sábado, 4 de junio de 2011

SIRIA: EL LEVANTAMIENTO POPULAR CONTINUA

. Siria.
El levantamiento popular permanente
VS 0 | | sección: web | 02/06/2011
George Boustani

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El levantamiento popular en Siria ha entrado en su décima semana, a pesar de la represión brutal llevada a cabo contra los rebeldes y sus allegados. Según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con base en Londres, más de 1.000 civiles han muerto y más de 9.000 personas han sido detenidas y encarceladas durante estas pasadas semanas. Entre 1.000 y 5.000 sirios se han refugiado en el norte de Líbano, como consecuencia de la represión por el ejército y los servicios secretos en su región.

Las manifestaciones se han sucedido desde el 15 de marzo, reuniendo a sirios de todo el país. Estas manifestaciones han tenido lugar incluso en las dos ciudades principales, Aleppo y Damasco, incluso si allí eran un poco menos importantes que en otras partes y han quedado concentradas en las barriadas. Ha habido deserciones en el ejército, pero solo a pequeña escala, y algunos miembros del partido Baas han dimitido en diferentes ciudades, incluyendo Banias y Deraa.

El viernes pasado (20 de mayo de 2011) Mohammed Akram al-Tumah, un militante de 17 años, se ha inmolado, haciendo eco a la inmolación del joven tunecino de Sidi Bouzid en diciembre de 2010 que fue la chispa que desencadenó las protestas en todo el mundo árabe. Este fin de semana pasado las manifestaciones en Siria han reunido a decenas de miles de personas, y últimamente se han desarrollado también por la noche en varias ciudades.

En general, el presidente Bachar al-Assad ha tratado las protestas como formando parte de una conspiración apoyada por imperialistas extranjeros para impulsar un conflicto sectario (comunitario/confesional) en Siria y para debilitar la "posición de resistencia" del régimen sirio contra el estado de Israel. Las autoridades sirias han acusado a "pequeños grupos de terroristas armados" de estar en el origen de los disturbios, apoyados por salafistas y por potencias extranjeras, que habrían matado a más de 120 militares y policías. Siria ha expulsado igualmente a la mayor parte de los medios internacionales desde que las protestas comenzaron hace dos meses.




El movimiento popular incluye las diferentes componentes étnicas y confesionales del país. Las principales consignas cantadas por los rebeldes, "Con nuestras almas y nuestra sangre nos sacrificamos por tí, Deraa", o "El pueblo sirio es uno" muestran claramente que el movimiento ha desarrollado un sentimiento de solidaridad nacional y de identificación social que transciende las divisiones comunitarias. El grupo Facebook "La revolución siria 2011", que reúne actualmente a más de 180.000 miembros, ha condenado de forma repetida todo sectarismo y toda forma de discriminación entre los sirios, dando la primacía a la bandera nacional, contra las tentativas del régimen de pintar al movimiento de protesta como comunitario/confesional. El grupo de Facebook "La revolución siria 2011" ha incluso publicado el 24 de marzo un "código ético contra el sectarismo en Siria". Los organizadores han convenido igualmente nombrar las manifestaciones del viernes de la forma más inclusiva posible. Ha elegido así "Azadi" (libertad en kurdo) hace dos semanas, en el fin de semana de Pascua le han llamado "Azine", por el nombre del viernes santo de los cristianos (los cristianos de Siria llaman al viernes de antes de Pascuas el Gran Viernes).

Desde el comienzo del movimiento de protesta, éste ha sabido poner en evidencia las contradicciones del régimen, que está así perdiendo la mayoría de sus pretendidos aspectos positivos. Examinemos como pueden ser deconstruidos.

Siria, ¿un país socialista?

Las políticas de liberalización económica que comenzaron al comienzo de los años 1990 y fueron acentuadas y estimuladas desde la llegada al poder de Bachar al-Assad en 2000 no han sido beneficiosas ni para la economía del país, ni para el conjunto de la sociedad. No han beneficiado más que a una oligarquía estrecha y a algunos de sus clientes. Hoy, el levantamiento popular sirio sella el fracaso del proyecto del régimen: el partido Baas gozaba de una cierta popularidad, hace 30 años, cuando ofrecía un avance social en las regiones rurales y para las minorías religiosas, pero ahora no es ya más que una cáscara vacía. Los levantamientos que han tenido lugar en Deraa, así como en otras regiones rurales que constituyen el bastión histórico del partido Baas y del régimen y que no habían participado en las insurrecciones de los años 1980, muestran claramente este fracaso. Ciudades como Qamichi y Homs han participado también en el movimiento de protesta. Es incluso en Homs donde han tenido lugar las manifestaciones más importantes. Hace algunas semanas una enorme concentración tuvo lugar en el centro de la ciudad reuniendo durante algunas horas a unas 50.000 personas, antes de que fueran dispersadas por las fuerzas de seguridad que dispararon sobre la gente allí reunida.

La política de liberalización económica del régimen ha llevado al país a una situación socioeconómica cercana a la que prevalecía antes de que el partido Baas tomara el poder en 1963: el 5% de la población tiene más del 50% de la renta nacional.

La única componente que, por ahora, no se ha sumado al movimiento de protesta es la clase media de Aleppo y de Damasco. Si esto cambiara, el movimiento de protesta se vería considerablemente reforzado. Es probable que a pesar de las medidas tomadas por el gobierno y el Banco Central para facilitar el acceso al crédito o para facilitar los préstamos a las empresas, los costes económicos del levantamiento popular lleven pronto a la clase media a tomar conciencia de la importancia de efectuar reformas políticas. Sin embargo, hemos sido testigos de manifestaciones en las dos ciudades, y particularmente en el campus de la Universidad de Alepo, y hubo protestas el viernes pasado en Midan, un barrio tradicionalista de Damasco.

Siria: una mafia y un régimen clientelista

La llegada al poder de Bachar al-Assad restringió el círculo de quienes se beneficiaban del botín del régimen, que era distribuido más ampliamente bajo su padre cuando varios grupos ligados al régimen concluían negocios y ganaban los favores del estado. La estructura mafiosa del régimen sirio aparece claramente cuando se ve el papel jugado por dos personajes clave: Rami Makhlouf y Maher al-Assad.

El primero es un primo materno del presidente. Al comienzo del año, la revista World Finance le había presentado alabando su dirección visionaria y su contribución a la economía siria, declarando que este hombre de negocios constituía un símbolo del cambio positivo en su país, lo que muestra una vez más los lazos entre la dictadura y el neoliberalismo. Los rebeldes sirios, por el contrario, denuncian a Rami Makhlouf como un ladrón, un símbolo de la corrupción y de la opulencia en Siria. Y atacan a las tiendas de su firma de telecomunicaciones, Siriatel. Hijo de un antiguo comandante de la Guardia Republicana siria, Makhlouf controla actualmente cerca del 60% de la economía del país a través de una red compleja de holdings. Su imperio económico se extiende a empresas que van desde las telecomunicaciones, el petróleo y el gas hasta la construcción, pasando por los bancos, las líneas aéreas y el comercio al detalle. Es incluso propietario de la única firma de duty-free así como de varias escuelas privadas. Sus hermanos no le van a la zaga. Dirigen la fundación Shalish para las construcciones militares y la estructura que gestiona todos los contratos para las construcciones públicas como el proyecto de desviación del agua del Tigris para regar la región de Hassake, recientemente aprobado y cuyo coste está estimado en 2 millardos de dólares.

Al mismo tiempo, las desigualdades y las diferencias de riqueza no han hecho sino aumentar durante los últimos años. Las clases inferiores y medias no se han beneficiado verdaderamente del crecimiento económico. Al contrario, a menudo lo han sufrido. Las capas más pobres luchan por salir adelante en la nueva economía a causa de la insuficiencia de empleos, y la situación de la clase media se deteriora en dirección al umbral de la pobreza, porque los salarios no están indexados con la inflación, que ha aumentado un 17% en 2008.

El segundo personaje, Maher al-Assad es el hermano del presidente. Está a la cabeza de la guardia presidencial y de la 4ª División, que representa un tercio del ejército, equipada con carros de combate modernos, contrariamente al resto del ejército. Ha sido la principal responsable de la violencia de la represión contra el movimiento de revuelta. La 4ª División dirigida por Maher al-Assad con las fuerzas de seguridad siria han utilizado carros, armas de fuego y han procedido a arrestos en masa. El régimen ha transformado en prisiones y en campos de tortura estadios de fútbol y otros centros, innumerables apartamentos y casas han sido saqueadas sin base legal, unidades militares con carros y francotiradores han entrado y devastado las barriadas de Damasco y de Homs, así como Daraa en el sur, la ciudad costera de Banias y más recientemente la ciudad de Tall Kalakh, cerca de la frontera libanesa.

Se puede ahora constatar que el hecho de levantar el estado de urgencia no ha cambiado nada ni sobre el terreno ni en la naturaleza de la represión, que continúa siendo violenta. En realidad el final del estado de urgencia no tiene ningún impacto sobre el comportamiento del régimen, porque en 2008 el presidente Assad extendió la inmunidad judicial a todas las ramas de los servicios de seguridad sirios por un decreto presidencial que no será afectado por el levantamiento de de las leyes de urgencia.

Estos dos personajes constituyen símbolos de la estructura mafiosa del régimen, que es, como se puede ver, lejos de ser "socialista". Maher al-Assad está en la dirección de la Brigada más importante y mejor equipada del ejército y protege pues al presidente, mientras que Rami Makhlouf dirige la economía, y utiliza también el dinero para comprar la lealtad de las principales familias mercantiles de Siria.

Siria, ¿un estado "antiimperialista"?

La postura antiimperialista de Siria ha sido hábilmente utilizada por la propaganda del régimen para aumentar su popularidad tanto en el interior como en el exterior del país. Pero entonces, ¿porqué Occidente e Israel temen de tal forma perder el régimen de Bachar al-Assad?

Las sanciones impuestas a Siria por la Unión Europea (UE) y los Estados Unidos comprenden congelación de haberes, prohibiciones de viajar y un embargo de armas apuntando a trece personalidades, entre ellas Bachar al-Assad. Sin embargo el objetivo tanto de la Unión Europea como de los Estados Unidos es frenar la violencia y empujar a Assad a aceptar un proceso de reformas, pero, como lo han repetido diferentes altos funcionarios, no obligarle a dimitir. La comunidad internacional ha adoptado una posición conciliadora y poco severa hacia Siria porque nadie quiere ver caos a las puertas de Israel, cuando ese régimen ha sido capaz de mantener las fronteras más seguras con Israel desde el establecimiento de una zona desmilitarizada en 1974. El estado sirio ha dado pruebas de pasividad en lo que concierne a la recuperación del territorio ocupado del Golan, y no se ha intercambiado ni un solo disparo, pero esto no le impidió aplastar a los palestinos y a los movimientos progresistas de Líbano en 1976, y participó igualmente con la coalición dirigida por los Estados Unidos en la guerra imperialista contra Irak en 1991.

En conclusión, el levantamiento popular en Siria continúa y proseguirá hasta que el pueblo sirio alcance sus derechos democráticos y sociales. Los rebeldes han rechazado el autodenominado "diálogo nacional" sugerido por el régimen mientras la represión y los asesinatos continúen, y sobre todo, mientras los presos políticos no sean liberados, y las concentraciones y manifestaciones pacíficas sigan sin estar autorizadas. Los sirios van a hacer de forma que su levantamiento popular sea permanente y no abandonarán la calle más que cuando hayan reconquistado sus derechos y su dignidad.

28/05/2011

http://alencontre.org/?p=2785

Traducción: Faustino Eguberri para VIENTO SUR.

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