jueves, 30 de diciembre de 2010

EL GOBIERNO ESCONDE LA VERDAD SOBRE LA REFORMA DE LAS PENSIONES PÚBLICAS

El Gobierno esconde la verdad cuando habla de la reforma de las pensiones públicas

El Gobierno dice que es inevitable aumentar la edad legal de jubilación a los 67 años (aunque lo quiera hacer con flexibilidad)
No es cierto.
España es uno de los países de Europa con una edad “real” de jubilación más alta (63 años y 10 meses) y cercana a la edad legal.
El Gobierno dice que el aumento de la esperanza de vida (habrá más pensionistas en el futuro) hace necesaria la reforma.
No es cierto.
Es verdad que habrá más pensionistas, pero también es verdad que habrá más cotizantes y con cotizaciones más altas. El problema no es demográfico, sino de voluntad política. Se pueden hacer cotizar los contratos que están en la economía sumergida, se puede evitar que las mujeres ganen un 30% menos que los hombres y, por tanto, coticen menos, se puede elevar el salario mínimo (uno de los más bajos de Europa), se puede hacer cotizar las becas (en su mayor parte son contratos laborales encubiertos) se pueden elevar las cotizaciones máximas (la base más alta son 3.198 euros/mes; a partir de ahí ya no se cotiza más).
El Gobierno dice que el gasto en pensiones es muy alto.
No es cierto.
En 2011 gastaremos en pensiones contributivas en torno al 10% del PIB. En 2040, el 14%. Hoy hay ya países como Italia que ya gastan ese 14 %. Francia gasta ya el 12%. Nuestras pensiones medias son de las más bajas de Europa y el número de pensionistas comparado con la población también es de los más reducidos. Incluso en períodos de crisis como el actual y con 4,5 millones de parados, la Seguridad Social tiene superávit y el Fondo de reserva está aumentando hasta alcanzar casi los 70.000 millones de euros.

El Gobierno dice que las medidas que se toman ahora son para consolidar el sistema y garantizar las pensiones del futuro.
No es cierto.
La realidad es que las medidas que se toman tienen por objetivo reducir las pensiones y así lo expresa el Gobierno en el compromiso contenido en el Plan de Austeridad enviado a la Comisión Europea. El aumento de la edad de jubilación significa que todos cobraríamos dos años menos de pensión, con el consiguiente ahorro (que se estima en un 6%) y el aumento de los años de cómputo para determinar el importe de la pensión, de los actuales 15 años a 20 o 25, significa que todos cobraremos pensiones más bajas (entre un 5 y un 10% menos) porque los salarios más antiguos eran más bajos.
El Gobierno dice que defiende el sistema público de pensiones.
No es cierto.
Lo ha entregado a los mercados, que tienen nombre y apellidos. Son los bancos y las compañías de seguros. Se pretende un modelo asistencial, es decir unas pensiones públicas mínimas y el resto con complementos de los seguros privados.
Todo ello parece una mala inocentada de fin de año. Pero no lo es.
Sólo la lucha y la movilización puede impedir que toquen las pensiones imponiendo su reforma dentro de un mes.


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miércoles, 29 de diciembre de 2010

"ESTA VEZ NO HAY UN ARCA DE NOÉ, NOS SALVAMOS O PERECEMOS TODOS"

Entrevista al escritor y teólogo brasileño Leonardo Boff
"Esta vez no hay un Arca de Noé, nos salvamos o perecemos todos"


Daniela Pastrana
IPS




"El mercado no va a resolver la crisis ambiental", dice el teólogo y ecologista Leonardo Boff, profesor de la brasileña Universidad del Estado de Río de Janeiro. La solución, insiste, está en la ética y en la batalla de los pueblos originarios para cambiar la relación con la naturaleza.
Boff, que enseña Ética, Filosofía de la Religión y ecología, es uno de los principales representantes de la Teología de la Liberación, corriente progresista de la Iglesia Católica en América Latina, ha escrito más de 60 libros y dedicó los últimos 20 años a promover el movimiento verde.

Fue uno de los 23 impulsores de la Carta de la Tierra en 2000 y, un año después, recibió el Right Livelihood Award, conocido como el Premio Nobel Alternativo, que se otorga a personalidades destacadas en la búsqueda de soluciones a los problemas globales más urgentes.

"Si no cambiamos, vamos al encuentro de lo peor… O nos salvamos o perecemos todos", dijo Boff en una entrevista concedida a Tierramérica en la capital mexicana, tras asistir como observador a la 16 Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 16), celebrada este mes en Cancún.


TIERRAMÉRICA: ¿Cómo evalúa la COP 16?

LEONARDO BOFF: Lo que predominó, salvado en los últimos dos días, fue una atmósfera de decepción, de fracaso. Pero sorprendentemente hubo tres convergencias: el compromiso de luchar para no llegar a (un aumento de la temperatura mundial de) dos grados; la creación del Fondo (Climático Verde) de 30.000 millones de dólares (para 2012) a fin de ayudar a los países más vulnerables, una señal de solidaridad interesante; y la creación de un gran fondo para la reducción de la deforestación y la degradación de los bosques, porque ahí está la causa principal de calentamiento global.

¿Cómo entender la posición de Bolivia, único país que no aceptó estos compromisos?

Bolivia parte de la tesis de que la Tierra es Pachamama, un organismo vivo que hay que respetar, cuidar, y no sólo explotar. Es una visión contraria a la dominante, que está en el marco de la economía: vender bonos de carbono, por ejemplo, que significa tener derecho a contaminar.

Las sociedades dominantes ven a la Tierra como un baúl de recursos que se pueden sacar infinitamente, aunque ahora hay que sacarlos con sustentabilidad, porque son escasos. No reconocen dignidad y derecho a los seres de la naturaleza, los ven como medios de producción y su relación es de utilidad. Esos son temas que no entran en Cancún ni en todas las COP.

¿Por qué tendrían que estar?

Porque el sistema que ha creado el problema no nos va a sacar de él. Si cada país tiene que crecer un poco al año y al hacerlo degrada la naturaleza y acrecienta el calentamiento, entonces, ese sistema es hostil a la vida.

El argumento es que es necesario para el desarrollo...

¿Crecer significa qué? ¿Explotar la naturaleza? Exactamente ese tipo de crecimiento y desarrollo puede llevarnos a un abismo, porque los seres humanos estamos consumiendo 30 por ciento más de lo que la Tierra puede reponer.

Ahí está el círculo vicioso. China no puede contaminar 30 por ciento, como contamina, porque la contaminación no se queda en China, entra al sistema global.

El problema es la relación del ser humano con la Tierra, porque es violenta, de puño cerrado… Mientras no cambiemos eso, vamos al encuentro de lo peor. Y esta vez no hay un Arca de Noé. Nos salvamos o perecemos todos.

¿Tan grave es?

Hay regiones del mundo que han cambiado tanto que ya se hacen inhabitables. Por eso hay 60 millones de desplazados en África y el sudeste de Asia, que son los más afectados y los que menos contaminan. Si no lo paramos, en los próximos cinco o siete años serán como 100 millones de refugiados climáticos, y eso va a crear un problema político.

¿Cuál es el papel de América Latina?

LB: Es el continente que más posibilidades tiene de una contribución positiva a la crisis ecológica: tiene los más grandes bosques húmedos y reservorios de agua, la más grande biodiversidad y tal vez las extensiones más grandes para cosechas.

Pero todavía hay una insuficiente conciencia ecológica en gran parte de la población. Y, por otra parte, hay una invasión muy riesgosa de grandes empresas que se están apropiando de vastas regiones. Es una apropiación de bienes comunes en función de beneficios particulares.

En Argentina, Brasil, Chile, Venezuela, de a poco se están dando cuenta del juego nuevo del capital: una gran concentración de medios de vida para garantizar el futuro del sistema.

¿Qué opciones hay?

Tenemos fondos y tecnología, pero nos faltan la voluntad política y la sensibilidad con la naturaleza y la humanidad sufriente. Eso hay que rescatar. Y junto con la ética del cuidado va la ética de la cooperación. Ahora se impone la cooperación de todos con todos.

¿Es posible? ¿Qué hay que hacer?

Hay movimientos, especialmente en grupos que ven que sus tierras son divididas, como La Vía Campesina y los Sin Tierra de Brasil. Y los indígenas, que no ven a la Tierra solo como un instrumento de producción, sino como una extensión de su cuerpo, y la necesitan para garantizar su identidad.

Estamos buscando el equilibrio y esa es la tarea colectiva de la humanidad que el mercado y la economía no van a resolver. Cada uno tiene que hacer su parte, ser más con menos, tener un sentido de la justa medida. El problema no es de dinero.


Fuente: http://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=97215




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CON LAS SUBIDAS DE LA LUZ, EL GAS Y EL TREN, COMIENZAN LOS SACRIFICIOS QUE ADVIRTIÓ EL BORBÓN

La ilógica socialista y la subida de la luz, el gas y el tren
Escrito por Carlos Tena / Rebelión
Miércoles, 29 de Diciembre de 2010 07:10
A partir del próximo 1º de enero, a su majestad el rey de la España neo franquista y oscura le va a importar tres testículos, que el gobierno del socialista Zapatero (con la ilógica aplastante de quien se dice seguidor de Pablo Iglesias y camina por la senda de José Antonio Primo de Rivera) haya decidido que las tarifas eléctricas suban casi un 10%, exactamente un 9'8%, que no es lo mismo pero es igual.



De la misma forma, en casa de Bono (no me refiero al admirado cantante de U-2, pero ciudadano pelotillero, sino al presidente falangista de las Cortes, nada riguroso como político y ser humano o de su primo de equipo Patxi López), no va a temblar nadie ante una factura que sí hará tiritar de indignación a millones de trabajadores y pensionistas; estos últimos asisten impotentes ante el atraco a mano armada perpetrado por las familias que controlan las centrales energéticas, limpias o no, el gas y el petróleo, porque lo que importa es que la crisis la continúen pagando los de siempre. Una subida que afecta a la luz, al gas y al tren y que el Borbón ya nos advirtió que debemos afrontar con gran espíritu de sacrificio.

Espartaco murió tras haber dado un susto al imperio romano, pero los tiempos de héroes y líderes del pueblo llano han pasado a la historia. Tal vez en Iberoamérica ese tesoro humano no haya sufrido tanta merma como en el llamado primer mundo, y las imágenes del Ché, Fidel, San Martín, Sandino, Camilo, Bolívar, Chávez, Marulanda, el sub-comandante Marcos o Juan Bosch, posean mucha más actualidad y desprendan toneladas de esperanza para esos millones de seres anclados en una esclavitud absoluta, parte de los cuales siguen apareciendo en fosas comunes de Colombia, México, Perú, Guatemala, Argentina, Chile, Paraguay, Uruguay, El Salvador o Haiti, sin que los medios de comunicación habituales lancen sus dardos envenenados contra los culpables de ese genocidio lento pero aniquilador de vidas y esperanzas.


En estos tiempos de impostura, en los que se ejecuta o asesina indirectamente a dirigentes señalados por el dedo acusador del neo fascismo capitalista (Milosevic, Sadam Hussein, Arafat, Olof Palme, Allende, etc.), resulta un sarcasmo histórico que aún no hayan pasado por las salas del Tribunal de la Haya genocidas como George W. Bush, Anthony Blair, José Mª Aznar, Ariel Sharon, Benjamín Netanyahu, Mohamed VI de Marruecos, y decenas de delincuentes más sobre los que pesa el dolor y la sangre de millones de inocentes. ¿Funciona la justicia internacional como en la época en que el Tribunal Russell (1)?, se preguntará el lector, lamentando que las decisiones que pudiera tomar hoy en día no fuesen sino victorias morales sobre la iniquidad internacional.

Ni los documentos revelados por Wikileaks, entregados por el heroico soldado Bradley Manning al ciudadano australiano Julian Assange, con los que la organización sacudió la diplomacia internacional, han impedido que la impostura y la irracionalidad, el terrorismo de estado y el crimen organizado por diferentes gobiernos de USA, Francia, España, Gran Bretaña, Alemania, Israel, Perú, Colombia, etc., sigan anclados en los principios "democráticos" de un régimen a todas luces fascista.

Fue un dominico vidente, hoy olvidado autor de Vida de Pecadores, Fray Luis de Granada, quien hace ya casi 500 años profetizara: "Verás maltratados a los inocentes, perdonados a los culpables, menospreciados los bondadosos, honrados y sublimados los canallas, verás a los pobres y humildes abatidos. Y en todos los negocios, tendrá más poder el favor que la virtud". Nunca mejor dicho.

Sabemos que delante de nosotros se ha gestado un monstruo casi imposible de aniquilar, si no fuera porque siguiendo los manuales de la guerra de guerrillas (que derrotó al omnipotente ejército yanqui en Vietnam del Norte), las victorias a pie de urna del pueblo venezolano, ecuatoriano, boliviano, nicaragüense, las valientes luchas de los pueblos de Honduras, México, El Salvador, Guatemala, las de las tribus mapuches en Chile y Argentina, la de las mujeres en todo el mundo, han encendido una pequeña luz en el horizonte que no hemos de pagar aunque alumbre el camino.

Esa claridad no pueden castigarla con subidas en los recibos y facturas. Ese rayo de esperanza e ilusión por un mundo mejor, que es posible, no lo puede monopolizar ninguna multinacional de la energía. Hagamos lo imposible porque siga alumbrando en el 2011 y en el próximo siglo.

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Nota.- El Tribunal Russell, también conocido con el nombre de Tribunal Internacional sobre Crímenes de Guerra o Tribunal Russell-Sartre, fue un organismo público establecido por el filósofo británico Bertrand Russell y secundado por Jean-Paul Sartre, filósofo y dramaturgo francés. Este Tribunal contó se encargó de investigar la política exterior estadounidense y la intervención militar que este país llevó a cabo en Vietnam. El Tribunal Russell sobre Palestina se creó en marzo de 2009.




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martes, 28 de diciembre de 2010

RESPUESTA A LOS PORTAVOCES DE LA BANCA SOBRE LAS PENSIONES

Respuesta a los portavoces de la banca sobre las pensiones


Artículos de Opinión | Vicenç Navarro | 28-12-2010 |
Las reformas de las pensiones públicas propuestas por el gobierno español se han convertido en un tema central en el debate político. El retraso de la edad de jubilación de 65 a 67 años, ha creado, como era de esperar, un gran revuelo, pues tales reformas afectarían de una manera muy marcada los beneficios de los pensionistas. Y naturalmente, hay grupos de presión, como la banca y las cajas de ahorro, que están muy involucradas en este debate, pues sus intereses económicos están también en juego. Los planes de pensiones privados están en profunda crisis y las decisiones que se tomen sobre las pensiones públicas les afectarían también de una manera muy significativa. En general, desean que los cambios en las pensiones públicas favorezcan la limitación de la cobertura de las pensiones públicas, a fin de facilitar y estimular el trasvase de aseguramiento del sector público al privado, sustituyendo o complementando las pensiones públicas.

La Banca, pues, tiene intereses en juego, y su influencia política, mediática y académica es enorme. A nivel académico, tanto la banca como el Banco de España financian revistas económicas, congresos, grupos de investigación y fundaciones (como Fedea, Fundación de Estudios de Economía Aplicada), que promueven sus puntos de vista e intereses. Su objetivo es convencer a la población de que el sistema público de pensiones no es viable tal como está y que la única manera de que sobreviva es reduciendo significativamente las pensiones públicas, de manera que la población se asegure privadamente. La Seguridad Social maneja, en cualquier país, la mayor cantidad de dinero que exista en aquel país. De ahí que la banca, ayudada por la presión de los mercados financieros, desearía intervenir en el manejo y gestión de tales fondos.


Una consecuencia del enorme poder mediático y académico de la Banca es que configura en gran manera la cultura económica del país, hecho que es particularmente evidente en España, donde la banca ha sido y continua siendo el poder fáctico con mayor influencia políticas en el país, tal como lo percibe correctamente la mayoría de la población española (Según la encuesta del CIS, la mayoría de la población cree que la banca tiene más poder que el gobierno español). Sus posturas se convierten en la sabiduría convencional promovida a través de los mayores medios de información y persuasión sobre los cuales la banca tienen considerable influencia. En realidad, tal poder determina que apenas existan voces discordes con sus posturas, claramente ideológicas, que se presentan como científicas.

Juan Torres, Catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla, y yo, publicamos un libro de difusión y popularización que titulamos “¿Están en peligro las pensiones públicas? Las pregunta que todos nos hacemos. Las respuestas que siempre nos ocultan” que, como su título señala, contestaba a las preguntas que millones de españoles se hacen sobre sus pensiones, cuestionando las tesis del capital financiero de que las pensiones públicas eran insostenibles. Publicado y difundido por Attac, se distribuyó ampliamente a lo largo del territorio español.

Apareció, más tarde, un manifiesto “La reforma de las pensiones” firmado por 100 economistas (que habían firmado previamente otro manifiesto a favor de las reformas laborales regresivas), en el que se reproducían las tesis de insolvencia del sistema público de pensiones, subrayando la necesidad de que se hicieran reformas, que reducirían los beneficios a los pensionistas. Tal documento era un manifiesto claramente ideológico, que encajaba con la filosofía neoliberal dominante hoy en la cultura económica del país. El mejor indicador de su carácter ideológico es que no se refería a ninguno de los trabajos, argumentos o evidencia, contrarios a sus tesis (tal como tendría que haber hecho si hubiera sido un trabajo científico). Y previsiblemente, no citaba nuestro trabajo, ni contestaba a ninguna de las críticas que habíamos hecho a los argumentos que sustentaban sus propuestas, argumentos que se han hecho muchas veces en documentos, informes y manifiestos promovidos por Fedea, que era la fundación que patrocinaba y financiaba este manifiesto.

Ello nos forzó a Juan Torres y a mí a escribir un documento en que, punto por punto, y argumento por argumento, presentamos evidencia científica y empírica que cuestionaba cada uno de los supuestos en los que se basaban sus tesis de insostenibilidad del sistema público de pensiones. En nuestra crítica mostramos también los errores metodológicos que hacían en sus cálculos (Ver “La respuesta al manifiesto neoliberal sobre las pensiones de los 100 economistas”, que también se distribuyó por Attac). Esto creó una respuesta, rodeada de gran hostilidad personal (con toda una batería de insultos por parte de algunos de sus portavoces), que apareció en sus propios medios y en los medios televisivos y radiofónicos, que les dieron gran visibilidad.

Y en su intento de desacreditarnos, nos acusaron de “no conocer economía” y otras descalificaciones, que hubiéramos ignorado si no fuera porque las cajas de resonancia que el capital financiero pone a su disposición, aumentaron su eco y fueron utilizadas para descalificar y desacreditar a los argumentos, además de a los argumentadores.

De ahí la necesidad de responderles. En cuanto al intento de descrédito de los argumentadores, acusándonos de no saber economía, es suficiente decir que tanto Juan Torres como yo hemos sido (y el Profesor Juan Torres continúa siendo) Catedráticos de Economía. El profesor Juan Torres, en la Universidad de Málaga primero, y en la de Sevilla después, y yo en la Universidad de Barcelona antes de ser Catedrático de Políticas Públicas en la Universidad Pompeu Fabra. Es de una enorme mezquindad, y también estupidez, hacer este tipo de acusación, pues es fácil de demostrar que es falso. Pero la debilidad de los argumentos de tales portavoces de la Banca es tal que se aferran desesperadamente a cualquier ataque personal, sin ninguna limitación ética que les frene.

Réplica a las críticas

El argumento que constantemente se hace a favor de las tesis de que el sistema de pensiones públicas no es sostenible es el de la transición demográfica, es decir, que debido al alargamiento de la esperanza de vida de la población, habrá cada vez más y más ancianos y que al coincidir con menos jóvenes (en parte consecuencia del descenso de la fecundidad), no habrá suficientes jóvenes para sostener a tantos ancianos.

Tal argumento, sin embargo, ignora varios hechos. Uno de ellos es que en los sistemas de reparto, la relación importante no es el número de jóvenes por cada anciano, sino el número de cotizantes y tamaño de cada cotización por pensionista. El número de cotizantes depende del porcentaje de la población que trabaja y cotiza a la Seguridad Social, un porcentaje que en España es todavía hoy muy bajo, sólo un 52%, cuando el promedio en los países nórdicos de tradición socialdemócrata (que tienen los sistemas de protección social más avanzados) alcanza unos porcentajes mucho mayores, de 72%. Y ello como consecuencia del elevado porcentaje de la mujer adulta que trabaja en el mercado laboral. En España, nos queda mucho por hacer para facilitar la integración de la mujer en el mercado de trabajo y con ello aumentar el porcentaje de adultos que trabajan, pagan impuestos, crean riqueza y contribuyen a la Seguridad Social. De ahí, la enorme importancia y urgencia de crear lo que en su día, en el 2000 llamé el 4ª pilar del bienestar, es decir, servicios de ayuda a las familias, tales como escuelas de infancia y servicios a las personas con dependencia, que ayuden a las familias a compaginar sus responsabilidades familiares (tanto la mujer como el hombre) con su trabajo en el mercado laboral. Y ahí también nos hace falta hacer mucho.

Productividad, riqueza y las pensiones

La otra variable que es muy importante para averiguar si el sistema de pensiones públicas es viable en el futuro es el tamaño de las cotizaciones sociales, así como de los impuestos que se generan para el estado a fin de sostener a pensionistas y a no pensionistas. Es decir, que la sostenibilidad de las pensiones depende de la riqueza del país. Y ello depende, además del número de trabajadores, de su productividad, un elemento clave que raramente es analizado por los sostenedores de las tesis catastrofistas de la Seguridad Social. Un ejemplo de esta postura es el informe sobre las pensiones en la UE (y en España) publicando en 2008 por la Comisión Europea, que alarmaba a la población española indicando que en cincuenta años las pensiones pasarían de representar un 8% del PIB en 2007 a un 15% del PIB en el año 2060, porcentaje que se asumía era excesiva, e imposible de sostener. Estas cifras fueron repetidas por el Banco de España, por Fedea y por el manifiesto de los 100 y se han convertido en la “evidencia científica” que apoya las tesis de insostenibilidad de la Seguridad Social.

El problema con esta argumentación es que es profundamente errónea y es fácil de demostrar. Si la productividad del trabajador durante el periodo 2008-2060, aumenta cada año un 1,5% (el aumento promedio en los últimos años), entonces el PIB en 2060 sería 2,23 veces más grande que el PIB del 2007. Es decir que si consideramos el PIB del 2007 como 100, en 2060 será 223. Pues bien, si el número de recursos para los pensionistas en 2007 era 8 (8% del PIB) y para los no pensionistas 92 (100-8), en 2060 sería para los pensionistas 33 (el 15% de 223) y para los no pensionistas sería 190 (223-33). Y todo ello medido en unidades monetarias que tendrían la misma capacidad de compra en 2060 que en 2007. Ni que decir tiene que el PIB en 2060 sería muchas veces más grande que el PIB de 2007 debido a la inflación y otros factores. Pero, las cifras que cito aquí son cifras de monedas de valor constante, es decir que tendrían la misma capacidad adquisitiva. No hay por lo tanto ningún problema.

La sorprendente respuesta de los portavoces del manifiesto de los 100 economistas que nos han respondido, es negar que aumentar la productividad sea significativo para calcular el aumento de los recursos de los pensionistas y no pensionistas dentro de 50 años. En realidad, uno de los más estridentes (con mayor cantidad de insultos en su argumentación) es Jesús Fernández Villaverde (próximo a la banca, que ha recibido un premio de la misma por su labor académica, sosteniendo las posturas de la banca), que niega que el aumento de la productividad sea significativo para discutir la viabilidad de las pensiones negando, además, que hubiera habido un aumento de la productividad en los últimos años (antes de la crisis) o que habrá un incremento en el futuro. Es fácil de demostrar que tal economista está equivocado. Según Groningen Growth and Development Center (que es el documento más utilizado por el mundo empresarial estadounidense) la productividad (GDP per hour worked) en España creció un 6.4% entre 1997 y 2007, y un 10% entre 1997 y 2009.Y más importante todavía, tomando periodos más largos (para poder ver el crecimiento independientemente de los ciclos económicos), entonces vemos que de 1979 a 2009, el crecimiento de la productividad laboral fue de un 77%. Asumir que el crecimiento de la productividad será cero o cerca de cero en los próximos cuarenta o cincuenta años es absurdo. Si ello fuera cierto, España tendría un problema gravísimo. Los críticos parecen asumir que España será más pobre dentro de cuarenta o cincuenta años que ahora. Esto no es sostenible.

Otros errores de los portavoces del manifiesto de los 100

Algunos economistas de este manifiesto dudan, por otra parte, de que los crecimientos de productividad puedan ser más altos que los actuales. Dicen: “a la vez, es difícil ver crecimientos de la productividad mucho más altos que el 1.5%. Por ejemplo, en EEUU, la tasa más alta de crecimiento de la productividad en un ciclo completo entre 1966 y 1973, ‘una edad de oro’ de la productividad, fue un 2.2% anual”.

Esta frase traduce un desconocimiento de la evolución de la productividad en los últimos sesenta años. El crecimiento de la productividad en la mayoría de países en Europa fue mayor que el de EEUU durante el periodo final de la II Guerra Mundial a mediados de los años noventa, y ello como resultado de la enorme destrucción de las economías europeas y su necesidad de “catching up” con EEUU, y también, más tarde, por la utilización y desarrollo de las nuevas tecnologías, muchas de ellas basadas en la investigación básica realizada en EEUU. Asumir que el nivel de productividad de EEUU es el máximo que puede alcanzarse es profundamente erróneo y es resultado de la ignorancia de cómo ha evolucionado la productividad en los países capitalistas desarrollados. España está todavía muy retrasada, y por lo tanto, es más que probable que tenga mucho por mejorar. Su capacidad de “catch up” es considerable.

Otros errores por no considerar la variable productividad

Otro error que otros voceros de la banca hacen es que indican que resultado de una reducción del número de cotizantes por pensionista, las pensiones del futuro no podrán sostenerse. Esta tesis es equivalente a asumir que el descenso del número de trabajadores en el campo español (pasando de representar el 18% de la población adulta hace cuarenta años a 2% en la actualidad) ha representado un descenso del alimento producido en España. Hoy, se vería el ridículo que habían hecho cien economistas si, hace cuarenta años, hubieran indicado que, consecuencia de que habrían menos trabajadores en el campo en 40 años a partir de entonces, la gente pasaría hambre porque no habría suficiente alimento. Tal ridiculez estaría basada en la ignorancia de tales economistas, al no darse cuenta de que un trabajador ahora produce lo que 9 hacían antes.

Pues igual de ridículo están haciendo los 100 economistas cuando ahora están diciendo que, dentro de 40 años habrá la mitad de trabajadores por pensionista, ignorando que en 40 años, un trabajador sostendrá más del doble de pensionistas que ahora. Como hemos indicado Juan Torres y yo en varias ocasiones sería aconsejable que se hicieran cambios en el sistema de pensiones públicas, pero precisamente en sentido opuesto al que están proponiendo voces próximas a la banca. Entre estas medidas debería haber medidas que aumentaran la progresividad de las cotizaciones sociales y otras que hemos acentuado en estos escritos. No hay evidencia de que el sistema de pensiones públicas requiera una disminución de los beneficios para garantizar su sostenibilidad. Los argumentos que sostienen lo contrario no tienen credibilidad científica.

Vicenç Navarro es Catedrático de Políticas Públicas. Universidad Pompeu Fabra y Ex Catedrático de Economía Aplicada. Universidad de Barcelona

Fuente: http://www.vnavarro.org/?p=5114


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lunes, 27 de diciembre de 2010

DECLARACIÓN DE DIRIGENTES DEL P.I.E. SOBRE LA CUMBRE DE JEFES DE ESTADO DE BRUSELAS EN DICIEMBRE DE 2010

Declaración de Pierre Laurent, presidente del PIE, de María Matías, Maite Mola, Grigore Peetrinko y Alexis Tsipras, vicepresidente del PIE sobre la Cumbre de Jefes de Estado de Bruselas, del 17 de Diciembre de 2010.


Refundar la UE. Por una Europa al servicio de los pueblos


La resolución de la Cumbre de Bruselas del viernes 17 de diciembre de 2010, cierra el procedimiento de revisión simplificada del Tratado de Lisboa para facilitar la puesta en marcha del “Mecanismo europeo de estabilidad”, y poniendo a las economías nacionales bajo la tutela del BCE y de la Comisión. Dicho de otra forma, los principales dirigentes de los Estados Miembros aceptan la puesta en marcha de mecanismos de sanción dirigidos a integrar las economías en peligro de los países miembros en un sistema de vigilancia, de austeridad permanente y de precarizar su situación social. Una perspectiva tal no puede ser adoptada sin que los pueblos sean consultados y se pronuncien por la vía del referéndum.
El plan de salvamiento de la banca hace hoy pagar la crisis del capitalismo financiero a los pueblos, a los/as trabajadores/as europeos/as con políticas de híper austeridad, de descenso de los salarios, de incremento del paro y de la precariedad y de reducción drástica del gasto público, puesto en marcha por los partidos de derecha y socialdemócratas. El resultado de estas políticas es conocido: la UE ya más de 23 millones de parados/as, 80 millones de pobres y la disminución de la calidad de vida aumenta exponencialmente. La progresión sin precedentes del aumento de la pobreza afecta particularmente a las mujeres y a los sectores de la población más frágiles. Los/as inmigrantes son tratados/as de forma indigna y son víctimas de políticas regresivas vergonzosas.

Mientras que en Europa los/as trabajadores/as y los pueblos manifiestan explícitamente su rechazo de esta política de retrocesos, la Cumbre de jefes de Estado entre en una lógica de la ley del más fuerte que conduce a gravar las dificultades entre los pueblos y en cada uno de nuestros países.

Sacar a Europa, a sus pueblos, de la crisis brutal que sufrimos exige justo lo contrario: una política que relance la creación de empleo en nuestros países, la soberanía económica, política y financiera de los estados miembros y la activación de mecanismos de solidaridad.


Europa está en una encrucijada y el PIE, con más de 30 formaciones políticas entre partidos miembros y observadores de la UE quiere contribuir al desarrollo de resistencias y converger para parar lo que es una huída delante de los dirigentes políticos bajo el mandato del dinero. Mientras que los artífices del Tratado de Lisboa contribuyen a matar la idea europea, nosotros queremos darle el sentido de lo que sus pueblos aspiran.

Nos felicitamos y apoyamos la “carta abierta a Ángela Merkel y Nicolás Sarkozy para la tasación de las transacciones financieras” de 15 personalidades europeas, sindicalistas y pertenecientes a asociaciones y ONG’s. Promovemos también una reorientación del BCE para hacer retroceder el control absoluto de los mercados financieros.

El PIE quiere apoyarse en la iniciativa ciudadana, adoptada el 15 de diciembre por el Parlamento Europeo, para colocar en primer plano de debate público europeo, exigiendo la puesta en marcha de un Fondo europeo del desarrollo social. Un Fondo europeo de desarrollo social que al contrario del plan de estabilidad financiera, permitiera que los estados miembros invirtiesen en el sector público, en la investigación y la formación y a la construcción de infraestructuras útiles, sobre todo en el terreno del medio ambiente. El euro podría transformarse en un instrumento de cooperación monetaria entre los pueblos y servir para la creación y el reparto de la riqueza y que se cubran las necesidades sociales.

Es en la defensa y la conquista de los derechos sociales y democráticos, del poder de los pueblos de elegir su política económica y política que podremos abrir el camino de salida de la crisis actual. El PIE apoya y participa en todas las movilizaciones populares europeas, sobre todo en las huelgas generales, así como la que se hizo el 18 de diciembre en España.



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DOS EUROPAS

Dos Europas
Gerardo Pisarello · Jaume Asens · · · ·

25/12/10








Al cierre del 2010, todo indica que la Unión Europea ha abdicado de la tarea de construir de un proyecto social y democrático a escala continental para convertirse en su más enconada adversaria. El eje Berlín-París-Londres está consiguiendo imponer su pretensión de consolidar un mecanismo de rescate financiero condicionado a la aceptación de políticas de “austeridad” y de congelar hasta el año 2020 un presupuesto comunitario no mayor al 1% del PIB de los Estados miembros. Estas medidas sólo pueden comportar la profundización de un camino de servidumbre muy diferente al fantaseado por Friedrich Hayek. Como mínimo, para los países situados en la periferia de la actual UE, que se verían constreñidos a aplicar una serie de políticas suicidas para su propia recuperación interna, so pena de perder los fondos comunitarios y, llegado el caso, su derecho de voto en las instituciones europeas. Los impulsores de estas políticas son plenamente conscientes de su carácter anti-popular. Por eso pretenden trasladarla al mortecino Tratado de Lisboa a través de un procedimiento especial que exigiría el visto bueno de los parlamentos estatales pero que permitiría, al mismo tiempo, sortear los incómodos e imprevistos referendos ciudadanos. La deriva elitista y tecnocrática de la UE ha devenido así en obstinación. A excepción de algunas honrosas excepciones, las energías democratizadoras hoy existentes en el espacio europeo no provienen de sus instituciones. Más bien, radican en las voces que, de Atenas a París, de Dublín y Lisboa a Londres, Roma, Madrid o Barcelona, se están atreviendo, con enormes dificultades, a contestar este proceso en las calles, en los barrios, en los lugares de estudio y de trabajo, negándose a asumirlo como si de un irresistible designio divino se tratara.





Cuando el tsunami financiero proveniente de Estados Unidos se desplazó a Grecia, algunas voces optimistas pensaron que la Europa social llamaría a la puerta. Que la retórica a favor de un “gobierno europeo” se traduciría en un esfuerzo coordinado por establecer un centro redistributivo de ámbito continental, por convertir al Banco Central Europeo, a la manera de la Reserva Federal, en un emisor masivo de euro-deuda y por yugular, en fin, a unos capitales especulativos que amenazaban los fundamentos mismos de la integración. Sin embargo, los bancos golpearon primero y las instituciones europeas no tardaron en exigir medidas drásticas para reducir unos déficits públicos largamente disimulados o generados, como en el caso español, para licuar las deudas privadas de las entidades financieras.



El gobierno socialista de Papandreu decidió que la única manera de plegarse al mandato del directorio franco-alemán consistía en sacrificar salarios y pensiones y en aumentar los impuestos indirectos. Todo ello en un país que dedicaba un 3,6% de su PIB a gastos militares y cuya estructura fiscal era una de las más regresivas del continente. Con el aliento griego encima y la amenaza de unas agencias de calificación de deuda libres de todo escrutinio público, también el gobierno del PSOE optó por soltar el lastre de la retórica social utilizada durante los años de euforia inmobiliaria. El paquete de ajustes incluyó la puesta en marcha de ingentes ayudas a la banca, el estímulo a las fusiones y a la privatización de las cajas de ahorro y el inmediato sacrificio de derechos sociales y laborales de por sí débiles en comparación con los vigentes en la antigua UE de los quince. Ni una medida dirigida a limpiar y democratizar el sistema de crédito, poniéndolo al servicio de emprendimientos social y ambientalmente sostenibles. Ni una a dar respuesta al drama de las más de 350.000 familias afectadas por el fraude inmobiliario y las ejecuciones hipotecarias. Ni una a revertir la regresividad del sistema fiscal y atenuar, así, las desigualdades y la exclusión que están alimentando el crecimiento de la xenofobia y la extrema derecha. Nada que pudiera enviar una señal equívoca a unos mercados financieros bien dispuestos, en cambio, a especular sin rubor contra sus benefactores. Poco a poco, la debilidad y de la falta de coraje político de los gobiernos de la periferia europea se hizo evidente. Y los mercados no tardaron en cebarse con Irlanda y Portugal. Allí, la crisis también pasó la factura de haberse calzado demasiado pronto el corsé que supusieron la entrada en el euro y la asunción de los criterios de convergencia pergeñados en Maastricht.



Lejos de quedarse en la periferia europea, la fiebre del ajuste se extendió también al norte. Si en el sur los ejecutores han sido unas socialdemocracias desnortadas, que al desmovilizar a sus bases cavaron su propia tumba ante los especuladores, en el norte el protagonismo ha correspondido sobre todo a los gobiernos conservadores. Cuando estalló la crisis, algunos, como el de Nicolás Sarkozy, fueron los primeros en apostar tácticamente por “refundar el capitalismo”. Pero aquella consigna se reveló pronto como una mera cortina de humo, como una manera de ganar tiempo en un país que, ya desde las huelgas de 1995 contra los planes neoliberales de Juppé, cuenta con una sólida tradición de luchas en defensa de lo público. Consciente, sin embargo, de que la economía francesa no es la alemana, Sarkozy no tardó en aprovechar la coyuntura para cargar contra el sistema público de pensiones, imponiendo prácticamente sin debate parlamentario, la ampliación de la edad de jubilación. El recién estrenado gobierno de David Cameron no le ha ido a la zaga. A poco de asumir, entregó a los especuladores un 40% del gasto social, intentando hacer pasar como medida de racionalización administrativa lo que en el fondo constituye una nueva carga de profundidad contra dos de los pilares históricos del Welfare británico: la sanidad y la educación públicas.



Que estas políticas comportan un auténtico estado de emergencia económico, impuesto al margen o al filo de la legalidad vigente queda probado, en buena medida, por la manera furtiva en que los países fuertes de la UE han decidido reflejarlo en el Tratado de Lisboa. Lejos queda el tiempo en que, tras el rechazo francés y holandés al tratado constitucional, las clases dirigentes europeas planteaban la necesidad de un Plan B que acercara la UE a la ciudadanía y que perfeccionara los mecanismos de participación democrática. La idea, ahora, es precisamente la opuesta: evitar, a cualquier precio, referendos que puedan llevar el debate sobre el proceso de la integración a la opinión pública y acarrear resultados no queridos. Desde esta perspectiva, incluso la reforma del Tratado de Lisboa se presenta como un trámite engorroso. Engorroso pero inevitable, si se tiene en cuenta que son varias ya las demandas de constitucionalidad planteadas ante el Tribunal constitucional alemán contra el Fondo de Ayuda Financiera de 750 mil millones de euros aprobados el pasado mes de mayo sin discusión parlamentaria alguna.



A estas alturas, no es ningún secreto que el marco económico impuesto por la UE, sobre todo en la zona euro, está abiertamente reñido con la mejor tradición del constitucionalismo social y democrático de la que muchos estados miembros pretenden extraer su legitimidad. La crisis, en efecto, ha demostrado la extrema debilidad, cuando no la futilidad de protocolos, cláusulas sociales y cartas europeas supuestamente encargados de frenar la erosión de derechos arduamente conquistados. Pero no sólo eso: también ha forzado reformas regresivas y mutaciones en las constituciones formalmente vigente en los estados, sobre todo en aquellas más exigentes desde el punto de vista de su contenido social. Este es el caso, por ejemplo, de Portugal. Allí, el avanzado texto de 1976, aprobado tras la revolución de los claveles, tuvo que ser reformado en siete ocasiones, entre otras razones, para acomodarse a la horma monetarista y neoliberal de la constitución económica europea. Y ahora, no por casualidad, ha sido objeto de un nuevo embate a manos de la derecha conservadora, que ha impulsado una octava modificación con el propósito de devaluar el alcance normativo de derechos sociales básicos como los derechos a la educación y a la sanidad, públicos y gratuitos. Este fenómeno, en cualquier caso, también ha impactado en estados con constituciones sociales relativamente más débiles. Así lo demuestra la experiencia española, donde el propio tribunal constitucional tuvo que recurrir a una dudosa operación semántica para compatibilizar la “supremacía” del texto de 1978 con la “primacía” del derecho de la UE, y donde el Partido Popular no ha dudado en proponer la constitucionalización de la ausencia de déficit como una forma, precisamente, de europeizar el derecho interno.



Más allá de la cuestión de la legalidad, estas políticas estás revelándose, además, como un despropósito desde el punto de vista de su efectividad. No servirán para conseguir algunos de los fines que aseguran perseguir, como aplacar a las oligarquías financieras. Por el contrario, lo más probable es que desaten un espiral de recortes que ahondará el actual marco recesivo, empujará a algunos países directamente a la depresión y aumentará todavía más la exclusión social. Es más, si la desintegración y el dumping social no han ido ya más lejos, es, nuevamente, gracias a las protestas que, de manera embrionaria pero persistente, se han propuesto plantar cara a estas políticas y despojarlas de su aura de inevitabilidad. A diferencia de lo que podía ocurrir a inicios del siglo pasado, estas resistencias se producen tras décadas de políticas neoliberales, en un contexto de fuerte fragmentación social y sindical y con la extrema derecha al acecho. Lo cierto, empero, es que sin las huelgas generales griegas, francesas y portuguesas, sin la movilización, contra el miedo y el chantaje, de millones de trabajadoras y trabajadores, de parados, precarios, estudiantes y pensionistas de todo el continente, las perspectivas serían sin duda peores.



Los grandes grupos económicos y mediáticos y sus aliados políticos son plenamente conscientes de ello. Por eso, a pesar de la relativa debilidad de la respuesta social producida hasta ahora, han combinado el desdén por la misma con su criminalización preventiva. En Grecia, el gobierno no tardó en sacar a relucir el espantajo del manifestante terrorista y la represión pronto sumó en su haber varios muertos y centenares de heridos y detenidos. En Francia, Sarkozy lanzó los gendarmes a las calles para obligar a los manifestantes a volver a sus trabajos, y aunque algunos tribunales consideraron que la medida constituía una restricción ilegítima al derecho de huelga, la cifra de arrestados pronto superó los dos mil. Incluso en el caso español, donde el paro juvenil es ya del 40% y donde la protesta no fue ni la mitad de intensa que en Grecia o Francia, bastó que la huelga del 29-S tuviera más éxito del esperado para que la patronal, la derecha política y ciertos medios de comunicación la rebajaran a un ejercicio de vandalismo protagonizado por sindicalistas y anti-sistemas que pretendían acabar con el Estado de derecho.

En realidad, quienes buscan reducir la protesta social a actos aislados de salvajismo o de delincuencia no sólo tratan de despojarla de legitimidad. También intentan minimizar u ocultar la enorme violencia pública y privada que hay detrás de las políticas impuestas para afrontar la crisis. Y es que en el fondo, en el conflictivo escenario que se extiende por Europa en estos tiempos, dos proyectos se baten a duelo. Uno, el del ajuste y el despotismo financiero, lleva en su seno la semilla de un futuro lúgubre, capaz de convocar los peores fantasmas del populismo represivo, la xenofobia y el nacionalismo excluyente. El otro, el de la Europa movilizada en defensa de los derechos sociales y los bienes públicos, comunes, contiene en cambio la promesa de una alternativa igualitaria y democrática al desorden actual, dentro pero también más allá de las fronteras estatales. En ese contexto, el imperativo ético y político de los tiempos por venir no puede ser otro que preservar esta Europa indómita de la fragmentación, el enfrentamiento cainita y la criminalización. Y hacerle espacio. Y conseguir que dure.

Gerardo Pisarello es profesor de derecho constitucional en la Universidad de Barcelona y miembro del Comité de Redacción de Sin Permiso. Jaume Asens es abogado y ambos son miembros del Observatorio de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de Barcelona.




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domingo, 26 de diciembre de 2010

DE PARTE DEL SEÑOR MONARCA

De parte del señor monarca
Escrito por Hugo Martínez Abarca / Tercera información
Domingo, 26 de Diciembre de 2010 07:08

Si realmente el rey no ejerciera un cargo político a nadie se le ocurriría que diera cada año un discurso político (soporífero, pero político), del mismo modo que si España no fuera un Estado confesional a nadie se le ocurriría que lo diera en Nochebuena y con un belén detrás. El discurso, acordado entre la Casa Real y el Gobierno, es un intento de hacer pasar por neutras algunas valoraciones que no son neutras ni mucho menos, pero como las dice el rey y él no es un cargo político...



Este año, en cambio, no ha disimulado un discurso tremendamente discutible y parcial sobre la crisis. Vino a decir que ésta es una crisis como las que cíclicamente sufrimos quienes vivimos bajo el capitalismo (no lo expresó así, pero sí dijo eso) y que igual que hemos salido de otras crisis saldremos de ésta. Puede resultar comprensible que para la supervivencia de una institución como la suya sea imprescindible ansiar la máxima quietud o regresión política, cultural, económica y moral. Pero nadie puede negar que esta crisis es muchísimo más profunda que otras cíclicas recientes y no es en absoluto marginal la idea de que es una crisis de civilización y de modelo económico y político. Que no sepamos a qué nos va a llevar la crisis (dependerá de lo que hagamos) no impide tener claro que lo que habrá tras la crisis será cualitativamente distinto de lo que había antes. Difundir, como hizo el monarca, ese optimismo suave según el cual la crisis no es para tanto (es como otras) es una forma de contribuir al inmovilismo, a la resignación y a la espera a que salgamos de ésta como salimos de otras.

En esa misma línea ideológica, nada neutra, pusieron en el discurso del monarca un apoyo a las reformas económicas y antisociales que se están impulsando desde los organismos internacionales (en el discurso sólo se mencionaba a la inmaculada Unión Europea) y que está ejecutando entusiasta el PSOE con las ideas más duras del PP y los apoyos numéricos de CiU, PNV y CC. No sólo no es neutral esa posición, sino que es absolutamente ilegítimo usar a un cargo político que está al margen de todo control democrático para defender unas políticas contra las que ha habido una huelga general, puede haber otra en pocas semanas y que cuenta con la oposición de un sector muy amplio de la ciudadanía (por mucho que cuente con el apoyo de los partidos turnistas estatales y autonómicos).

Sólo dos cosas de las que dijo pueden estar sin problemas en su boca. Es a él a quien corresponde decir si abdica o no (en tanto en cuanto no consigamos echarle). Dijo que no pensaba hacerlo y me alegré: la sucesión será mucho más difícil para su hijo si no se hace en vida de Juan Carlos. La otra fue una confesión personal a la que le ocurría como a los papeles de Wikileaks, que aunque todos lo supiéramos no es lo mismo al verlo dicho por el protagonista: "No hemos llegado hasta aquí (...) para renunciar a nuestras ambiciones". Y si algo no le falta al hombre son ambiciones.

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Fuente:http://blogs.tercerainformacion.es/iiirepublica/2010/12/25/de-parte-del-senor-monarca/

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LA HERENCIA A LA QUE NUNCA RENUNCIARÁ CUBA

A qué herencia jamás renunciará Cuba


Roberto Herrera
Rebelión




Introducción

Con la caída simbólica del muro de Berlín en 1989 y la reunificación alemana en octubre de 1990, comenzó en Cuba un periodo de crisis económica que alcanzó límites jamás insospechados ni mucho menos previstos. La desintegración de la Unión Soviética en diciembre de 1991 provocó un cambio brusco en la correlación de fuerzas a nivel internacional y en la economía cubana. Aunque había muchos antecedentes de los cambios que se estaban llevando a cabo en la antigua Unión Soviética, relacionado con las pugnas intestinas en el partido comunista, y del interés del imperialismo estadounidense y sus aliados capitalistas europeos para incrementar la contrarrevolución, no dejó de ser una amarga sorpresa. ¿Quién podía imaginarse entonces que la Unión Soviética se derrumbaría aparatosamente de la noche a la mañana? El papel desempeñado por el dipsómano Boris Yeltsin y por Mijaíl Gorbachov, quien, además ha sido condecorado varias veces con múltiples galardones en el mundo occidental, entre ellos el Premio Nobel de la Paz, el máximo "reconocimiento político” de la democracia capitalista liberal, fue determinante y decisivo, en los meses previos al colapso.

Pero no sería correcto acusar a estos dos políticos rusos como los únicos culpables de la debacle de la revolución de Lenin. Ellos, ciertamente, como otros tantos políticos y cuadros de partido, por el hecho de haber estado en cargos de alta responsabilidad del partido y estatal y haber gozado de la confianza del pueblo, soportan en sus hombros la carga histórica de la derrota. Las masas populares tampoco tuvieron capacidad de respuesta para impedir el triunfo de la contrarrevolución. Al pueblo ruso le pasó lo mismo que a los tres bueyes y el león en la fábula del viejo Esopo. Las fuerzas enemigas de los pueblos que conformaban la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas lograron su victoria sin producirse tan siquiera un solo disparo. Mijaíl Gorbachov entregó la revolución socialista de octubre en bandeja de oro al capitalismo.




La coyuntura política-económica cubana de 1989-2006

El proceso revolucionario cubano se encuentra desde hace casi veinte años en una etapa difícil de desarrollo cualitativo y cuantitativo de las fuerzas productivas y de las relaciones de producción socialista. Para el observador foráneo, simpatizante, neutral o tendencioso, podría parecer a primera vista que el inicio de esta dinámica política-social-económica comenzó a partir de la renuncia del Comandante en Jefe de la Presidencia de Cuba en 2006.

Sin embargo, con los antecedentes históricos sucintamente mencionados en la introducción de este artículo, la economía cubana entró, a partir de la reunificación de las dos Alemanias, en un periodo de recesión y alcanzó su punto más bajo, a raíz del cambio brusco en los acuerdos comerciales con la Unión Soviética. Casi la totalidad de las relaciones comerciales de Cuba, desde la década de los sesenta, eran con la Unión Soviética y el campo socialista, lo cual evidenciaba la dependencia económica de la isla. Pero no había otra alternativa frente al bloqueo imperialista. Es decir, que los planes quinquenales se concebían sobre la base de las relaciones bilaterales comerciales, solidarias y de cooperación mutua. Como consecuencia de estos cambios, el combustible comenzó a escasear en la isla con las consecuencias directas en la economía del país: reducción de la productividad y la actividad laboral, disminución del transporte y servicios públicos, limitación de las importaciones, etcétera. Los cubanos se vieron sumergidos por causas exógenas en la vorágine de una “economía de guerra”, conocida como el “periodo especial”. Se podría hacer una lista de todos los bienes de consumo y alimentos que escasearon en Cuba, debido al desastre político en el campo socialista, pero baste sólo con afirmar, sin temor a equivocarme ni ser tildado de hiperbólico, que a los cubanos les faltó de todo, menos coraje, voluntad y valentía para salir adelante.

La Alemania reunificada no respetó los contratos comerciales que Alemania del Este había contraído con el Estado cubano, medidas que no se tomaron con otros países del finiquitado campo socialista que tenían relaciones comerciales con la República Democrática Alemana, como Polonia, Hungría, Checoslovaquia y la misma Rusia. El gobierno conservador alemán de Helmut Kohl, decidió unilateralmente cancelar todos los convenios vigentes entre Cuba y la RDA, sin escatimar los agravios y daños económicos que ocasionarían estas medidas arbitrarias a la débil economía isleña. Muchos eran los convenios firmados con carácter estratégico para la economía cubana, como la construcción de la planta de níquel de Camarioca en la provincia oriental de Holguín y la modernización de la industria de los cítricos, dos sectores importantes de la economía. El suministro de alimentos, como la leche y la manteca y una variedad de equipos técnicos-industriales, cesó de manera abrupta.

En este escenario crítico y desolador, el gobierno cubano tomó una serie de drásticas medidas de ahorro en todos los niveles, al mismo tiempo que abrió las puertas al turismo internacional como fuente de ingreso de divisas. Las calamidades y limitaciones que tuvo que experimentar y sufrir la sociedad cubana en general, y en especial los niños, pasaron desapercibidas para el resto de los gobiernos “demócratas” del mundo capitalista, a la vez que los medios de comunicación al servicio del imperio, informaban al mundo entero de la “hambruna” del pueblo cubano, la disconformidad social y la quiebra de la economía socialista, como si estos fenómenos fueran consecuencia directa del fracaso de las relaciones de producción socialista y del modelo cubano de desarrollo, ocultando cínicamente las causas primarias de la crisis económica cubana. Y para dar el tiro de gracias a la revolución cubana, el imperialismo estadounidense endureció más el bloqueo económico contra la isla con la ley Torricelli, promulgada por George W. Busch padre, en octubre de 1992, pero concebida un año antes, es decir inmediatamente después de la caída de la Unión Soviética, y la cual consiste en prohibir las relaciones comerciales de empresas subsidiarias estadounidenses establecidas en terceros países con Cuba y penalizar a los barcos que entren a puertos cubanos con propósitos comerciales, vedando la entrada a puertos de Estados Unidos o en territorios continentales o insulares bajo su influencia durante los 180 días siguientes a la fecha de haber abandonado el puerto cubano. Prácticamente conforme a esta ley, un aparato médico electrónico holandés que tuviera un minúsculo diodo, ¡uno sólo!, producido por una empresa suministradora española, pero con 0,0099 % de capital estadounidense no podía exportarse a Cuba, so pena de severa multa. Así de criminal y primitivo es el bloqueo del país más poderoso del mundo contra una pequeña isla caribeña, pobre y con muchas limitaciones. Una nación cuyo producto interno bruto (PIB) asciende a más de 14 billones de dólares estadounidenses (14x1012 ) contra un pequeño país cuyo PIB es de aproximadamente 0,1 billón de dólares (0,1x1012).

A partir del año 2000 y fundamentalmente después del intento de golpe de Estado contra el gobierno de Hugo Chávez Frías en Venezuela, comienza un acelerado acercamiento de la revolución bolivariana y la revolución cubana, que se expresa en una serie de tratados bilaterales políticos-comerciales. Cuba, que estaba contra las cuerdas, pero de pie y luchando por sobrevivir, recibió la ayuda solidaria e incondicional de la revolución venezolana, que sonó como campana histórica anunciando el cese del round y el comienzo de uno nuevo, ahora bajo otras condiciones. Cuba ya no estaba sola. Fidel, refiriéndose a Hugo Chávez, expresó lo siguiente durante su visita al Parlamento venezolano el 27 de octubre del 2000, dos años antes del intento de golpe de Estado: “…Nunca le he pedido nada. Jamás le solicité que mi Patria, criminalmente bloqueada desde hace más de 40 años, fuese incluida en el Acuerdo de San José; por el contrario, le ofrecí siempre la modesta cooperación de Cuba en cualquier área en que pudiese ser útil a Venezuela. La iniciativa fue totalmente suya. La conocí por primera vez cuando habló públicamente sobre el tema en una Cumbre de la Asociación de Estados del Caribe que tuvo lugar en República Dominicana en abril de 1999. Expresó también su deseo de que fuesen incluidos varios países del Caribe que no eran beneficiados por aquel acuerdo. Él ha sido puente de unión entre Latinoamérica y los dignos pueblos caribeños, a partir de su profunda identificación con el pensamiento de Bolívar…”

Resumiendo, podríamos decir que la revolución socialista pasó por dos etapas políticas-económicas desde la caída de la Unión Soviética hasta 2006. La primera caracterizada por el periodo económico de guerra (periodo especial) y la segunda, enmarcada en la lenta recuperación económica a partir del año 1997 y fortalecida con los convenios bilaterales con Venezuela. El debate interno a nivel político-ideológico-económico, tanto en la sociedad como en el partido comunista, tuvo su máxima expresión en el famoso discurso de Fidel Castro el 17 de noviembre del 2005. En dicha ocasión Fidel expresó, de manera explícita y en profundidad, las reflexiones históricas (causas y efectos) de la experiencia fallida de la Unión Soviética y el campo socialista y las consecuencias y repercusiones en la revolución cubana. Sus palabras críticas también implicaban el quehacer de la dirigencia revolucionaria histórica y de las nuevas generaciones en aras de corregir errores, rectificar caminos, fortalecer la unidad del pueblo y consolidar las relaciones de producción socialista.

La crisis financiera mundial del 2007 y las reacciones

Algunos especialistas en la materia sostienen que la crisis económica global del capitalismo tiene sus fundamentos en la estructura del sistema y otros afirman que se trata de una crisis cíclica, típica del sistema capitalista. Personalmente me inclino a pensar que se trata de una crisis esencialmente estructural. ¿Por qué? Porque la crisis fue global. Tocó tanto a los grandes centros del poder capitalista desarrollado, como a la periferia. China fue la excepción. Además, porque una estructura económica-financiera que sólo está orientada a obtener beneficios, ya sea para los inversionistas o los propietarios del capital, no puede responder a las exigencias de la sociedad actual. No se trata, pues, en el mundo moderno de que el capital invertido devengue opíparas ganancias en un breve lapso de tiempo, aumentando los beneficios netos a costa de reducir los costos variables, sobre todo reduciendo la mano de obra, sino de invertir a largo plazo en los sectores industriales, agrícolas y de servicios, que garanticen empleo fijo, de tal manera que la clase trabajadora pueda tener una vida digna y vivir en paz. Una vez más quedó en evidencia, que el capitalismo altamente desarrollado, vale decir imperialismo, se encuentra controlado por la gran burguesía financiera. Son los bancos y las instituciones financieras que van por el mundo ordeñando las economías nacionales. Cuanto más débiles sean éstas, más dependientes serán de la banca internacional y los fondos monetarios. Por otra parte, uno de cada seis habitantes del planeta está pasando hambre y lo que el mundo con urgencia necesita es trabajo, salud, educación y una buena alimentación. ¿Puede el capitalismo financiero resolver estos problemas existenciales de la humanidad? Definitivamente no. Porque con la especulación en la bolsa de valores y el agiotaje financiero no se genera desarrollo social ni económico ni cultural. Con los mecanismos financieros de explotación sólo se benefician los barones del gran capital.

¿Cómo reaccionó el capitalismo globalizado frente a la crisis?

En primer lugar, con la elaboración de “planes nacionales” proteccionistas, es decir la intervención directa del Estado en las actividades productivas de los países ricos, lo cual contradice el pensamiento neoliberal. Estas medidas keynesianas, tienen como objetivo principal incentivar el poder de compra del consumidor y estimular las inversiones. Tanto en los Estados Unidos como en Europa, los gobiernos pusieron a disposición fondos estatales para la constitución de “paquetes de rescate”. La industria del automóvil se vio seriamente afectada por los efectos de la crisis financiera y, como es conocido, alrededor de la industria automovilística giran otras ramas importantes de la industria química, metalúrgica, electrónica y motriz, y una vasta red de grandes, medianas y pequeñas empresas suministradoras de componentes, así como una enorme cantidad de pequeños subcontratistas repartidos por todo el mundo. Uno de los aspectos más importantes del paquete de rescate de la administración de Obama fue el fortalecimiento de grandes empresas como Ford, Chrysler y General Motors que cayó en la insolvencia. Lo mismo sucedió en Europa.

Al ciudadano de a pie del mundo, solamente le queda esperar y confiar en que los acuerdos de Basilea III [1], dados a conocer públicamente el 16 de diciembre pasado, se cumplan y respeten y que los estándares establecidos lleven a evitar mecanismos fraudulentos y manipuladores de los balances bancarios, como supuestamente sucedió en el caso del banco estadounidense de inversiones Lehman Brothers, el banco de América y otros más.

¿Quién financiará entonces la crisis financiera?

Según los voceros gubernamentales, el costo, tanto de los “paquetes de salvación” como los programas para estimular la demanda (sobre todo de coches) serán asumidos por los respectivos gobiernos, es decir, el Estado asumirá una deuda a pagar en el futuro. Sabido es que las deudas del Estado, al fin y al cabo, las paga el pueblo, ya sea con los impuestos, con la inflación o con la devaluación de la moneda. Y no se trata aquí de peanuts, sino de horrendas sumas de dinero. Huelga decir que las clases sociales con altos ingresos no se verán afectadas por el pago de la deuda. El peso financiero caerá sobre los hombros, como siempre, de las clases sociales más pobres y necesitadas de la sociedad capitalista. Y así pasan los días y el mundo desesperado pregunta: ¿hasta cuándo?

La reacción cubana

Y, ¿Cuba? ¡Que se la coma el tigre!, pensaron los enemigos de la revolución. Sí algún iluso por allí pensó que la revolución cubana se iba a quedar de brazos cruzados, esperando ver como la economía nacional sucumbía a causa de la crisis estructural del capitalismo globalizado, se equivocó. Muestra de ello son las diferentes reformas económicas que paulatinamente se han ido incorporando en los últimos años al modelo productivo.
La enfermedad de Fidel y el cese de sus funciones como Presidente de la República en 2006 le dieron un carácter diferente a esta coyuntura económica. Por todos es conocido el peso específico y determinante del Comandante en Jefe en la sociedad cubana y la repercusión e influencia política-ideológica en el proceso revolucionario. En este sentido, el gobierno y la dirección del partido se vieron enfrentados a una situación nueva en la isla: la ausencia de Fidel en el día a día político y la incertidumbre del desarrollo de su enfermedad.

En estos cuatro años de ausencia física de Fidel no sucedió lo que los enemigos de la revolución añoraban: No hubo muestra de luchas antagónicas dentro del partido ni fisuras que pudieran servir al imperialismo de punto de apoyo para meter la cuña contrarrevolucionaria como hizo en la Unión Soviética ni manifestaciones masivas en contra del gobierno. Y si hubo cuadros del partido que pudieron sentirse atraídos por los cantos de sirena del capitalismo, éstos fueron apartados oportunamente de sus funciones y de sus cargos. El imperialismo también trató de mostrar por todos los medios de comunicación, que existía una latente o evidente rivalidad entre Raúl y Fidel.

Para que no hubiera dudas de ninguna índole, el Comandante en Jefe expresó lo siguiente en el discurso de clausura del V Congreso del Partido Comunista el 10 de octubre de 1997: "... Esto se origina en tiempos en que todos los días querían eliminarnos y me querían eliminar a mí, en primer lugar. Ya desde entonces había la preocupación, en otras circunstancias, de la cuestión de la continuidad, la garantía de la continuidad de la Revolución, y bien meditado, realmente, y bien informado y bien convencido de las cualidades de los distintos compañeros, entonces mencionamos el nombre de Raúl…”

“…La vida nos ha deparado muchas satisfacciones y muchas emociones, mucha suerte, y digo realmente que ha sido una suerte para nuestro partido, nuestra Revolución y para mí que hayamos podido disponer de un compañero como Raúl, de cuyos méritos no tengo que hablar, de cuya experiencia, capacidad y aportes a la Revolución no es necesario hablar. Es conocido por su actividad infatigable, su trabajo constante y metódico en las fuerzas armadas, en el Partido. Es una suerte que tengamos eso…”

“…Pero el problema no es Raúl y Fidel…” "…Hay que garantizar cuando no estén ni Fidel, ni Raúl. Seríamos realmente unos irresponsables imprevisores si no pensáramos en eso…”

Más claro, sólo el agua cristalina del mar Caribe.

Planificando el futuro de la revolución

Si el VI Congreso del Partido Comunista se celebrará con nueve años de retraso no es por falta de negligencia del partido ni por vacilaciones o algo por el estilo, simplemente porque en todos estos años se han ido implementando medidas políticas-económicas de manera paulatina y dialéctica, de lo simple a lo complejo. El gran Caimán verde nunca duerme, tiene siempre los ojos en vigilia.

Dice el famoso proverbio que errar es de humanos, rectificar es de sabios. El filósofo idealista inglés John Locke, afirmaba que el error no se debe a una falla de la capacidad cognitiva, sino a la valoración o apreciación equivocada de un fenómeno cualquiera. Según Locke existen cuatro razones que inducen a una valoración o apreciación errada: 1) falta de pruebas; 2) falta de habilidad en emplearlas; 3) falta de voluntad para usarlas; 4) falsas medidas de la probabilidad.

La valoración del máximo dirigente de la revolución cubana con respecto a los fenómenos políticos-ideológicos y económicos que se dieron en su momento en la Unión Soviética y el campo socialista, antes y después de la debacle, fue acertada y rigurosamente interpretada, puesto que Fidel negó las cuatro premisas de Locke, como veremos seguidamente.

Acerca de la existencia de pruebas, Fidel mencionaba en la inauguración del IV Congreso del PCC en 1991 que: “…Ahora tenemos que atenernos a los hechos y, sencillamente, el campo socialista se derrumbó, Estados enteros fueron tragados por otros Estados, la clase obrera perdió el poder y se inició un camino de regreso al capitalismo. Los hechos reales son que en la Unión Soviética se ha producido prácticamente una debacle; los hechos reales son que en la Unión Soviética hoy no se habla de socialismo, se habla de economía de mercado; en dos palabras, las voces prevalecientes son voces en favor del capitalismo y del capitalismo más clásico…”

“…El hecho real tristísimo es que hoy en la Unión Soviética no hay un partido comunista, está fuera de la ley el partido comunista, ha sido disuelto por decreto. El hecho real es que la URSS se ha debilitado extraordinariamente y sufre grandes riesgos de desintegración. Esos son los hechos reales...”

“… ¿Es que podemos suponer que tales hechos reales no influyen en nuestro país? ¿O es que nosotros vivimos en otro planeta, o es que estamos en la Luna, o es que no vivimos en la Tierra? ¿Es que acaso se ha desarrollado la Revolución en una urna de cristal, independiente del resto del mundo y de los problemas del resto del mundo? ¿Es posible que podamos olvidarnos de eso?...”

Acerca de la habilidad en emplearlas comenta Fidel en la inauguración del IV Congreso: “…Ahora, es necesario que nosotros conozcamos esto, que -como se dice corrientemente- cada uno de nosotros interiorice esto, que cada uno de los ciudadanos interiorice esto -y qué trabajo cuesta la famosísima frase "interiorizar los problemas"-, y no que lo interioricemos sólo los cuadros, aunque los cuadros mismos tenemos que interiorizarlo. Es necesario que todos los ciudadanos lo interioricen, o el máximo de ciudadanos posible, porque sabemos que, desgraciadamente, hay ciudadanos que ni ven la televisión, ni oyen las noticias, ni leen el periódico, ni se enteran de nada. Esos los hay por ahí, ustedes se los encuentran, yo me los encuentro…”

“…Si no empezamos por esto, no estaremos enfocando bien los problemas, no estaremos elaborando bien nuestra estrategia, no estaremos enfocando bien la situación para enfrentarla, para superarla…”

Acerca de la voluntad para usarlas, dice Fidel:”… Es duro tener que hablar de estos temas, es mucho más agradable pintar cosas en el aire, hacernos ilusiones, endulzarle la vida a cada cual trayendo informaciones, noticias superoptimistas, agradables. Creo que nuestro primer deber como revolucionarios y como comunistas en este congreso, es analizar esas realidades…”

“…Muchas veces por razones diplomáticas, por razones de alta política o porque son temas que se están discutiendo, no exhibimos públicamente o no brindamos información detallada de las dificultades o de los problemas; pero creo que aquí, en este congreso, hay que hablar así, hay que hablar de cuáles son los problemas, cuál es la situación de nuestras relaciones económicas con la URSS y con los países ex socialistas de Europa en este momento, qué recibimos y qué no recibimos, cómo se ha comportado el comercio entre nuestros dos países, cómo se han comportado esas relaciones económicas, aunque no es agradable abordar el tema. “…Ese no es el problema, el problema es el que está en esta frase, cuál es la situación, qué hay que hacer para salvar la patria, la Revolución y el socialismo en estas excepcionales circunstancias…”

Acerca de las medidas de la probabilidad, “…les decía —comenta Fidel en el IV Congreso de 1991— que nosotros empezamos a trabajar temprano, tan pronto empezamos a vislumbrar esa tendencia, a acelerar los planes priorizados junto al proceso de rectificación, ya con ideas nuestras, conceptos nuestros, y así fue cómo elaboramos los planes basados fundamentalmente en el desarrollo de la producción alimentaria, el desarrollo de las investigaciones científicas y la aplicación urgente de esas investigaciones científicas, el desarrollo de la industria biotecnológica, farmacéutica y de equipos médicos, y el desarrollo del turismo que era un recurso que teníamos ahí disponible. Se empezó a trabajar, realmente, con todas las fuerzas en todos estos programas; desde luego, sin imaginar la celeridad con que la situación en los países socialistas y en la URSS se deterioraba…”

“…Nos percatamos de que una parte de los problemas que teníamos era como consecuencia de la copia de experiencias de los países socialistas, puesto que fueron los primeros y los que alcanzaron un enorme prestigio, no todo malo ni mucho menos, sería injusto decir eso. Siempre hay experiencias útiles en muchos campos que pueden utilizarse, pero desgraciadamente en nuestro país se cayó en una tendencia a la copia mecánica; todo lo que de allí venía era sagrado, todo lo que venía de allí era incuestionable, todo lo que estaba en un librito era indiscutible. Esa tendencia se desarrolló con notable fuerza -y lo digo sinceramente no con poco desagrado- por parte de algunos de nuestros compatriotas…”

Lo diáfano del discurso de Fidel demuestra la preocupación de la máxima dirigencia del partido con respecto a la dinámica política-social en la Unión Soviética y sus repercusiones en la revolución cubana. Es evidente que el diagnostico político-ideológico de Fidel que vino repitiendo en los últimos años demandaba la toma de conciencia y la implementación de medidas pertinentes para evitar que ocurriera lo mismo que en la URSS. Por eso sus palabras, reflexiones y preguntas en el aula magna de la Universidad de La Habana en noviembre del 2005 y corroboradas en noviembre de este año, estaban dirigidas a la juventud revolucionaria, es decir el futuro de la Patria.

Ahora bien, reconocer los errores ajenos a través de un proceso de análisis dialectico, implica irremediablemente aceptar los propios y rectificar el rumbo. Y esto es precisamente lo que la dirigencia del partido y las instituciones de gobierno han venido realizando en los últimos años. El apretamiento de las tuercas en el andamiaje estatal y del partido también tiene una dinámica dialéctica. Se trata de un proceso de concienciación e interiorización de las medidas necesarias, políticas-económicas, ideológicas y culturales para dar un salto cualitativo y cuantitativo hacia el futuro. Esto es, según mi punto de vista, lo que desde hace aproximadamente 23 años viene ocurriendo en la Isla. Los lineamientos de la política económica y social que se discutirán transparente y democráticamente en el VI Congreso del Partido, se enmarcan en este proceso de rectificación en el que se encuentra la revolución y que tiene como objetivos estratégicos el fortalecimiento del socialismo en Cuba y el aseguramiento del porvenir de las nuevas generaciones en una sociedad sin clases.

No cabe la menor duda de que en la sociedad cubana aún persisten los testamentarios del capitalismo, que se reconocen en el trabajo, en la calle y en el barrio por su comportamiento y actitud ética-moral, que no van de acuerdo con el ideario revolucionario socialista, con costumbres y valores heredados de la ideología burguesa. ¿Por qué tendría que sorprendernos que todavía haya ilusos que creen en los cantos de sirena del capitalismo? ¿A qué herencia jamás renunciará Cuba?

El Comandante en Jefe reflexionaba en el IV Congreso de 1991 sobre lo que sucedería en el caso que la contrarrevolución triunfara en Cuba y se regresara al capitalismo. Sus preguntas siguen teniendo, hoy más que nunca, validez histórica:

¿Qué quedaría de todo lo que ha hecho nuestro pueblo en estos 123 años? ¿Qué quedaría de las viviendas y edificios que la Revolución entregó al pueblo, cuando vinieran sus dueños a reclamarlos? ¿Qué quedaría de las tierras que les dimos a los campesinos individuales, a las cooperativas o a los obreros de las empresas agrícolas, donde adquirieron su condición de hombres por primera vez, de tener empleo todo el año, de seres humanos tratados con todos los derechos, con todas las oportunidades para ellos y, sobre todo, para sus hijos?

¿Qué quedaría de nuestras escuelas en el campo, de nuestros preuniversitarios, secundarias, escuelas deportivas, escuelas vocacionales, escuelas de arte, tecnológicas agrícolas e industriales?

¿Qué quedaría de nuestros 300.000 profesores y maestros, el país con más alto porcentaje en el mundo de profesores y maestros per cápita? ¿Qué quedaría de nuestro maravilloso sistema de salud, de nuestros médicos de la familia en las montañas, en el campo, en la comunidad, en las fábricas, en las escuelas?

¿Qué quedaría de nuestros círculos infantiles? ¿Qué quedaría de nuestras decenas de universidades creadas por la Revolución?

¿Qué quedaría de las decenas y decenas de cientos de centros científicos, muchos de ellos de vanguardia, que hoy nos colocan en un lugar privilegiado en el mundo? ¿A manos de qué compañía pasarían, para quién tendrían que trabajar todos estos que hoy derrochan su sudor y talento para ayudar a su pueblo?

¿Qué quedaría de la seguridad social, de la ayuda a cuanta gente está desamparada en este país, de los limitados físicos, de nuestras escuelas especiales, donde hay casi 60.000 estudiantes de escuelas de sordos, de mudos, de ciegos, de personas con retraso mental y de inválidos? ¿Qué quedaría de todo eso?

¿Qué quedaría de la dignidad y el decoro de cada hombre de este país?

Cuba ha dado al mundo, con su ejemplo, muestra de lo que un pueblo unido es capaz de realizar, incluso en las circunstancias más adversas. Ahora se trata de perfeccionar las fuerzas productivas y consolidar las relaciones de producción socialista, porque el socialismo no es la repartición igualitaria de la pobreza, sino la distribución de la riqueza producida por todo el pueblo según el principio socialista de a cada cual según su trabajo y capacidades.

Las nuevas generaciones de revolucionarios cubanos heredarán el legado, tarde o temprano, de los que dieron su vida por la construcción de una sociedad sin clases, más justa y solidaria. Ésa es la herencia que han dejado miles de mujeres y hombres a lo largo de la historia de Cuba.

No tengo una bola de cristal ni soy Nostradamus, pero tengo la confianza y convicción de que el pueblo cubano seguirá adelante, conducido por la nueva generación de dirigentes revolucionarios y combatientes por el socialismo, cuando la dirigencia histórica revolucionaria ya no esté en el frente de batalla.

Esta es la herencia a la que jamás renunciará el pueblo cubano.

[1] Acuerdos de Basilea: http://bis.org/publ/bcbs189.htm

Blog del autor: http://robiloh.blogspot.com



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LA POLARIZACIÓN DE LAS RENTAS Y SU IMPACTO EN LA CRISIS

La polarización de las rentas y su impacto en la crisis


Artículos de Opinión | Vicenç Navarro | 21-12-2010 |
Leyendo la prensa, no sólo económica, sino general, uno se encuentra con algo que llama la atención por su paradoja. Por un lado vemos que desde la II Guerra Mundial hasta hoy, la riqueza en la mayoría de países de la OCDE (el grupo de países más ricos del mundo) ha ido creciendo. Y a pesar del bajón del PIB per cápita que varios países han experimentado durante estos años de recesión, es más que probable que para la gran mayoría de países de la OCDE, el PIB per cápita continuara creciendo, señalando así que la riqueza de tales países continuará aumentando. De esta realidad, uno podría concluir que el nivel de vida de la población crecerá en prácticamente todos los países más desarrollados económicamente.

Pero, por otra parte, leemos también artículos de grandes gurús económicos (la mayoría de persuasión neoliberal), que dicen que la gente tiene que ir haciéndose a la idea de que su standard de vida y el de sus hijos bajará. En realidad, a la juventud, tales autores le van insistiendo en que a partir de ahora su nivel de vida será menor que el de sus padres. Este mensaje se repite tanto y en tantos medios, que ha llegado a calar. Según una encuesta reciente, un 46% de jóvenes estadounidenses y un 42% de jóvenes europeos (el promedio de la UE-15) cree que su nivel de vida va a se menor que el de sus padres.


Nos encontramos, pues, en esta paradoja de que los datos objetivos macroeconómicos nos dicen que los países serán más y más ricos y, en cambio, la población, y muy en especial las clases populares, serán cada vez más pobres. Y se moviliza toda una campaña mediática para hacer que las poblaciones acepten reducciones de su bienestar, tal como estamos viendo estos días, en que la palabra más utilizada por los estados en sus políticas económicas y sociales es, precisamente, “austeridad”. La frase de moda en círculos económicos y mediáticos es que “nos tenemos que ir acostumbrando a que el futuro no será como ha sido el pasado”. Lo que es también interesante de subrayar es que pocas voces se preguntan en los mayores medios de información: ¿y por qué no? El hecho de que no muchos hagan esta pregunta lógica, es porque ello llevaría a tocar temas conflictivos, evitados en la narrativa oficial de la mayoría de estados, como son la explotación del mundo del trabajo por el mundo del capital y la consecuente concentración de los recursos generados por el primero. Estas son expresiones que se ven de mal gusto en la placidez de la narrativa oficial de los círculos políticos y mediáticos de los estados. Utilizar términos como “explotación” ya levanta muchísimas ampollas e inmediatamente se genera toda una serie de respuestas encaminadas a definir al autor que lo utiliza como un ideólogo, sospechoso de demagogia (un término que las derechas utilizan con gran frecuencia de forma acusatoria) con fines agitacionales que interfieren en aquella placidez del discurso oficial. Su dogma lleva a estigmatizar a todos los que no comulgan con sus creencias, ignorando, marginando y sancionando con el silencio a los heterodoxos. La Inquisición Económica es casi peor que la Inquisición Religiosa, aunque tienen mucho en común.

Veamos, sin embargo, los datos. Y me permitirán referirme a datos de EEUU, porque es el país que tiene datos más creíbles y extensos sobre este tema. Y para entender cómo ha ido evolucionando la creación de riqueza y su distribución, hay que analizar la evolución de la productividad laboral y la distribución de las rentas. En EEUU, la productividad por hora trabajada ha ido creciendo más rápidamente que el salario horario desde 1995. Y desde 1999, el crecimiento de tal salario ha descendido notablemente, mientras que el crecimiento de la productividad ha continuado creciendo.

Si la producción continúa creciendo y en cambio los salarios crecen poco o están estancados, nos tenemos que hacer la pregunta ¿a dónde van las rentas generadas por el incremento del producto, si no van a los salarios? Y la respuesta es, que van a la clase empresarial y a la clase financiera, que guarda y especula con estas rentas. El porcentaje de las rentas nacionales derivadas del trabajo ha ido bajando y bajando en EEUU y en la mayoría de países de la UE-15 (incluyendo España), mientras que las rentas del capital han ido creciendo y creciendo. El último ha ido absorbiendo más y más renta a costa del primero. Dentro de las rentas del trabajo, la masa salarial es la que representa el porcentaje más bajo de la renta nacional (45%), desde que se recogen en EEUU estadísticas sobre este dato (1945). En realidad la situación de los asalariados (aquellos cuya productividad ha continuado aumentando) está muy deteriorada. Según datos del Economic Policy Institute, de Washington, el 44% de las familias en EEUU han estado afectadas por el desempleo o por una reducción obligatoria del tiempo de trabajo y/o reducción salarial, y el 46% de la población que ha estado desocupada, lo ha estado durante más de seis meses. Y sumando a la cifra de desempleados la de los trabajadores que han abandonado la búsqueda de trabajo por su enorme dificultad para encontrarlo, resulta que la cifra de desempleo llega al 18% de la población activa. Estas condiciones de deterioro del mercado de trabajo ejercen una enorme presión a la baja de los salarios.

Los costes humanos de esta situación son enormes. Cada crecimiento del desempleo de un 1% (equivalente a 1.5 millones de trabajadores sin trabajo), origina un exceso de 47.000 muertes (26.000 infartos, 1.200 suicidios y 831 asesinatos). En realidad, el 57% de la población estadounidense indica que su salud ha estado afectada negativamente como consecuencia de la crisis. Enfermedades debidas al estrés han aumentado exponencialmente. El 67% de la población de las dos decilas inferiores de renta manifiestan estar especialmente estresadas, y así un largo etcétera.

¿A qué se debe que los salarios disminuyan y el desempleo aumente? La bibliografía científica que analiza estos hechos es larga. La globalización es una de las causas que se citan más frecuentemente. Según esta explicación, los puestos de trabajo se exportan a otros países, o los países importan inmigrantes que aumentan el “pool” de trabajadores y que, por su condición de inmigrantes, aceptan salarios más bajos. Otras explicaciones son de carácter demográfico, atribuyendo los cambios salariales a cambios en las estructuras familiares. Todas estas explicaciones son útiles para entender la realidad. Pero son insuficientes, pues no tocan todas las causas reales, las cuales son de naturaleza política. Lo que se presenta como causas son en realidad síntomas de un enorme desequilibrio de poder. El capital es enormemente poderoso y el mundo del trabajo es enormemente débil.

LA DISTRIBUCIÓN DE LAS RENTAS DURANTE LA CRISIS

Esta concentración de las rentas del capital a costa de las rentas del trabajo se ha acentuado todavía más durante la crisis. La destrucción de puestos de trabajo y la disminución de las horas de trabajo implica que, en ausencia del declive de la riqueza, es decir, del PIB (que en realidad ha ido aumentando a partir del 2009), la productividad ha aumentado sustancialmente. Este aumento de la productividad, sin embargo, ha repercutido casi exclusivamente en un gran incremento de los beneficios empresariales. Tales beneficios han aumentado un 57% desde el 2008 al 2010, un aumento sin precedentes en la historia económica de EEUU, mientras que los salarios han bajado un 2% durante el mismo periodo (Andrew Sum y Joseph McLaughlin “The massive Shedding of Jobs in America”. Challenge. Nov.Dec. 2010, pp 62-76). Estos beneficios se han acumulado como liquidez (cash), siendo depositados en la banca y en fondos de elevado riesgo (hedge funds), con lo cual, el capital financiero se ha beneficiado enormemente de esta situación. Según la agencia Moody’s, “el dinero no escasea en las grandes empresas. Nunca habían tenido tanto antes”. (Es importante subrayar que a mayor desigualdad, mayor es el tamaño del sector bancario en la economía de un país).

El crecimiento de la productividad, sin embargo, no ha repercutido en un incremento de los salarios. El elevado desempleo actúa como un gran freno en las reivindicaciones salariales. En realidad, esta es su función: atemorizar a la clase trabajadora, a la cual se le dice que tiene que acostumbrarse a tener un nivel de vida inferior. De ahí el énfasis en la política de austeridad. Ni que decir tiene que no existe nada inevitable en esta situación, pues responde a variables políticas. Si los sindicatos y las izquierdas fueran más fuertes, el crecimiento de la productividad repercutiría en un aumento de los salarios, y con ello de la demanda que facilitaría la recuperación económica. El hecho de que esto no ocurra se debe ni más ni menos a que el capital tiene mucho más poder político y mediático que el mundo del trabajo. Así de claro.

Fuente: http://www.vnavarro.org/?p=5112



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sábado, 25 de diciembre de 2010

CARTA DE MARCOS ANA EN EL UMBRAL DEL NUEVO AÑO

Carta de Marcos Ana

En el umbral de un nuevo año





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21:50h. del Jueves, 23 de diciembre
Tengo la inmensa fortuna y la alegría de vivir rodeado de numerosos amigos y amigas, así como de camaradas entrañables, con quienes comparto esta hermosa y dura lucha por un futuro mejor para España y para el mundo. A todos y todas quisiera felicitar personalmente, abrirles mi casa, tomar un café juntos y darnos un fuerte abrazo. Pero, pese a mi deseo, es materialmente imposible. Agradezco de corazón la felicitaciones que estoy recibiendo. Estoy seguro que sabréis excusarme y comprenderme. Y por eso, ante la dificultad de encontrarnos personalmente os escribo estas líneas, en el Andén del año nuevo que está a punto de llegar, para desearos a todos y todas lo mejor para el 2011. Que sea un año muy generoso con nosotros y que se cumplan en él todos vuestros anhelos, incluso vuestros sueños más imposibles. Que la justicia social proteja y ayude al bienestar de vuestros hogares, y que no os falte salud que es la base material de todo proyecto de vida y de futuro. Con esa esperanza y un fuerte abrazo os felicito.

Marcos Ana



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jueves, 23 de diciembre de 2010

IÑAKI GABILONDO ACALLADO: "LOS HOMBRES Y LAS MUJERES ESCRIBEN LA HISTORIA"

El cierre de CNN+, tras la entrada en PRISA del grupo "Liberty Adquisition Holdings", y el acuerdo entre Sogecable y Mediaset, propietaria esta de la berlusconiana Tele 5, ha significado el acallamiento de un periodista tan simbólico como Iñaki Gabilondo, que ha defendido a los sindicatos a contracorriente, y por cuyo programa han desfilado personajes de la izquierda y el progresismo.

Los trabajadores de la información de CNN+ han emitido un manifiesto de protesta, de lo que ha implicado una merma de la oferta informativa, y "una forma de acallar a una parte de la sociedad". Personalidades del mundo de la cultura y la comunicación, como Rosa Regás, Penélope Cruz, Juan Diego, Maruja Torres y Pilar Bardem, entre otros, han apoyado el manifiesto de protesta contra el cierre de CNN+.

Además, los Comités de Empresa del Grupo Sogecable han convocado una concentración el próximo martes 28 de diciembre a las 20,00 horas frente a la sede del Grupo Prisa, en la calle Gran Vía, 32 de Madrid para protestar por el cierre del canal.

La Asociación os ofrece un discurso de Iñaki Gabilondo, en el acto del pasado 13 de diciembre en Madrid, en el que recibió de Fernandez Toxo, secretario general de CC.OO., el premio "La Libertad de Expresión" de la Fundación 1º de Mayo.

Iñaki Gabilondo habla de la actual crisis, del brutal ataque a la democracia, a los sindicatos, por parte de una oligarquía todopoderosa. Sin embargo, como acaba diciendo, pese al desconcierto social la historia no está escrita, son los hombres y las mujeres quienes la escriben.






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LAS DESIGUALDADES MATAN

Las desigualdades matan
Daniel Raventós · · · · ·

19/12/10












[Este artículo podrá comentarse en nuestra página en facebook: http://www.facebook.com/pages/SinPermiso/106764166044474 ]

No es frecuente que un hombre mate a cuatro personas por haber sido despedido y parece que estafado [1]. Se me pide una opinión y, como economista y sociólogo, apuntaré algunas cuestiones.

Se repiten machaconamente unas obviedades según las cuales no todas las personas que están en paro matan, ni todas las que son pobres cometen asesinatos, ni toda persona que es humillada se venga. Lo sabemos. Pero más allá de estas trivialidades, es pertinente considerar que:

1) Algunos interesantes estudios (del epidemiólogo Richard Wilkinson, por ejemplo) muestran que las grandes desigualdades sociales producen mucho sufrimiento humano y un aumento de la delincuencia y los crímenes.

2) Las desigualdades sociales han aumentado de manera muy importante a lo largo de los últimos 30 años. Los ricos han llegado a concentrar una riqueza que nadie hubiera podido imaginar pocos años antes. Para concretar algunas cifras: la riqueza de las 91.300 personas, es decir, una por cada aproximadamente 75.000 habitantes del planeta, que en el año 2009 tenían en todo el mundo más de 30 millones de dólares (sin contar la primera residencia, los bienes consumibles, los bienes coleccionables, entre otras excepciones), suma 13'8 billones de dólares. Se trata de un PIB similar al de toda la UE. Son datos de Merrill Lynch y Capgemini, que prevén que en el año 2013 todavía los ricos serán mucho más ricos. No les irá mal la crisis, mientras que a buena parte de la clase trabajadora y a las eufemísticamente llamadas clases medias las golpea de una manera que provoca más paro, más precariedad y más pobreza.



3) Muy recientemente se han publicado nuevos datos de la pobreza en el Reino de España y en la nación catalana. Son conocidas: en Catalunya, una de cada cinco personas está por debajo del umbral de la pobreza.

4) En el año 2010 habrá un record de desahucios. Mucha más gente de la que ya hay ahora se quedará en la calle, pero seguirá debiendo mucho dinero a los bancos y cajas. La legislación española, a diferencia por ejemplo de la de EEUU, permite que una persona desahuciada por no poder pagar una hipoteca, aún siga debiendo al banco o caja parte del crédito no cubierto por el desahucio. El parlamento español rechazó recientemente que el desahucio de la vivienda pudiera saldar completamente la deuda hipotecaria.

Como apuntaba más arriba, seguiremos escuchando las habituales evidencias según las cuales no todos los pobres, los desahuciados y los parados matan. Y menos a cuatro personas cada uno. Si así fuera, cuatro millones de parados en el Reino de España se cargarían a 16 millones de personas. Lo sabemos. Pero más que repetir como loros lo que es evidente, quizás sería más interesante preguntarnos cómo podría hacerse un diseño institucional que simplemente garantizase la existencia social a todos los miembros de nuestra sociedad, que hiciese a la gente menos infeliz y desesperada.

Concretamente, además de enviar a la cárcel a los banqueros, como pedía recientemente el Nobel de economía Joseph Stiglitz, en defensa de la pura protección social, harían falta algunas medidas. Una pequeña muestra de algunas de tales medidas: una renta básica de ciudadanía que garantizase la existencia material de toda la población, una lucha decidida contra el fraude fiscal (más del 20% del PIB), un impuesto sobre las transacciones financieras, la recuperación de los tipos del IRPF y del impuesto de sociedades anteriores a las reformas fiscales regresivas de los gobiernos del PP y del PSOE de los últimos 15 años, un aumento de la imposición a las SICAV que permite a los muy ricos tributar porcentajes simbólicos, el restablecimiento del impuesto sobre el patrimonio. Son medidas que favorecerían a gran parte de la población perjudicada en los últimos años: casi toda, si exceptuamos a los más ricos.

Nota del t.
[1] El 15 de diciembre, Pere Puig mató a cuatro personas, dos de las cuales eran sus patrones, en la ciudad de Olot. El nuevo diario en lengua catalana cuyo primer número se editó en noviembre Ara, pidió un artículo al autor con motivo de este cuádruple asesinato. El artículo estaba incluido dentro de un dossier que llevaba por título "el crimen de la crisis".

Daniel Raventós es profesor de la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad de Barcelona, miembro del Comité de Redacción de SINPERMISO y presidente de la Red Renta Básica. Su último libro es Las condiciones materiales de la libertad (Ed. El Viejo Topo, 2007).

Traducción para www.sinpermiso.info: Roger Tallaferro




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miércoles, 22 de diciembre de 2010

"MARRUECOS HA PERPETRADO UNA MASACRE..." ENTREVISTA A AMINETU HAIDAR

«Marruecos ha perpetrado una masacre y no me resignaré hasta que se sepa toda la verdad». Entrevista
Aminatu Haidar · · · · ·

19/12/10








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Aminatu Haidar (El Aaiún, 1967) habló con Berria el día en que se cumplió un mes de la destrucción por Marruecos del campamento de Agdaim Izik. Respondió a las preguntas, desde su casa del barrio de Zemla del Aaiún, con tanta firmeza como sensibilidad. Quería ver con sus ojos lo que le contaban y ahora lo está difundiendo desde su país natal. Ha iniciado la investigación como presidenta del grupo de de defensores saharauis de los derechos humanos (Codesa) y dice que no se rendirá hasta que todo se aclare. Esta vez no ha tenido problemas para entrar en el Sáhara Occidental, a pesar de que en el aeropuerto se declaró saharaui. Hace un año le prohibieron la entrada por eso mismo y tuvo que hacer una huelga de hambre de 32 días en Lanzarote, acción con la que se convirtió en un símbolo de la resistencia pacífica.

Se ha cumplido un mes desde que destruyeron Agdaim Izik. ¿Cuál es la situación actual en El Aaiún?

La situación sigue igual. Hay detenciones a diario. Hoy mismo [8 de diciembre] han detenido a dos activistas y ayer [7 de diciembre] detuvieron a otros tres. La policía está registrando casas continuamente en búsqueda de activistas proderechos humanos y de jóvenes que actúan en la resistencia. El Aaiún está en estado de sitio, todavía hay muchos militares en la calle, sobre todo en los barrios saharauis, aunque muchos vayan vestidos de paisano. Los saharauis llevan un mes escondidos en casa, por miedo a salir a la calle. Los ciudadanos están atemorizados. Ahora tienen un doble temor, por un lado de la policía y, por el otro, de los colonos, que entran en las casas de los saharauis a hacer pillaje, robar bienes, amenazar, y no sólo aquí. En las ciudades marroquíes también se está acentuando el acoso contra los saharauis; han tenido que renunciar a llevar sus propias vestiduras, la melhfa y el darra, para salir a la calle. Eso está pasando en Rabat, Casablanca y Agadir. Las autoridades y la prensa marroquíes han avivado el odio en los corazones de los ciudadanos y a eso sólo se le puede llamar chauvinismo. Es una pena, porque los saharauis no tenemos nada contra los marroquíes; el problema lo tenemos con el régimen.

Ha empezado a investigar por su cuenta lo sucedido en Agdaim Izik. ¿Qué sabe hasta ahora?

Marruecos ha perpetrado una masacre y no me rendiré hasta que se sepa toda la verdad.
Por eso he vuelto. Estos días he estado recopilando información e investigaré todos los detalles. En este momento no puedo decir que haya habido genocidio, puesto que no sabemos a cuánta gente han matado ―hasta el momento sabemos de cuatro casos―. No sabemos cuántos hay en cárceles negras, hospitales militares y comisarías; en muchos casos, los familiares no han podido verlos; lo que sabemos es que, los que han salido, han sufrido todo tipo de torturas, en algunos casos también ha habido violaciones en el mismo hospital. Es increíble. Los abogados han dicho que los saharauis que han sido llevados ante los jueces presentaban signos de tortura y estaban en muy mal estado. Es terrible todo, no sólo lo que sucedió en el campamento, sino también todo lo que ha venido después. Parece que estemos en los años de plomo de Hassan II.

Se dijo que había fosas comunes. ¿Sabe algo de eso?

Como activista proderechos humanos no puedo confirmarlo ni desmentirlo; no tengo información al respecto.

Marruecos prometió que realizaría una investigación. ¿Ha hecho algo?

Ya no tengo confianza alguna en eso que dice Marruecos. En caso de que haga alguna investigación, será parcial, una investigación que tape totalmente lo que ha ocurrido en realidad y que sólo diga mentiras. Si la justicia marroquí no es independiente, ¿cómo lo van a ser las demás instituciones? Todas son corruptas y, por tanto, carecen de todo crédito para nosotros.

Has iniciado la investigación. ¿Tienes libertad de movimientos?

Sí, es sorprendente, pero es así. Tengo a la policía todo el día detrás, pero a distancia, no se me acercan ni me ponen trabas, pero eso puede cambiar mañana mismo.

Esta vez no le han puesto impedimentos para entrar en el Sáhara. El año pasado, en cambio, no pudo volver al país natal y por eso realizó una huelga de hambre de 32 días. ¿Cómo está de salud?

Tras los últimos sucesos me he debilitado, ya que me han causado gran dolor y mi estómago lo ha notado. El dolor todavía es grande, las consecuencias de la huelga de hambre no se han aliviado totalmente, pero, como decimos los saharauis, estoy bien. Sé muy bien que para obtener la libertad de nuestro país, para que reconozcan nuestros derechos, tengo que luchar, aunque a veces tenga que sacrificar cosas; ésa es una convicción muy seria en mí y del mismo modo que necesito comer, debo trabajar por mis convicciones. No me puedo rendir, ya que soy una mujer con principios. Mantengo la esperanza, puesto que la firmeza del pueblo saharaui es grande y la solidaridad internacional, amplia.

Durante estos días, las proclamas de guerra han sido mayores que nunca. ¿Estallará la guerra?

Marruecos está avivando la guerra civil entre los dos pueblos y eso puede ser malo. Y, por otro lado, es verdad que los jóvenes saharauis están llamando a la guerra y a los activistas proderechos humanos nos cuesta más que nunca calmarlos; les llamamos a la resistencia pacífica, pero no lo logramos, ya que hay mucha rabia, están acosados, también en las escuelas. Denuncio todas las acciones de violencia, también las de los saharauis, porque me duelen, pero la comunidad internacional es la única responsable de lo sucedido en el pasado y de lo que ocurra en el futuro.

¿Qué opinión tiene de la posición adoptada por la comunidad internacional en esta crisis?

Los saharauis somos víctimas de la hipocresía de la política internacional; otra vez ha actuado por intereses y su silencio me ha desilusionado. Ha pasado lo que ha pasado porque no existen mecanismos para defender los derechos humanos, y es inaceptable que no se realicen investigaciones independientes para aclarar lo sucedido. No denunciar a Marruecos es pura hipocresía.

¿Y de la posición española?

Ésa no me ha cogido desprevenida. Basta con recordar lo del año pasado. Fui víctima directa de esa hipocresía.

Entrevista realizada por Kristina Berasain

Aminatu Haidar es una activista saharaui proderechos humanos que lucha por la independencia de su país

Traducción para www.sinpermiso.info: Daniel Escribano




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