español de la burbuja y los amiguetes y rentistas políticamente corruptos.



El fulgurante crecimiento en unos pocos meses del soberanismo y el independentismo en el otrora ‘oasis catalán’ no puede entenderse sin entender estas dos cosas interrelacionadas: la crisis de la Monarquía de 1978 y la crisis del nacionalismo españolista tradicional, crisis asombrosamente aceleradas por la desintegración a cámara lenta de una Eurozona neciamente diseñada y la pésima gestión del problema por los incompetentes burócratas de la Troika. El independentismo catalán –y muy señaladamente, el independentismo parvenu de CiU— parasita de ambas crisis.



¿Con qué rostro y con qué crédito pueden PP y PSOE oponerse al “derecho a decidir” de Mas y hablar de que es el “pueblo español” en su conjunto el que tiene “derecho a decidir”, dos partidos que en sus respectivos gobiernos han incumplido flagrantemente sus programas electorales y han rendido abiertamente y sin recato a imposiciones extranjeras los intereses más elementales del “pueblo español soberano” y de la pretendidamente sacrosanta “nación española”? ¿Con qué rostro y con qué crédito pueden negarse ahora a un referéndum de autodeterminación apelando a una Constitución monárquica inviolable que, sin embargo, no tardaron ni una semana en deshonrar ellos mismos en agosto de 2011 con la reforma express “sugerida” por el BCE y la señora Merkel, reforma que trae consigo un auténtico blindaje de las políticas fiscales pro-cíclicas económicamente suicidas, y a mayor abundamiento, excluyendo del pacto que la alumbró, ¡ay!, a fuerzas políticas básicas del original arco constituyente monárquico de 1978, como IU-ICV y CiU.



Es posible que Artur Mas acertara en el diagnóstico que parece andar por detrás de su audacia: estamos en el comienzo del fin de la Segunda Restauración borbónica; “ahora o nunca” era el mantra repetido una y otra vez en privado por los altos cargos de Convergència a quien les quisiera escuchar. Pero lo que llevó a Mas ayer, 25 de noviembre de 2012, a la muerte política súbita fue la parcialidad del diagnóstico, así como el pésimo pronóstico que le ofrecieron en bandeja sus turiferarios mediáticos y sus incompetentes economistas de cámara: Cataluña no puede plantearse ser un “Estado europeo” propio –ni siquiera el ejercicio libre del derecho de autodeterminación como pueblo europeo— ignorando la realidad de una Unión Europea actualmente dominada por fuerzas políticas, tecnocráticas y burocráticas que, obscenamente hostiles a la democracia y a la soberanía de todos los pueblos de Europa, empujan al viejo continente al abismo de las políticas pro-cíclicas de austeridad y desmantelamiento del estado Social y Democrático de Derecho –la más duradera conquista del antifascismo europeo—, y con ellas, al suicidio económico y a la irrelevancia política internacional.



Dígase así: la crisis del régimen constitucional monárquico español y la crisis de la Eurozona son dos caras de la misma moneda. Esa es la cruda realidad. Y hay que decir, con más tristeza que acrimonia, que no se ven muchas fuerzas políticas nominalmente de izquierda en Cataluña que hayan comenzado a comprenderla. El PSC, que ha sufrido un nuevo descalabro (ha perdido tanto porcentaje de votos y de escaños como CiU, pero partiendo ya de lo que era hasta ahora su peor resultado electoral) ni siquiera ha comprendido que estamos en un fin de trayecto de la Segunda Restauración borbónica, por no hablar de su incomprensión de los problemas de la Eurozona. ERC, que ha más que doblado sus resultados en relación con 2010, es una fuerza política ahora mismo dominada por dirigentes más nacionalistas à la Hortalà que de izquierda à la Carod en algún sentido socialmente interesante. La refrescante y en muchos sentidos ilusionante irrupción de la CUP en el Parlament, no puede hacer olvidar su incipiencia programática en puntos decisivos (“No a la UE”, “Països Catalans”, etc.), y su escasa incidencia en las zonas obreras tradicionales del primer cinturón industrial de Barcelona.



La única fuerza que parece por ahora haber comenzado a comprender cabalmente esas amargas y perentorias verdades del momento es ICV-EUiA. El mitin final de campaña de Herrera y Nuet con Tsipras, el principal dirigente de la izquierda radical griega Syriza, contribuyó seguramente lo suyo al notable crecimiento de la coalición, dando una necesaria dimensión europea a su proyecto político, presentándola ante el electorado como la única fuerza política catalana no parroquiana. Se ha convertido ya por méritos propios en la principal referencia político-parlamentaria de los sindicatos obreros. Y si se observan con atención sus resultados electorales en el cinturón industrial de Barcelona, se ve que ha empezado a recuperar en serio el voto obrero que se fue hace décadas hacia el PSC. Esa recuperación por parte de ICV-EUiA del voto obrero perdido por el PSC ha impedido verosímilmente también su fuga masiva hacia el españolismo de derecha y de centro-derecha del PP y de un espectacularmente emergente Ciutadans, que ha triplicado sus resultados.



No siempre es verdad el viejo proverbio latino, según el cual fortuna adiuvat fortes, la fortuna ayuda al audaz. Para que ayude la fortuna, la audacia tiene que disponer al menos de un buen diagnóstico: por eso ayudó a Siriza y hundió a Mas. Esperemos que la Syriza catalana tenga audacia; de momento, lo que se puede decir es que su más verosímil embrión dispone de un diagnóstico decente. [2]



NOTAS [1] El Noi del Sucre, era el secretario regional de la CNT. En un célebre discurso en Madrid, en 1919, dejó dichas estas palabras: “Una Cataluña liberada del Estado español os aseguro, amigos madrileños, que sería una Cataluña amiga de todos los pueblos de la Península Hispánica y sospecho que los que ahora pretenden presentarse como los líderes del catalanismo, temen un entendimiento fraternal y duradero con las otras nacionalidades peninsulares.” [2] En la valoración que al día siguiente de las elecciones ha hecho ICV-EUiA, se destaca la necesaria unidad con las CUP porque se trataría de una organización que defiende una política de izquierdas, no igual, pero muy similar a la de ICV-EUiA. Por otro lado, se puede observar que, a causa la actual ley electoral, la relación votos-diputados es muy desproporcionada. Los partidos que menos votos han tenido que conseguir por diputado son CiU (22.000) y ERC (23.000), y el que más, casi el doble, precisamente las CUP (42.000). ICV-EUiA ronda los 32.000.



Antoni Domènech es el editor de SinPermiso. Gustavo Buster y Daniel Raventós son miembros del Comité de Redacción de SinPermiso.





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lunes, 26 de noviembre de 2012

Gaza: de la última catástrofe a un esperanzado alto el fuego




Gaza: de la última catástrofe a un esperanzado alto el fuego

Richard Falk · · · · ·



25/11/12















Los dobles raseros mediáticos en Occidente sobre la nueva y trágica escalada de violencia israelí dirigida contra Gaza fueron resumidos en un titular de una parcialidad absurda en la primera plana del New York Times: "Cohetes atacan Jerusalén; Israel se prepara para invasión de Gaza". (NYT, 15 de noviembre de 2012). Algo descodificado, el mensaje es el siguiente: Hamás es el agresor, e Israel cuando y si lanza un ataque por tierra contra Gaza tiene que contar con más ataques de cohetes. Es una paráfrasis sorprendentemente orwelliana de la realidad.



La verdadera situación es, por supuesto, todo lo contrario: Es decir que se puede asumir que la población indefensa de Gaza esté terriblemente temerosa de un inminente ataque general israelí, aunque también es verdad, sin minimizar la realidad de una amenaza, que algunos cohetes lanzados desde Gaza cayeron sin causar daños (aunque hay que admitir con implicaciones amenazantes) en los alrededores de Jerusalén y Tel Aviv. Hay una desproporción tan brutal en la capacidad de los dos lados de infligir daños y sufrimiento debido a la total dominación militar israelí como para hacer que sea perversa esa inversión de las preocupaciones por lo que podría ocurrir a la sociedad israelí si el ataque contra Gaza se intensifica.



La confianza de Hamás y de las diversas milicias en Gaza en cohetes indiscriminados, aunque sean totalmente inexactos y generalmente innocuos, es una violación criminal del derecho humanitario internacional, pero la baja cantidad de víctimas causadas y el ínfimo daño causado, tienen que ser evaluados en el contexto general de la masiva violencia infligida a los palestinos. La generalizada percepción no occidental del nuevo ciclo de violencia que involucra a Gaza es que parece ser una repetición de la agresión israelí contra Gaza a fines de 2008, principios de 2009, que ocurrió de la misma manera entre el fin de elecciones presidenciales estadounidenses y elecciones parlamentarias programadas en Israel.



Buscando culpables



Existe la discusión usual sobre dónde colocar la responsabilidad por el acto inicial de este nuevo despliegue de violencia. ¿Son algunos disparos desde Gaza a través de la frontera contra un jeep blindado israelí o fue el asesinato selectivo por un misil israelí de Ahmed Yabari, líder del ala militar de Hamás, unos días después? ¿O algún otro acto por un lado o el otro? ¿O es la continua violencia contra el pueblo de Gaza originada por el bloqueo que ha sido impuesto desde mediados de 2007?



El asesinato de Yabari tuvo lugar unos pocos días después de la negociación gracias a los buenos oficios de Egipto de una tregua informal, y acordada de modo bastante irónico por ningún otro que Yabari actuando por cuenta de Hamás. Matarlo tenía el evidente propósito de realizar una importante provocación, trastornando un esfuerzo cuidadosamente negociado de evitar otra secuencia de ojo por ojo - diente por diente de violencia del tipo que ha tenido lugar periódicamente durante los últimos años.



El asesinato de un personaje político palestino de tan alto perfil como Yabari no es un acto espontáneo. Se basa en vigilancia detallada durante un largo período, y es obviamente planificado con la suficiente antelación en la esperanza de evitar daño colateral, y por lo tanto limitar la publicidad desfavorable. Un asesinato extrajudicial semejante, aunque forma parte integral de la nueva cultura estadounidense de la guerra de drones, sigue siendo una táctica de conflicto ilegal, que niega a dirigentes políticos del adversario, separados del combate, toda oportunidad de defenderse contra acusaciones, e implica el rechazo de toda disposición de buscar una solución pacífica de un conflicto político. Equivale a la imposición de la pena capital sin debido proceso, una negación de los derechos elementales de enfrentar a un acusador.




Dejando de lado las sutilezas legales, la dirigencia israelí sabía exactamente lo que estaba haciendo cuando rompió la tregua y asesinó a un dirigente tan destacado de Hamás, alguien del que se pensaba generalmente que era superado solo por el primer ministro de Gaza, Ismail Haniya. Ha habido rumores, y amenazas disimuladas durante meses de que el gobierno de Netanyahu planifica un importante ataque contra Gaza, y la oportunidad de los actuales ataques parece coincidir con la dinámica de la política interna israelí, especialmente la práctica tradicional israelí de reforzar la imagen dura de la dirigencia existente en Tel Aviv como medio para inducir a los ciudadanos israelíes a sentirse temerosos, pero protegidos, antes de depositar sus votos.



Sitiados



Por debajo de la horrible violencia, que pone al descubierto la extrema vulnerabilidad de todos los que viven como cautivos en Gaza, una de las comunidades más abarrotadas y empobrecidas del planeta, está una horrenda estructura de abuso humano a la que la comunidad internacional sigue volviendo la espalda, mientras predica en otros sitios la adherencia a la norma de "responsabilidad de proteger" cada vez que le conviene a la OTAN. Más de la mitad de los 1,6 millones de habitantes de Gaza son refugiados que viven en un área total de solo el doble del tamaño de la ciudad de Washington, DC. La población ha sufrido un bloqueo punitivo desde mediados de 2007, que hace intolerable la vida diaria, y Gaza ha sido duramente ocupada desde 1967.



Israel ha tratado de engañar al mundo presentando su narrativa de retirada de buena fe de Gaza en 2005, que fue explotada por militantes palestinos en aquel entonces como una oportunidad de lanzar mortíferos ataques con cohetes. La contra-narrativa, aceptada por la mayoría de los observadores independientes, es que la retirada israelí de tropas y colonias fue poco más que un simple redespliegue a las fronteras de Gaza, con absoluto control sobre lo que entra y lo que sale, manteniendo una temporada de caza para matar a su gusto, sin tener que rendir cuentas y sin consecuencias adversas, respaldada sin cuestionamiento por el gobierno de EE.UU.



Desde el punto de vista del derecho internacional, la supuesta "desconexión" de Gaza de Israel no puso fin a su responsabilidad como Potencia Ocupante según las Convenciones de Ginebra, y por lo tanto su plan maestro de someter a toda la población de Gaza a severas formas de castigo colectivo corresponde a un continuo crimen contra la humanidad, así como a una flagrante violación del Artículo 33 de Ginebra IV. No es sorprendente que tantos que han observado de cerca el sufrimiento de Gaza la hayan descrito como "la mayor prisión al aire libre del mundo".



El gobierno de Netanyahu mantiene una política que se comprende mejor desde la perspectiva del colonialismo mediante asentamientos. Lo que distingue el colonialismo de asentamientos de otras formas de colonialismo es la decisión de los colonialistas de no solo explotar y dominar, sino de apropiarse de las tierras y superponer su propia cultura sobre la de la población indígena. Al respecto, Israel se aprovecha de la división entre Hamás y Fatah, y trata de inducir a los palestinos oprimidos a renunciar a su identidad junto con su lucha de resistencia llegando incluso a exigir a los palestinos en Israel que juren lealtad a Israel como "Estado judío".



En realidad, a diferencia de Cisjordania y Jerusalén Este, Israel no tiene ambiciones territoriales a largo de plazo en Gaza. La solución israelí a corto plazo para su así llamado "problema demográfico" (es decir, sus preocupaciones por el aumento de la población de palestinos en relación con los judíos) podría ser considerablemente facilitada si Egipto absorbiera Gaza, o si Gaza se convirtiera en una entidad permanentemente separada, siempre que pudiera ser desmilitarizada de un modo fiable. Lo que hace que Gaza sea actualmente útil para los israelíes es su capacidad de manejar el nivel de violencia, tanto como distracción de otras preocupaciones (por ejemplo ceder en relación con Irán; la expansión acelerada de las colonias) y como un medio de convencer a su propio pueblo de que siguen existiendo enemigos peligrosos y que deben ser encarados con el puño de hierro del militarismo israelí.



Ninguna paz



En el trasfondo, pero no muy lejos del entendimiento de los observadores, existen dos eventos estrechamente relacionados. El primero es el grado en el cual la continua expansión de las colonias israelíes ha hecho poco realista suponer que un Estado palestino viable llegue a emerger de negociaciones directas. El segundo, subrayado por la reciente fusión de las Fuerzas de Netanyahu y Lieberman, es la medida en la cual el proceso de gobierno israelí ha adoptado indirecta e irreversiblemente la visión de un Gran Israel que incluya todo Jerusalén y la mayor parte de Cisjordania.



El hecho de que los dirigentes mundiales en Occidente sigan repitiendo el mantra de la paz mediante negociaciones directas es una expresión de la más burda incompetencia o de total mala fe. Por lo menos, Washington y los otros que piden la reanudación de negociaciones directas nos deben a todos una explicación de cómo será posible establecer un Estado palestino dentro de las fronteras de 1967, cuando significa el desplazamiento de la mayoría de los 600.000 colonos armados que actualmente son defendidos por el ejército israelíes y presentes en toda Palestina ocupada. Una explicación semejante también tendría qué mostrar por qué se permite que Israel legalice silenciosamente las cerca de 100 colonias "avanzadas" esparcidas por Cisjordania que previamente habían sido ilegales, incluso según la ley israelí. Semejantes acciones hacia la legalización merecen la urgente atención de todos los que siguen proclamando su fe en una solución de dos Estados, pero son ignorados.



Lo que nos hace volver a Gaza y Hamás. Los máximos dirigentes de Hamás han dejado muy claro una y otra vez que están abiertos a una paz permanente con Israel si se realiza una retirada total a las fronteras de 1967 (22% de Palestina histórica) y este acuerdo es apoyado por un referendo de todos los palestinos que viven bajo la ocupación.



Israel, con el respaldo de Washington, adopta la posición de que Hamás es "una organización terrorista" que debe ser permanentemente excluida de los procedimientos diplomáticos, excepto, por supuesto, cuando la negociación sirve los propósitos de Israel. Lo hizo en 2011 cuando negoció el intercambio de prisioneros en el cual varios cientos de palestinos fueron liberados de las prisiones israelíes a cambio del soldado israelí cautivo, Gilad Shalit, o cuando parece conveniente aprovechar la mediación egipcia para obtener altos del fuego temporarios.



Como nos recuerda el celebrado activista israelí por la paz, y ex miembro de la Knéset, Uri Avnery, un alto el fuego en la cultura árabe, hudna en árabe, es considerado como santificado por Alá, ha tendido a ser utilizado y fielmente observado desde el tiempo de las Cruzadas. Avnery también informa que hasta que fue asesinado, Yabari estuvo en contacto con Gershon Baskin de Israel, tratando de explorar posibilidades de un alto el fuego a largo plazo, lo que fue informado a los dirigentes israelíes que, como era de esperar no mostraron ningún interés.



Esperando justicia



Hay otro hecho en esta renovación del conflicto que involucra ataques contra Gaza. Israel insiste a veces en que ya que no es, según sus afirmaciones, un poder ocupante, se encuentra en un estado de guerra con Gaza gobernada por Hamás. Pero si esto fuera considerado como la descripción legal adecuada de la relación entre los dos países, Gaza tendría los derechos de un combatiente, incluida la opción de utilizar la fuerza proporcionada contra objetivos militares israelíes. Como argumentara anteriormente, una descripción legal semejante de la relación entre Israel y Gaza es inaceptable. Gaza sigue siendo ocupada y esencialmente indefensa, e Israel como ocupante no tiene derecho legal o ético de ir a la guerra contra el pueblo y el gobierno de Gaza, que incidentalmente fue elegido en elecciones libres, bajo control internacional, a principios de 2006.



Al contrario, su obligación decisiva como Ocupante es proteger a la población civil de Gaza. Incluso si la cantidad de víctimas en la actual violencia es hasta ahora baja en comparación con la Operación Plomo Fundido, la intensidad de los ataques aéreos y marítimos contra el indefenso pueblo de Gaza, provoca terror en los corazones y las mentes de cada persona que vive en la Franja, una forma de violencia indiscriminada contra el espíritu y la salud mental de todo un pueblo que no puede ser medida en sangre y carne, sino refiriéndose al miedo traumatizante que ha sido generado.



Escuchamos muchas afirmaciones en Occidente en cuanto a una supuesta disminución en la guerra internacional desde el colapso de la Unión Soviética hace veinte años. Semejantes afirmaciones son en cierta medida bienvenidas, pero la gente en Medio Oriente aún no se ha beneficiado de esta tendencia, menos que nada el pueblo de Palestina Ocupada, y especialmente el pueblo de Gaza que sufre del modo más agudo. Este espectáculo de una guerra unilateral en la cual Israel decide cuánta violencia desencadenar, y Gaza espera a ser atacada, disparando salvas de cohetes insignificantes desde el punto de vista militar como gesto de resistencia, representa una violación vergonzosa de los valores de la civilización. Esos cohetes propagan el miedo y causan trauma entre civiles israelíes incluso cuando no alcanzan objetivos, y representan una táctica inaceptable. Pero esa inaceptabilidad tiene que ser vista en el contexto de las tácticas inaceptables de un Israel que tiene todo en su mano en el conflicto.



Es verdaderamente alarmante que ahora incluso la más sagrada de las ciudades, sea amenazada por ataques, pero la continuación de las condiciones opresivas para el pueblo de Gaza, lleva inevitablemente a crecientes niveles de frustración, en efecto, gritos pidiendo ayuda que el mundo ha ignorado por su cuenta y riesgo durante décadas. ¡Son gritos pidiendo ayuda! ¡Darse cuenta no es exagerar! Para obtener una perspectiva basta con leer un reciente Informe de la ONU que concluye que el deterioro de los servicios y las condiciones hará que Gaza sea inhabitable en el año 2020.



Totalmente aparte de los méritos de los motivos de queja de los dos lados, un lado es omnipotente en lo militar y el otro se agazapa atemorizado sin posibilidad de defensa. Una realidad tan grotesca pasa desapercibida por la conciencia del mundo debido al escudo geopolítico detrás del cual Israel recibe luz verde para hacer lo que le dé la gana. Una circunstancia semejante es moralmente insoportable, y debiera ser políticamente inaceptable. Toda persona, gobierno, e institución de buena voluntad tiene que oponerse activamente en todo el globo.



Traducido para www.rebelión.org: Germán Leyen







http://www.aljazeera.com/indepth/opinion/2012/11/2012111874429224963.html







Primeras impresiones, esperanzadas, tras el alto el fuego



Richard Falk



Si el alto el fuego se mantiene, podría significar el fin del bloqueo israelí de la Franja de Gaza, que ha durado ya cinco años, tras la toma del poder por Hamas, después de ganar unas elecciones democráticas (AFP).



El alto el fuego de Gaza, a diferencia del alto el fuego alcanzado después de la Operación Plomo Fundido, hace cuatro años, es un evento que tiene probablemente un significado que va mucho más allá de poner fin a la violencia después de ocho días de ataques asesinos. Es muy posible que se pueda interpretar en el futuro como un punto de inflexión en la larga lucha entre Israel y Palestina.



Muchos han hablado sobre "la niebla de la guerra", pero es mucho menos densa que la "niebla de la negociación de treguas", y en nuestro enrarecido ambiente mediático, los resultados son interpretados de todas las maneras posibles. Los partidarios de cada bando dan su toque personal, permitiendo a todo el mundo proclamar la "victoria". Pero como en las fases violentas del conflicto, conviene distinguir las interpretaciones más persuasivas de las que son menos convincentes. Lo que sigue es un intento de este tipo de aclaración.



Sigue siendo demasiado pronto para decir si el alto el fuego se mantendrá durante mucho tiempo, y si lo hace, si sus disposiciones esenciales se llevarán a cabo de buena fe. En este momento, al principio, las perspectivas no son alentadoras. Israel ya ha recurrido a una violencia excesiva para dispersar a los palestinos que se congregaron en su lado de la frontera de Gaza para celebrar lo que creían que era su nueva libertad para aventurarse cerca de la frontera. Las fuerzas de seguridad israelíes, después de efectuar disparos de advertencia, mataron a un civil palestino e hirieron a otras 20 personas con munición real. La explicación israelí fue que se habían hecho advertencias, y que como no había habido ningún acuerdo de aplicación del alto el fuego, el viejo protocolo de control seguía vigente. Es de destacar que Hamas protestó, pero no hizo ningún movimiento para denunciar el alto el fuego o tomar represalias violentas. Pero la situación sigue siendo tensa y frágil.



Factores del alto el fuego



Dejando a un lado la precariedad de la situación actual y las incertidumbres que la acompañan, todavía puede ser útil analizar el proceso por el que se ha llegado al alto el fuego, ver que luz arroja sobre la cambiante dinámica del conflicto, incluidos los cambios subyacentes en los equilibrios miliares regionales y globales.



En primer lugar, el papel y la actitud de los gobiernos árabes fue mucho más pro activa que en los últimos interludios de la intensificación de la violencia entre Israel / Palestina. Durante los ataques que acaban de concluir, varios importantes ministros de asuntos exteriores de la región visitaron Gaza y fueron recibidos por las autoridades de la Administración de Hamas, socavando así el viejo esfuerzo israelí de aislar a Hamas y excluirlo de los ámbitos diplomáticos. Egipto desempeñó el papel decisivo en la negociación del acuerdo, a pesar de la pertenencia a los Hermanos Musulmanes de sus líderes. Mohamed Morsi, el presidente egipcio, emerge como la figura diplomática clave , ampliamente elogiado por Occidente por su "pragmatismo", lo que puede entenderse como su capacidad para abordar las preocupaciones de ambas partes sin verde influido por su propia posición pro-palestina. De hecho, la negociación de este acuerdo invierte lo que los estadounidenses han puesto sobre la mesa en negociaciones anteriores, una pretensión de equilibrio, un realismo de las partes.



En segundo lugar, el texto del acuerdo, reconoció implícitamente a Hamás como la autoridad gobernante en Gaza, y por lo tanto le da, al menos temporalmente, un estatus mucho mayor entre los palestinos, regional e internacionalmente. Su pretensión de ser el representante legítimo del pueblo palestino se ha convertido en verosímil, lo que hace a Hamas un actor político al que se saca del gélido limbo terrorista. Aunque Hamas sigue siendo formalmente una "organización terrorista" para Israel, Estados Unidos y Europa. Durante todo este reciente esfuerzo febril para llegar a un alto el fuego en el conflicto, Hamas ha sido tratado como "un actor político" con autoridad soberana para hablar en nombre de los habitantes de Gaza. Ello implica un cambio potencial en función de si se hace un esfuerzo para aprovechar el impulso logrado o se vuelve a la fútil política de Israel / EE UU de excluir a Hamas de la vía diplomática, insistiendo en que solo se le puede tratar como una organización terrorista. Paralelamente, la Autoridad Palestina, y su líder, Mahmud Abbas, han sido marginados torpemente, puenteados, y se les hace aparecer como algo irrelevante en esta última ordalía del pueblo palestino.



En tercer lugar, Israel aceptó como condiciones integrales del alto el fuego dos cláusulas de obligaciones con el pueblo de Gaza que nunca hubiera aceptado antes de lanzar su operación "Pilar defensivo": (1) No lanzar "incursiones y ataques contra personas" y (2) reunirse para organizar la "apertura de los pasos fronterizos y facilitar el movimiento de personas, la circulación de bienes, y abstenerse de restringir el libre movimiento de los residentes, y atacar a residentes en las zonas fronterizas". Si Israel lo aplica, significa el fin de los asesinatos selectivos y el levantamiento del bloqueo que ha atormentado a Gaza durante más de cinco años. Estas son las principales concesiones políticas israelíes. La aceptación política por parte de Tel Aviv de la prohibición de asesinatos selectivos, si se respeta, supone renunciar a una táctica favorita de los gobiernos israelíes desde hace muchos años que, a pesar de considerase ilegal en general, Israel sigue practicando con impunidad. De hecho, el evento desencadenante más dramático de la actual crisis fue el asesinato de el 14 de noviembre Ahmed Jabari, un líder político-militar de Hamas, que estaba negociando en ese momento una tregua de la violencia transfronteriza.



En cuarto lugar, el papel de los Estados Unidos, aunque sigue siendo importante, se ha reducido considerablemente por estos factores, especialmente la necesidad de permitir a Egipto desempeñar el papel de árbitro principal. Lo que sugiere una regionalización de la diplomacia que disminuye la importancia y erosiona gravemente la legitimidad de la intervención extrarregional. Es una mala noticia para los israelíes. Turquía, que también se cuenta ahora entre los crítico más duros de Israel, ha desempeñado como Egipto un papel importante en la desactivación de la escalada de la crisis. Existe una diferencia reveladora entre la insistencia de EE UU a lo largo de todo el conflicto de que el uso de la fuerza por parte de Israel estaba plenamente justificada, porque cada país tiene derecho a defenderse, y el texto del alto el fuego que establece limites para ambas partes a la violencia en el futuro. Después del alto el fuego, los Estados Unidos deben escoger de una vez por todas: o continuar con su papel como facilitador incondicional de Israel o adoptar un enfoque más "pragmático" en el conflicto a la Morsi. Si sigue siendo ante todo un facilitador, su papel diplomático es probable que disminuya rápidamente, pero si adopta un enfoque equilibrado, todavía puede recuperar la iniciativa para un verdadero proceso de paz que tenga en cuenta los derechos de ambas partes a la luz del derecho internacional . Para que sea creíble esta nueva orientación, el presidente Obama tendría que hacer un importante discurso al pueblo estadounidense en el que explicase por qué es necesario elegir entre el partidismo y la diplomacia en la remodelación de su futura relación con el conflicto. Dicho cambio, lleno de sensatez, sería esencial no solo para la política exterior de Estados Unidos, sino también para la estabilidad de la región, pero es muy poco probable que tenga lugar. No hay nada en el curriculum vitae de Obama que sugiera una voluntad de dirigirse directamente al pueblo para puentear la disfuncional perspectiva del Congreso de los EE UU.



En quinto lugar, Naciones Unidas ha aparecido como algo casi irrelevante, a pesar de la presencia en la región del Secretario General en la última fase de la negociación diplomática. Ban Ki Moon no ayudó a mejorar las cosas haciéndose eco de las preocupaciones de Washington, llamando la atención casi exclusivamente sobre el derecho de autodefensa israelí. La ONU podría proporcionar un ambiente más neutrales para l negociaciones futuras si se distanciase de la geopolítica occidental. Para ello sería necesario que se retirarse del Cuarteto, y se comprometiera con una paz justa y sostenible para ambos pueblos. Al igual que Estados Unidos, es muy poco probable que la ONU adopte esta orientación, al menos no sin permiso de Washington. Al igual que Obama, no hay nada en el historial de Ban Ki Moon como Secretario General que sugiera la voluntad y la capacidad de actuar con independencia cuando los riesgos son altos.



En sexto lugar, la consecuencia inmediatamente del cese el fuego fue un llamamiento popular en Gaza a la unidad palestina, simbolizada por la presencia de las banderas de la Autoridad Palestina, Hamas, la Jihad Islámica y el Frente Popular para la Liberación de Palestina, izadas en armoniosa convivencia. Como el New York Times comentó "un arco iris que no se había presenciado en años". Si la unidad palestina se mantiene, y se convierte en una realidad práctica, incluidas elecciones en toda la Palestina ocupada, puede resultar que el alto el fuego sea más que una tensa tregua temporal, un nuevo comienzo en la larga marcha por que se haga justicia a Palestina.



Derrota para Israel



Con todo, el resultado de la Operación Pilar defensivo fue una derrota rotunda para Israel en al menos tres aspectos: a pesar de los bombardeos contra Gaza durante ocho días y la amenaza de una invasión por tierra, Hamas no cedió a las demandas israelíes de alto el fuego unilateral, la capacidad militar de los cohetes de Gaza ha sido mucho mayor a la hora de producir daños en todo Israel, incluyendo Tel Aviv y Jerusalén, lo que sugiere que su capacidad destructiva será aun mayor en caso de nuevo conflicto, y la política de Israel de promover a la Autoridad Palestina como el único representante legítimo del pueblo palestino, mientras se niega a negociar con Hamas, ha sufrido un duro golpe, tal vez fatal.







Las autoridades israelíes han dado a este ataque contra Gaza un frío sesgo. Descaradamente se describe como "un juego de guerra", diseñado para ensayar un ataque inminente contra Irán. En palabras del embajador de Israel en Estados Unidos, Michael Oren, "Israel no se enfrentaba a Gaza, sino a Irán". Teniendo en cuenta que por lo menos 160 habitantes de Gaza resultaron muertos, 1.000 heridos, y muchos más traumatizados, es un sorprendente reconocimiento de la intención de cometer crímenes contra la humanidad. Hay que pedir al menos al Consejo de Derechos Humanos el nombramiento de una misión de investigación para evaluar las denuncias de delitos cometidos durante el ataque militar. La situación exige un informe Goldstone 2, pero esta vez con voluntad política de seguir adelante, cuando se conozcan sus conclusiones incriminatorias.



Estos avances se verán afectados por la incertidumbre generalizada que hace que el alto el fuego sea probablemente una breve tregua en lugar de un giro definitivo de la violencia a la diplomacia. ¿Respetarán las partes el alto el fuego? Israel a menudo ha asumido compromisos internacionales que fueron completamente abandonados más tarde, como fue el caso del desmantelamiento de los numerosos "puestos de avanzada" (es decir, "asentamientos" ilegales incluso para la ley israelí) o en relación con el compromiso de resolver en cinco años el "estatuto final" de numerosos temas recogido en los Acuerdos de Oslo.



No es nada alentador que las autoridades israelíes ya estén cínicamente diciendo a los medios de comunicación que nada han acordado "más allá del cese inmediato de las hostilidades". Los compromisos del texto se minimiza así, tratándolos como "temas de conversación" en lugar de compromisos acordados a los que solo falta mecanismos de implementación. Si Israel se niega a terminar con los asesinatos selectivos y no pone de buena fe fin al bloqueo, no será sorprendente que los cohetes vuelen de nuevo.



Hacia un Estado palestino



La Autoridad Palestina se dispone a recuperar parte del terreno perdido con la búsqueda del reconocimiento de la Asamblea General de la ONU de su estatus como "estado no miembro" el próximo 29 de noviembre de 2013, una maniobra diplomática a la que se oponen con todas sus fuerzas Tel Aviv y Washington. Probablemente sea demasiado esperar que esa oposición se ablande. Cualquier reclamación de un Estado palestino, aunque sólo sea simbólica, parece amenazar profundamente la postura de Israel de solo aceptar la creación negociada de un Estado palestino en abstracto mientras hace todo lo posible para frustrar los esfuerzos palestinos.



Tales especulaciones debe estar condicionada por la comprensión de que, mientras el reloj sigue avanzando, la solución de consenso internacional del conflicto, una Palestina independiente soberano, se escapa de la esfera de lo posible. La situación de ocupación prolongada ha alterado la demografía y las expectativas de los israelíes. Con nada menos que 600.000 colonos ilegales en Cisjordania y Jerusalén, ningún gobierno israelí sobreviviría previsiblemente si aceptase la menor exigencia de que un pequeño porcentaje de colonos vuelva a Israel. Del lado palestino, ningún arreglo sería sostenible sin que se revierta este proceso de colonización. Mientras campe a sus anchas este gigantesco gorila, lograr una paz genuina basada en el consenso internacional de dos estados para dos pueblos parece un ejercicio de optimismo sin sentido.



Al mismo tiempo, la historia nos ha demostrado una y otra vez que lo "imposible" pasa, "imposible" en el sentido de que observadores informados lo rechazaron como "posible". Sucedió cuando el colonialismo europeo fue derrotado, y de nuevo cuando el imperio soviético de pronto se desintegró interna y externamente, y luego, cuando el régimen del apartheid fue eliminado. El destino de los palestinos parece seguir atrapado por este desahucio imaginario y, sin embargo, hemos aprendido de la historia que las luchas de los pueblos oprimidos en ocasiones pueden lograr lo imposible de prever. Es quizás posible que esta última exhibición de firmeza palestina frente a la operación israelí, junto con una mayor democratización ciudadana en los países vecinos de Israel, de lugar a una secuencia de eventos que cambie el equilibrio de poderes regional y mundial lo suficiente como para dar por fin una oportunidad a la paz.



Traducción para www.sinpermiso.info: Gustavo Buster



Richard Falk es profesor emérito de derecho Internacional de la Universidad de Princeton. Desde 2009 es el Relator Especial de Naciones Unidas sobre los derechos humanos palestinos, aunque el gobierno israelí no le ha permitido entrar en los territorios Ocupados.







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domingo, 25 de noviembre de 2012

ENTREVISTA A MARIA BOLARI (Syriza) "La situación en Grecia es tan inestable que nos estamos preparando para cualquier cosa"

ENTREVISTA A MARIA BOLARI


"La situación en Grecia es tan inestable que nos estamos preparando para cualquier cosa"La parlamentaria analiza las condiciones que se han dado para el crecimiento de su formación, Syriza, y las posibilidades de un Gobierno de izquierdas en GreciaLUIS GIMÉNEZ SAN MIGUEL Madrid 25/11/2012 08:00 Actualizado: 25/11/2012 08:52

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Maria Bolari, diputada de Syriza en el Parlamento griego, en una cafetería de Madrid. L.G.S.Ha venido desde Grecia para ver con sus propios ojos la situación de España, que camina por la misma senda que su país pero aún unos pasos más atrás. Maria Bolari es diputada en el Parlamento por Syriza, la Coalición de Izquierda Radical que en las últimas elecciones fue la segunda fuerza política del maltratado país heleno, desbancando así a la socialdemocracia del Pasok.



Tras unos meses en los que la coalición de gobierno, formada por conservadores y socialdemócratas, ha continuado imponiendo las medidas de los memorándums recetados por la Troika, las últimas encuestas dibujan hoy un Parlamento aún más polarizado que el que salió de las últimas elecciones: Syriza sería primera fuerza y la extrema derecha de Amanecer Dorado obtendría el tercer puesto. La tensión y la sensación de derrumbe se viven dentro y fuera del Parlamento.



Como veterana militante en la convulsa izquierda griega, Bolari ha participado en la formación del Foro Social Europeo, en el movimiento contra la guerra en Irak, en Afganistán y en la creación de Syriza. Pocas horas antes de la rueda de prensa para anunciar el mitin internacional de Izquierda Anticapitalista, en el que ella da apoyo a esta formación, habla con Público en la cafetería La Marabunta de Lavapiés sobre la situación de su país, la apuesta política de su formación y las posibilidades de cambio en Europa.



¿Cuáles cree que son las razones que han hecho que Syriza pase de ser una pequeña fuerza de extrema izquierda a convertirse en la segunda fuerza del país?



Primero, hay que destacar la política radical que ha llevado a cabo Syriza en todo momento: la reclamación de la anulación de la deuda, la oposición plena a las políticas de austeridad y, desde siempre, el apoyo a la gente pobre y a los trabajadores.



Syriza adoptó una posición clara sobre la deuda y dijo que es injusta. Hemos mantenido que la deuda es un problema relacionado con la cuestión de clase y no con la crisis. Además, en todo momento, hemos adoptado una política contra los memorándums de la Troika.



Otro factor ha sido nuestra clara orientación hacia la unidad. Syriza es una coalición de distintas sectores de la izquierda. Además, hemos llamado a colaborar a toda la izquierda, al Partido Comunista y a Antarsya. También ha sido crucial que hayamos dicho que estamos preparados para gobernar el país, que la izquierda es capaz de formar gobierno. Esto es muy importante para la gente.



Quienes están luchando en Grecia, los movimientos sociales, saben perfectamente que sus problemas sólo tienen una solución política. Y, para conseguir solucionarlos, tienen que derribar al Gobierno actual y formar otro de izquierdas. Hay que tener en cuenta que, en Grecia, cuando hablamos de izquierda, hablamos de un Gobierno que excluya a la socialdemocracia, No existe la posibilidad de pacto con ellos: eso no es izquierda.



En las últimas elecciones fuisteis segunda fuerza, Nueva Democracia consiguió pactar para formar gobierno y ha seguido aplicando las políticas de austeridad. Al tiempo, hemos visto cómo continúa creciendo la extrema derecha de Amanecer Dorado ¿Qué ha cambiado en Grecia en estos meses?



El Gobierno actúa bajo una doble presión. Por una parte, las exigencias de la Troika; y, por otro lado, la presión del movimiento popular. Así que, en la votación del tercer memorandum, la coalición de gobierno se ha tambaleado y ha perdido apoyos. Es un Gobierno muy frágil que está en la cuerda floja. Sin embargo, es un Gobierno muy peligroso porque cuenta con la ayuda de la clase dominante en Grecia, los medios de comunicación y el gran capital europeo.



Amanecer Dorado ha conseguido tanto poder apelando a dos problemas que preocupan mucho al ciudadano griego: la corrupción de la clase política y la inmigración. Sin embargo, hay que decir que, para conseguir este auge, ha contado también con la ayuda de los medios de comunicación. Muchas cadenas de televisión han amplificado su discurso y lo han llevado hasta los hogares de los pobres.



¿Cree que llegarán a gobernar Grecia?



Posiblemente, en los próximos meses. La situación en Grecia es tan frágil e inestable que nos estamos preparando para cualquier cosa. No creemos que vaya a ser fácil, no creemos que el Gobierno vaya a convocar elecciones por propia voluntad. Por lo tanto, Syriza, por un lado, exige elecciones al Gobierno; y, por otro, pide a los movimientos populares intensificar las luchas e imponer desde abajo unas elecciones. Mientras ellos sigan en el poder, la destrucción avanza cada día. Es progresivamente difícil para nosotros encontrar las soluciones y las vías para resolver estos problemas.



Ganáis las elecciones, ¿Y al día siguiente?



Lo que esperamos es que el resto de la izquierda participe en este Gobierno y que los movimientos sociales, con su lucha en la calle, lo defiendan de los ataques que sin duda vendrán. Esta es nuestra meta, es lo que tratamos de hacer.





¿Es exportable el modelo de Syriza al resto de Europa?



Syriza es dos cosas a la vez, dos cosas que están conectadas. Syriza es la unidad y la radicalidad, que caminan juntas. Syriza es el movimiento, la lucha en la calle y la política en el Parlamento. Esta alternativa se ha construido durante los últimos diez años en los movimientos, como resultado de un debate muy intenso entre opiniones enfrentadas. Tenemos mucha confianza en esta opción.



En Grecia, esta alternativa ha ayudado a la clase, ha ayudado a la política, ha ayudado a la sociedad, a la izquierda. Estamos muy orgullosos de que nuestro ejemplo inspire. Sin embargo, en cada país, la izquierda ha de encontrar su propio camino, según sus condiciones propias.



Quiero añadir que la intensificación de la lucha en los países de sur de Europa es una ayuda muy importante para el movimiento en Grecia.



¿En España se dan las condiciones para una experiencia similar?



No conozco la situación política en España, lo que intentamos hacer es explicar qué hemos hecho en Grecia, pero no queremos dar instrucciones al resto de países sobre lo que tienen que hacer. En la tray­ectoria de Syriza hubo momentos en los que tuvimos que tomar decisiones muy importantes.



¿Qué decisiones?



En primer lugar, ha sido determinante que las fuerzas que conforman Syriza hayan estado juntas cada día en la calle, es ahí donde se ha trabado la alianza. Además, también tuvimos que decidir el rotundo rechazo a cualquier tipo de colaboración con la socialdemocracia.



¿Es posible el impago de la deuda y revertir las políticas de austeridad dentro del marco de la UE y el euro, o habría que romper con ellos?



La Unión Europea es hoy una Unión Europea neoliberal que exige políticas de austeridad a todos los países para poder superar la crisis económica. Lo que nosotros queremos es otra Grecia, otra Europa diferente. La salida de la UE en sí no responde a la pregunta de quién va a pagar la deuda, si la va a pagar el capital o los trabajadores.



Si la opción que ofreciera la Troika fuera seguir con los memorandums o la expulsión del euro y la Unión, ¿qué elegirían?



Si llegamos a este nivel de chantaje desde la UE, lo que vamos a hacer es defender a nuestra sociedad, a los trabajadores, y pedir el apoyo a los países que están sufriendo las mismas políticas de austeridad. No vamos a pagar.



No hay que darse prisa en responder esta pregunta. La UE también está atravesando una crisis muy importante. Lo que queremos decir con la unidad es que queremos una herramienta que nos permita movilizar a colectivos muy amplios, y es por eso que hemos elegido esta dirección. Luchamos en las bases de los sindicatos y tenemos relación con las fuerzas organizados de toda la izquierda. También intentamos hablar y convencer a la base de la socialdemocracia. Pero todo esto desde una perspectiva de resistencia y de ruptura.



¿Es Latinoamérica un ejemplo para Europa?



Se puede utilizar como ejemplo. Allí, la situación se parece mucho a la del Sur de Europa, tanto por el problema de la deuda como por la demostración de que es posible el cambio.



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Se están evaporando los compromisos con los derechos de las mujeres

Se están evaporando los compromisos con los derechos de las mujeres


En el mundo mueren más mujeres entre 15 y 44 años víctimas de violencia que de cáncer o en accidente de tráfico (Fuente: ONU Mujeres)







España
Tercera Información
25-11-2012


Los recortes en políticas de igualdad en un 24%, son tres veces más severos que la media de los ministerios (8’9%) poniendo en peligro recursos tan necesarios como los destinados a combatir la violencia de género donde desde el 2011 se acumula un recorte del 27%.



No basta con denunciar. El acceso a la justicia por parte de las mujeres maltratadas sigue siendo deficitario y las revictimiza. Según el Consejo General del Poder Judicial, el número de sobreseimientos de casos es muy elevado, 48.000 sólo en 2011, y el número de órdenes de protección se ha reducido en 10 puntos desde 2007.



Hace sólo dos años la cooperación española era el segundo mayor donante mundial en derechos de las mujeres y erradicación de la violencia de género.



En el actual contexto de crisis económica que vivimos las violencias contra las mujeres no dejan de crecer, y sin embargo se están reduciendo los presupuestos para poner en marcha políticas que aseguren que los derechos de las mujeres se cumplan en todo el mundo. La pobreza, el recorte en servicios públicos y el auge de políticas neoconservadoras fomentan fundamentalismos que pretenden mantener modelos sociales que suponen la subordinación y la explotación de las mujeres bajo el paraguas de la tradición y la moralidad.



Además, las violencias que sufren las mujeres no son sólo físicas, sino que tienen múltiples manifestaciones tal como recogen en el video de lanzamiento de la campaña Tu Voz Cuenta en el que colaboran no sólo rostros conocidos, sino personas que representan a una sociedad, comprometida con la erradicación de la violencia y a favor de la equidad.





Por eso, la Campaña Tu Voz Cuenta se sumó a las concentraciones convocadas el domingo 25 de Noviembre, donde siguen recogiendo ¿Qué es para ti la violencia contra las mujeres? en su muro de expresión



En tiempos de crisis… se evaporan los compromisos con los derechos de las mujeres. Los Gobiernos recortan el presupuesto para la prevención, la atención y el empoderamiento de mujeres.



En tiempos de crisis… se produce un retroceso en los espacios de participación. En los países de la primavera árabe, es frecuente el mantra de que “primero es la revolución”, relegando las prioridades de las mujeres a un segundo plano.



En tiempos de crisis… se reducen drásticamente las oportunidades para las mujeres. Sin políticas de igualdad aumenta la brecha entre hombres y mujeres; las mujeres siguen siendo más pobres, tienen menos acceso a educación, a salud, a decidir el número de hijos y cuándo tenerlos y, en definitiva, a su autonomía social y política.



La Campaña Tu Voz Cuenta trata de concienciar a la sociedad civil española sobre la necesidad de continuar invirtiendo en política de igualdad y cooperación. En medio de esta crisis sistémica y los ajustes económicos, son muchos los retos que enfrentan las mujeres, en España y en los países del Sur, en todo el mundo. Los derechos de las mujeres siguen siendo vulnerados; y los ajustes presupuestarios afectan de forma directa a las mujeres poniendo en peligro los logros obtenidos en materia de igualdad.



Tu Voz Cuenta está impulsada por diversas organizaciones de la cooperación española, ONGD: ACSUR Las Segovias, AIETI, PBI, Plataforma 2015 y más, Solidaridad Internacional, Red Activas, IEPALA, Entrepueblos, ICID, Mujeres en Zona de Conflicto, Mujeres del Mundo, y organismos internacionales como ONU Mujeres.



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Contra la guerra de las banderas, internacionalismo de clase

Contra la guerra de las banderas, internacionalismo de clase


– 27 septiembre, 2012

Publicado en: EDITORIAL

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En un marco de hegemonía pura y dura de las clases dominantes, en el que tanto el PP como CIU utilizan la crisis creada por el capitalismo financiero para desmantelar el mediano Estado de Bienestar conquistado en España y conducir a los mínimos niveles de subsistencia y a la pobreza a cada vez mayor número de personas, la burguesía catalana está lanzando el órdago a la grande de la independencia. De esta forma, y por arte de birlibirloque, CIU ha hecho olvidar a una parte de la sociedad catalana su patente incapacidad para resolver los problemas de su país y, sobre todo, su clasista política de recortes de la sanidad y de la educación y su alineamiento con la desvastadora política económica y social neoliberal que la derecha que gobierna desde La Moncloa está aplicando a golpe de decretazo; exactamente, de 32 decretos-leyes. Por si acaso pudiera existir alguna duda al respecto, merece la pena recordar que, para sacar adelante todos ellos, el PP contó con el resuelto apoyo CIU en el Congreso de los Diputados.



De esta forma, “el nacionalismo de cartera” de la burguesía catalana a la que representa CIU ha desbordado las ansias independentistas de ERC y, en esta “huida hacia adelante”, está poniendo contra las cuerdas al PSOE, con el irresponsable “transformismo” nacionalista de algunos de sus dirigentes, y a una parte de la izquierda transformadora, IC-EUiA, que parece haberse dejado enmarañar por el discurso nacionalista. Un discurso que la burguesía vende como la solución para todos los problemas – aunque, naturalmente, sólo sean los suyos- y mediante el cual sepulta con un fácil sentimentalismo de agravios históricos y actuales – por supuesto, de naturaleza económica- los intereses de clase de los trabajadores y de la inmensa mayoría de la sociedad catalana.



Yendo más al fondo del asunto, la conversión oportunista de CIU al independentismo expresa a las claras una de las manifestaciones más acabadas de la lucha de clases y de los mecanismos opresores del capitalismo: La que se desarrolla en la arena internacional entre los países ricos y los países pobres, entre el Norte y el Sur, entre la metrópoli y la periferia. Dicho de otro modo, CIU pretende desembarazarse de sus “desiguales” y subir a Cataluña al carro de los vencedores –Alemania a la cabeza de ellos – en esta abierta y nada soterrada lucha sin cuartel contra los derechos de los más débiles. Una operación en toda regla del reaccionarismo más rancio, vestido con los ropajes de un nacionalismo “prêt a porter” y que cuenta con el apoyo de grupos mediáticos de amplia influencia, dispuestos a contar minuto a minuto, en directo, los pasos que podrían conducir a la independencia de Cataluña…en beneficio de su cuenta de resultados.



“Crónica Popular” se sitúa en la misma posición de las fuerzas políticas de la izquierda transformadora que denuncian al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y al de la Generalitat, Artur Mas, por “agitar la guerra de las banderas para esconder los problemas reales de España y Cataluña, derivados de las políticas neoliberales que ambos están aplicando, y como “cortina de humo” para ocultar su incapacidad de gestión y justificar sus políticas de ajuste”. Y coincide con ellas cuando subrayan que “el problema real de Cataluña no es el del pacto fiscal ni el de su independencia, sino su falta de recursos, las excesivas bonificaciones fiscales, la rebaja de los impuestos a los ricos y el aumento del fraude fiscal, medidas que CIU ha apoyado en Madrid”.



A partir de ahí, “Crónica Popular” rechaza de plano tanto el concepto patriotero y “centralizador” que agita la derecha que representa el PP como el nacionalismo de CIU y de quienes se sitúan a remolque de sus maniobras. Pero, al mismo tiempo, propugna el reconocimiento constitucional del derecho a la autodeterminación y expresa su apoyo a una solución federal para España, a una República federal, a la III República que, más temprano que tarde, será la forma de Estado en la que los españoles desarrollaremos nuestra convivencia. Y, frente a la guerra de banderas, reitera con firmeza los principios revolucionarios del internacionalismo de los trabajadores y su defensa a ultranza de los derechos de las capas más desfavorecidas. Su defensa de los derechos de las que Gramsci denominaba “las clases subalternas”, a las que los nacionalismos, de antes y de ahora, las burguesías que han blandido siempre los símbolos y sentimientos de las identidades excluyentes, han utilizado como “carne de cañón” de unas guerras creadas aparentemente por “el orgullo de las patrias” pero que, en realidad, se llevaron a cabo para aumentar el poder y la recomposición de capital de las clases dominantes.



La izquierda transformadora tiene su propio discurso sobre los nacionalismos, enmarcado nítidamente en la teoría y práctica del internacionalismo, y no se deja seducir por la “estrechez nacional” y el nada discreto encanto de una burguesía que, una vez más, antepone sus intereses de clase y golpea, sin que le tiemble el pulso, a los trabajadores y a quienes se encuentran en una mayor indefensión en la sociedad capitalista.

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El Gobierno recupera la ley de tasas franquista

El Gobierno recupera la ley de tasas franquista


Carmen Barrera Chamorro
Secretaría de Acción Sindical Federación de Servicios Públicos de UGT

nuevatribuna.es
22 Noviembre 2012 - 13:31 h. .No es sólo la eliminación de los derechos laborales con la Reforma Laboral y la práctica desaparición de la negociación colectiva. Los golpes de Ley del Gobierno han ido mermando las fuerzas de la clase trabajadora, al dar todo el poder al empresario y romper ese frágil equilibrio eliminando toda protección al trabajador. A través del Código Penal han criminalizado la protesta, con multas y penas de cárcel desproporcionadas.



El Gobierno no quiere que tengamos derechos en nuestro trabajo, no quiere que protestemos, no quiere que nos movilicemos para defendernos y, por último, no quiere que hagamos valer la ley frente a quien la infringe conculcando nuestros derechos, ya sea la propia Administración Pública o una empresa, que gozan -a partir de ahora- de privilegios en la aplicación de justicia frente a nosotros. Esta cuadratura del círculo en la devaluación del sistema de derechos ciudadanos de los españoles la consigue el Gobierno con la nueva Ley de Tasas.



Las tasas judiciales tienen una larga historia. Se impusieron en España en 1959 y entonces iban a parar, como complemento del sueldo, a los secretarios judiciales. Aquellas tasas franquistas, que se aplicaban en todos los órdenes jurisdiccionales -salvo en el social y, en algunos casos, en el penal-, las suprimió el Gobierno de Felipe González en 1986 mediante una ley que apelaba, precisamente, al derecho constitucional a obtener la tutela judicial efectiva. La norma recordaba que todos los ciudadanos deben obtener justicia "cualquiera que sea su situación económica o posición social". Una gran conquista y avance democrático que ahora, a golpe de ley de tasas, hemos perdido.



Es lógico pensar que si el Gobierno del PP reedita ahora una ley franquista, como tal esta pueda ir en contra de nuestra Constitución. Efectivamente, la ley vulnera el Artículo 24 de la Constitución que asegura que “todas las personas tienen derecho a obtener la tutela efectiva de los jueces y tribunales en el ejercicio de sus derechos e intereses legítimos, sin que en ningún caso pueda producirse indefensión”. La doctrina del Tribunal Constitucional, siguiendo a los tribunales europeos, sólo admite las tasas en el ámbito de la justicia cuando por su importe no impidan el acceso a la jurisdicción por motivos económicos. Y ese va a ser precisamente el efecto que va a producir la nueva ley de tasas: indefensión ciudadana, por no poder asumir el elevado coste de nuestra defensa jurídica. Además, la ley vulnera el concepto mismo de tasa que establece la propia Ley General Tributaria y que la define como el pago que una persona realiza para sufragar los gastos que ocasiona por el uso de un servicio público.



En el momento de nuestra historia en que el desempleo en España es más alto, el 25,02% (EPA, 3T2012), reclamar por un despido en lo social costará 500 euros y en segunda instancia puede llegar a 800€. En esta jurisdicción (la social), fundamental en la defensa de derechos básicos, el trabajador o el pensionista que tenga que recurrir una sentencia desfavorable, pagará 500€. En lo civil, cualquier pleito costará 2.000 euros y bastante más sólo la demanda. En análogas cantidades se sitúa el orden contencioso-administrativo.



Estas tasas operan en todas las jurisdicciones excepto la penal y se aplican a todas las personas físicas sin derecho a justicia gratuita (estas son sólo familias con ingresos de 1.200 euros/mes) y las jurídicas. Única excepción: el Estado en todas sus formas, y el Fiscal.



Es el fin del derecho del consumo (se beneficia a las compañías telefónicas, aéreas y demás empresas que sistemáticamente abusan de los consumidores) y de la protección contra la arbitrariedad del Estado que confiere la jurisdicción contencioso-administrativa (¿Quién recurrirá una expropiación injusta o reclamará por un error médico en la sanidad pública, teniendo que poner de su bolsillo esas cuantías tan elevadas?).



Es grave que la ley disponga que el Estado no pague tasas y a las empresas les resulte irrelevante tanto la tasa como cualquier otro gasto procesal (ya que se deducen tanto las tasas como el IVA de sus abogados y procuradores al 21% así como las minutas completas de éstos), mientras la ciudadanía es la única que asume las tasas, el IVA, los gastos y las minutas. Ante la impunidad para el Estado y para el más poderoso, decir que volvemos a una situación preconstitucional es decir muy poco. No es exagerado plantear que está en juego el propio Estado de Derecho, cuya misma esencia es disponer de la protección de los tribunales. Ni jueces, ni fiscales, ni abogados, ni procuradores, ni secretarios judiciales, ni peritos, ni oficiales, ni auxiliares de justicia entienden esta ley.



No podemos quedarnos impasibles ante una ley que tiene como efecto directo e inmediato la imposibilidad de control contra la arbitrariedad del Estado y de los poderosos. El fin del derecho del consumo y, en definitiva, que triunfe la ley del más fuerte. No podemos consentir que las leyes pongan fin y coto a nuestra democracia. Tenemos que alzar nuestra voz expresando nuestra máxima repulsa. Es tarea de todos y todas.



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miércoles, 21 de noviembre de 2012

La Huelga General y la izquierda

La Huelga General y la izquierda

Alberto Garzón




Publicado en La Opinión de Málaga



La izquierda clásica ha considerado siempre que las dos mejores herramientas de lucha las conforman los sindicatos de clase y los partidos políticos. Los primeros, porque pueden resistir los embistes de los empresarios que tratan de deteriorar las condiciones laborales de los trabajadores en aras de la maximización de beneficios y, cuando se dan las condiciones, incluso pueden arrancar del empresario conquistas en materia de derechos laborales. Los segundos, porque aspiran a acceder a un poder desde el que cambiar el corpus jurídico que regula desde el acceso a los servicios públicos hasta el proceso de negociación laboral. Tanto los partidos socialdemócratas como los comunistas, pasando desde luego por los proyectos eurocomunistas, han suscrito esta estrategia.



El marco en el que estas estrategias han operado hasta ahora ha sido el llamado Estado de Derecho, que en España se ha cristalizado en el orden constitucional del 78 y que garantizaba poder de negociación a los sindicatos así como determinadas conquistas sociales en materia de servicios públicos y derechos civiles. Estas instituciones han determinado desde entonces el terreno de juego en el que se ha llevado a cabo la lucha de partidos y sindicatos de izquierda en este país.



Pero en las últimas décadas se han dado dos fenómenos importantes que han modificado las condiciones en las que lo anterior tenía sentido.



En primer lugar, la globalización económica ha reducido la capacidad de los parlamentos para gestionar las relaciones económicas, hasta el punto de que hoy el propio Congreso se ha convertido en un teatro de sombras. Los partidos de izquierdas participan, entonces, en un proceso democrático formal pero que carece de la sustancia necesaria como para posibilitar cambios importantes a nivel económico.



En segundo lugar, la aplicación de las políticas neoliberales desde los años ochenta ha modificado la propia naturaleza del modelo de acumulación capitalista. El resultado ha sido lo que se ha denominado postfordismo, o modelo de acumulación flexible, y que se ha caracterizado por la terciarización de la economía (un importante crecimiento del sector servicios) y unas relaciones laborales de alta precariedad. Este fenómeno ha conducido a una mayor debilidad de los sindicatos de clase, los cuales han tenido que desarrollar su lucha en un mercado de trabajo dual y con una generalizada desconfianza por parte de los trabajadores precarios.



En el actual contexto de globalización económica, y sumidos en una Gran Depresión que las grandes empresas y los grandes bancos están utilizando para desmontar todos los servicios públicos y derechos laborales, se están dinamitando todas las normativas que regulan las relaciones laborales. De hecho está comenzando de facto un nuevo proceso constituyente con el ADN del ultraliberalismo. Así las cosas, para la izquierda es una estrategia suicida continuar con los mismos mecanismos de lucha que hace 30 años.



Por eso es una magnífica noticia que, para comenzar, la huelga general del próximo 14 de noviembre se presente con una configuración distinta. Los movimientos sociales, habitualmente desconectados de la lucha sindical, han sumado sus fuerzas para lograr paralizar el país en un momento en el que la simple denuncia de la regresión absoluta que están llevando a cabo los poderes económicos es casi revolucionaria.

Sin duda debemos enterrar toda idea de que la instauración de una verdadera democracia, más allá del mero aspecto formal que hoy decora nuestro sistema político, puede lograrse sólo desde la coordinación de lucha entre partidos y sindicatos. No ya, y no en el actual contexto.



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