viernes, 17 de junio de 2011

RUSIA: GRANDEZA Y MISERIA

Rusia: grandeza y miseria
Edmundo Fayanas Escuer | Profesor y licenciado en Historia
nuevatribuna.es | Actualizado 04 Mayo 2011 - 13:44 h. .Un año más, un numeroso grupo de amigos hemos aprovechado las vacaciones de Semana Santa para recorrer el mundo. Este año hemos ido a Rusia visitando las ciudades de San Petersburgo (Leningrado) y Moscú.

Unas maravillosas guías nos mostraron la grandeza y esplendor de San Petersburgo, con sus 630 palacios, el sorprendente Hermitage, tanto por su palacio de invierno como por su colección de pintura. El gran palacio de verano de Catalina, el otro palacio de verano de Petrodverest con sus impresionantes fuentes o la majestuosa catedral de San Isaac.

Nos contaron las grandezas del zar Pedro I el Grande que mandó construir esta ciudad así como las andanzas de las zarinas Catalina e Isabel I “la gastadora”. Cuando escuchaba la vida de estos poderosos, no paraba de recordar, el trabajo y el esfuerzo de millones de trabajadores rusos y su peaje en sangre de cientos de miles de obreros muertos en la construcción de esta ciudad, para que ahora la podamos disfrutar. Recordaba el proverbio africano que decía “hasta que los leones tengan sus propios historiadores, la historia de la caza siempre glorificará al cazador”.

Moscú es una urbe inmensa, una ciudad que nunca acaba y que ha sido tomada por los coches que producen atascos infinitos y que provoca que la vida en la ciudad sea muy incómoda, con mucho ruido y contaminación ambiental y necesitando largos espacios horarios para poderse desplazar. Es muy interesante el complejo del Kremlin y su plaza roja, la multitud de iglesias ortodoxas y no puede dejar de visitar el impresionante metro. ¿Qué decir del teatro Bolshoi?

Hay varios aspectos que me han llamado la atención. La primera y muy importante es la pobreza de su alimentación. Para entender esto hay que analizar y ver la realidad económica y social de la Rusia actual.

Ha perdido su independencia alimentaría, que sí tenía la URSS. El 50% de sus alimentos deben importarse y han dejado de cultivarse más de 35 millones de Ha. Sirva como ejemplo de la situación alimenticia en que viven los rusos es que su consumo calórico es un tercio inferior en el año 2009, del que tenían en el año 1991, año de la caída del mundo socialista. Su consumo de leche se ha reducido a la mitad. Nos llamaba mucho la atención la poca leche que nos presentaban para los cafés.

La talla media de los rusos ha descendido en estos 20 años 1,5 cm. El 15% de los ciudadanos rusos que van al ejército presentan signos de desnutrición. La capacidad física de los chicos ha descendido en este periodo un 18% y las chicas aún más.

Otro aspecto llamativo es la fuerza que está adquiriendo la iglesia ortodoxa. El culto está ganando día a día nuevos adeptos y es muy llamativa la profunda religiosidad que se percibe en la sociedad rusa, tanto en las capas altas como bajas. Es imprescindible visitar el monasterio de Serguei Possad (el Vaticano ortodoxo ruso) para poder entender este fenómeno religioso.


Da la sensación que la iglesia ortodoxa se está convirtiendo en el punto de encuentro unificador de los rusos, en un país frustrado por el fracaso de las ideologías, tanto socialista como neoliberal y país dominado por las poderosas mafias políticas, con personajes tan poco edificantes como los actuales mandatarios rusos.

Otro aspecto llamativo es la gran diferenciación social que ha producido este neoliberalismo ruso, llegando a extremos absolutamente escandalosos ¿Qué ha pasado?

La caída de la URSS supuso el fin de un gran imperio que sumergió a Rusia en un gran caos, todo esto bajo el mando de un personaje tan poco recomendable como Boris Yeltsin. Esta descomposición de la URSS produjo un caos social y económico de consecuencias dramáticas. Mientras, se intenta imponer una democracia de corte occidental pero autoritaria. Así como destruir todo lo que significara socialismo y planificación para acabar cayendo en manos del neoliberalismo depredador.

Para imponer el modelo neoliberal se planteó la privatización total de las empresas del antiguo estado soviético. Este proceso de privatización ha sido el mayor robo y saqueo jamás dado de las arcas de un Estado. Personajes mafiosos y sin escrúpulo alguno se han hecho con el control económico de sectores enteros de la producción o de empresas muy rentables del mundo del petróleo, gas, siderurgias, metales etc, con un coste mínimo.

Tras el saqueo privatizador, el Estado ruso ya sólo dispones de menos del 10% de la propiedad y en consecuencia tiene difícil estimular su aparato productivo. Así ha sido posible la creación de una elite rusa supermillonaria (Abramovich…), mientras que la mayoría de la población viven mucho peor que en la época soviética. Rusia es uno de los países con mayor tasa de multimillonarios del mundo y Moscú es la segunda ciudad con mayor tasa de estos.

La correlación de ingresos entre el 10% de los más ricos, frente al 10% de los más pobres era en el año 1991 de cuatro a uno, en la actualidad es de 41 a uno.

Rusia es el mayor exportador mundial de gas y uno de los primeros en petróleo. El coste de su gasolina es la mitad que en España. Los expertos consideran que la economía rusa depende excesivamente de las ventas de hidrocarburos. Rusia se ha convertido en la décima potencia mundial, pero su PIB justo llega al billón de euros anuales y está por debajo de España. El PIB ruso es dos veces inferior al de la URSS. Su renta per cápita ha caído a la mitad de la que tenía en el año 1991.

A lo largo de los veinte años de neoliberalismo ruso, el salario medio real se ha reducido casi en dos veces respecto a lo que se ganaba en 1991. Sus pensiones se han reducido dos veces y media y las becas de estudiantes se han reducido en siete veces.

La tasa de mortalidad es 1,5 veces superior a la de la natalidad, es decir es un país en regresión demográfica. Tiene un coeficiente de fertilidad de 1,49, parecido al de España, mientras que en el mundo es de 1,6. El 18% de la población femenina en edad reproductiva (siete millones de rusas) son estériles y cuatro millones de hombres también, según lo publicado por el centro de Ginecología de la Academia de las Ciencias de Rusia. Uno de cada cinco abortos se da en chicas menores de 18 años.

La esperanza media de vida de los hombres rusos, en el año 2011, es de 61,4, cuando en el año 1991 era de 64 años y en las mujeres de 73 años. Este dato demográfico ruso es inferior al de muchos países subdesarrollados. Los indicadores de mortalidad masculina provocada por el alcoholismo, drogas, asesinatos, suicidios están superando todos los récords.

Viajar a Rusia es imprescindible, para que se nos caigan a los occidentales muchos de los mitos que nos metieron respecto a este país. San Petersburgo es una ciudad inolvidable y que a lo largo de nuestra vida debemos de visitar. El mayor inconveniente se encuentra en que es un país que no está preparado para el turismo, lo cual dificulta su visita, aun así es muy recomendable.

Esperemos que pronto llegue un nuevo aire de libertad y de justicia social a este castigado país para que este pueblo pronto vuelva a sonreír.

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