Declaración del Partido de la Izquierda Europea (PIE) sobre la crisis
Partido de la Izquierda Europea / 18 jul 11
¡La Unión Europea será democrática, social y solidaria o no será!
Trevi, 16 de julio de 2011
La Unión Europea (UE) atraviesa estos días su peor crisis desde su creación. Esta crisis es parte de la crisis global, financiera, económica, social, ecológica y política que golpea con intensidad a todo el mundo, empezando por los jóvenes y las mujeres, para los que el futuro se presenta más negro que nunca.
Un nuevo periodo ha empezado en el que los capitalistas se preparan para hacer todo lo que haga falta con el fin de proteger sus intereses y no pagar por su crisis, hasta el punto de amenazar la democracia y querer doblegar a sus pies a todo el mundo. En Grecia, Portugal, España e Irlanda, los gobiernos con la connivencia de la “troika”- Comisión Europea, Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI)- organizan el hundimiento social e imponen a la gente brutales e ineficaces medidas de austeridad, privatizaciones y destrucción de los derechos sociales. Los ataques contra estos países y las campañas racistas contra la “gente vaga del sur” son inaceptables. La Izquierda Europea afirma una vez más su solidaridad firme con los pueblos afectados.
Esta ofensiva se está ahora extendiendo a todos los países de la UE a través del Pacto del Euro y de la “nueva gobernanza económica” que se empeña en destruir lo que queda del Estado Social y de los servicios públicos a la vez que comprimen los salarios y los derechos sociales. Los gobiernos están invitados a aplicar estas destructivas medidas y en caso de no hacerlo serán automáticamente castigados. Esta armonización forzada está destruyendo la idea de una Unión basada en las ideas de solidaridad entre los países y los pueblos europeos. Está llevando a Europa a un callejón sin salida de donde desaparecerá la perspectiva de futuro para la juventud.
Enfrentada a esta situación se está construyendo una resistencia creciente en todo el continente. Existe una urgente y apremiante necesidad de una alternativa expresada en las movilizaciones del movimiento de los “indignados” en España, Grecia y por toda Europa que piden democracia real y que el dinero sirva para satisfacer las necesidades de la gente. Las crecientes huelgas generales que se están produciendo y las movilizaciones que se dan en Grecia, España, Francia, Gran Bretaña y en otros países contra las reformas de las pensiones o en Portugal contra la precariedad, claman directamente por un cambio de rumbo político.
El PIE siempre ha criticado el modelo actual de construcción de la UE, por el que las instituciones y las políticas adoptadas siempre han estado al servicio de los intereses de las clases dirigentes de los Estados miembros de la UE, de los mercados financieros y de los bancos y no de los de la gente. El PIE siempre ha luchado contra las políticas de dumping fiscal y social, contra las desregulaciones de los mercados y contra las reglas impuestas por el BCE que están en el origen de ls deudas soberanas.
El PIE está a favor de otra clase de construcción europea. El ultranacionalismo y el eurochovinismo no conducen a ningún sitio. Las sucesivas llamadas a la “unidad nacional” hechas por la socialdemocracia, los conservadores y los liberales en muchos países tratan de reforzar el consenso alrededor de las soluciones neoliberales. Estas no son las soluciones. Ha llegado el momento de la solidaridad y de la refundación de la UE puesto que Europa será democrática, social y solidaria o no será.
La ambición del PIE es trabajar por la convergencia de luchas en Europa. El PIE llama a todas las fuerzas que resisten, sindicalistas, intelectuales, gente de la cultura, actores, o los movimientos sociales a construir en todos los ámbitos frentes de resistencia contra la austeridad con el fin de imponer como medidas prioritarias la satisfacción de las necesidades humanas y no las exigencias de las finanzas.
La ambición del PIE es construir la alternativa de izquierdas que dé perspectivas políticas a todas las luchas. El PIE propone por ello un debate alrededor de las siguientes propuestas.
Luchamos contra las medidas de austeridad y privatizaciones que solo son útiles para crear nuevos mercados y beneficios para los capitalistas. Los partidos pertenecientes al PIE han votado en contra de los diferentes planes nacionales de austeridad en la UE. Queremos defender, mejorar y desarrollar los servicios públicos con el fin de luchar contra las desigualdades. Nos oponemos firmemente al Pacto del Euro y la nueva gobernanza económica que pretende institucionalizar la austeridad en todos los países de la UE.
Exigimos auditorías públicas sobre las deudas públicas y sobre la reestructuración de la deuda a nivel europeo a través de la anulación selectiva de la deuda pública así como la ampliación de los plazos para los reembolsos y la facilitación de los pagos (para los fondos de pensiones y los depósitos públicos).
Luchamos para que las políticas monetarias y económicas estén al servicio de la gente. Con el fin de responder a la urgencia de la situación y evitar nuevas crisis así como construir un nuevo modelo económico en Europa proponemos cambiar el funcionamiento y las misiones del BCE. El BCE debe absorber urgentemente parte de las deudas nacionales públicas y emitir eurobonos. Debe usar así mismo su poder de emitir moneda para financiar proyectos, para crear empleo digno (en la industria, la investigación, nuevos modos de producción, etc.) y para defender servicios públicos nacionales y europeos.
En esa perspectiva el PIE aprovechará el proceso institucional de las Iniciativas Legislativas Populares Europeas para debatir y proponer a la ciudadanía europea la creación de un Fondo Europeo para el Desarrollo Social y la Solidaridad. Contrariamente a lo que establece el Fondo Europeo de Estabilidad nuestra propuesta indica que sus presupuestos se destinarán a financiar proyectos con criterios sociales y medioambientales. Este Fondo para el Desarrollo Social y la Solidaridad dispondría de los presupuestos del BCE, parte del presupuesto de la UE y los impuestos sobre las transacciones financieras y las rentas altas, con lo que se llevaría a cabo potentes inversiones públicas europeas al margen de los mercados financieros y con ello eludir a los especuladores.
El control público y democrático de los bancos y del sector financiero se debe imponer como un instrumento económico popular para la gestión de la economía, del crédito, de las inversiones, con tasas sobre las transacciones financieras y así evitar la especulación y favorecer proyectos que creen puestos de trabajo, salvaguarden los servicios públicos y sean ecológicamente sostenibles. Disponer de un medio financiero y crediticio público es crucial para conseguir todo esto. Ello incluye la perspectiva de nacionalizar la banca que está obteniendo sus beneficios a costa del desastre de la gente como ocurre con el Deutsche Bank.
Luchamos para conseguir una radical redistribución de la riqueza, un sistema fiscal justo que evite los déficits de los países y estamos por un sistema fiscal europeo con medidas para luchar contra el dumping. Contrariamente a lo que hacen las medidas neoliberales que aumentan los impuestos a las rentas bajas y medias nosotros queremos que los que más tienen y ganan así como los grandes beneficios del capital contribuyan más y que las transacciones financieras sean así mismo gravadas. Estos principios deberían armonizarse en la UE para así evitar la competitividad fiscal perjudicial a la gente. Estos nuevos recursos permitirían el incremento de los presupuestos de la UE y los nacionales y de esta forma convertirse urgentemente en instrumento para la reducción de desigualdades entre los diferentes países y poblaciones.
Exigimos junto con los sindicatos y la CES una igualdad en los derechos sociales y sus niveles. Ya está bien de competitividad entre los trabajadores que lleva a la reducción salarial y a la reducción de los derechos sociales y laborales. Queremos aumentos de los salarios en toda Europa, con igualdad entre hombres y mujeres y la creación de un Salario Mínimo Europeo que se dé por ley o por convenios colectivos, creado de forma progresiva tomando en consideración las diferentes situaciones individuales y nacionales. Queremos nuevos poderes para los trabajadores dentro de las empresas que permita que ejerzan influencia en la orientación y organización de su trabajo incluyendo el derecho al veto cuando las propuestas planteadas por la dirección impliquen especulación, reestructuración y deslocalización. Queremos instrumentos que permitan a los trabajadores luchar contra la precariedad en sus empresas y que favorezcan la seguridad en el empleo y el aprendizaje como principios fundamentales de la legislación laboral o de los convenios colectivos en los países europeos. Estamos por una armonización de las condiciones laborales “al alza” y así evitar el dumping social; ello se podría conseguir a través de la “clausula de país más favorecido” de forma similar a como reclaman las organizaciones feministas en relación con los derechos de las mujeres.
Queremos democracia real ya en Europa. Luchamos contra todo autoritarismo y represión en Europa tal como se está dando en toda una serie de países de la UE así como en la propia cúpula de la UE. La represión y la prevalencia de las instancias no elegidas tales como el FMI u otros que no están sujetos a control democrático tales como el BCE debe acabar. La participación popular en todas sus formas (debates públicos, iniciativas europeas, referenda, etc.) debe estar en el centro de todo mecanismo institucional europeo. Los poderes de todas las instancias elegidas incluyendo las locales, regionales, nacionales y europeas han de ser fortalecidos.
La democracia real a todos los niveles garantizará la responsabilidad financiera, la transparencia, permitirá la creación de puestos de trabajo, la consecución de los derechos sociales, la igualdad entre hombres y mujeres, la reducción de la pobreza, y la precariedad y el respeto de los derechos de los y las inmigrantes. La democracia puede abrir el camino para que se den todos los cambios sociales que la sociedad necesita hoy en día. Para que todo esto se dé los actuales Tratados europeos han de transformarse radicalmente sobre la base de las necesidades de la gente y de la democracia, por decisiones ratificadas por referenda, con el objetivo primordial de eliminar de una vez por todas el modelo neoliberal y así garantizar plena democracia.
De acuerdo con estos principios básicos y con los objetivos políticos planteados el PIE reafirma su interés por formar un frente europeo de resistencia y con alternativas capaz de cambiar radicalmente la actual correlación de fuerzas. El PIE estará al servicio de fuerzas deseosas de cambiar el actual modelo tales como los sindicatos o el movimiento de los “indignados”, estableciendo redes y contactos en todas las formas posibles incluyendo las TICs y los medios de comunicación alternativos. Apoyaremos y participaremos en todas las movilizaciones europeas y nacionales que sean convocadas por sindicatos o por movimientos de indignados tales como la del 15 de octubre así como las manifestaciones frente al G-20 en Francia en el 1º de noviembre.
Comité Ejecutivo del PIE
Trevi 16 de julio de 2011.
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