domingo, 21 de abril de 2013

Chéjov nos salvará, o mejor nos salvamos junt@s

Chéjov nos salvará, o mejor nos salvamos junt@s


 El nuevo montaje de La Xirgu Indie-air quiere arrastrarnos a la lucha


 

 " Las cuatro actrices durante la función. Ana Astorga, Patricia Jordá, Ana Adams y Carmen del Conte. Foto: Julio Castro."

Jueves 18 de abril de 2013

Julio Castro – laRepúblicaCultural.es


En esta ocasión, La Xirgu nos trae una idea muy distinta a lo anterior, aunque se mantiene la línea de trabajo de los últimos años, en cuanto a la manera suelta de hacer las cosas en escena, pero también en el estilo literario que su “dramaturgo de guardia” ha llevado a cabo.
Estamos tocando fondo en esta crisis política y social, pero tenemos que comer, y la economía que nos han dejado, no permite vivir precisamente bien, así que, mientras alguna se dedica a llevarse pequeñas cosas de las casas para sobrevivir, otras pegan la patada a la puerta de la casa que no le entregan. Ahora tenemos a tres chicas que buscan su sitio, para compartir, más una que busca algo más básico. Y mientras el personaje de Patricia Jordá se cuela en un domicilio para llevarse un ordenador portátil, la habitante de este piso (Ana Ádams), llega con sus dos amigas (Ana Astorga y Carmen del Conte) para enseñarles cómo está ocupando su propia casa.
Es una de las absurdas situaciones que aparecen en esta historia, que, por desgracia, no por absurdas son irreales. Y mientras se desata la furia callejera, y la gente se dirige a proclamar la República por las calles de nuestra ciudad, las autoridades engañan a la gente anunciando que los zombies recorren la misma para que no salga nadie.
El engaño de nuestros días se entremezcla en una historia de solidaridad entre la gente. Mujeres sin sitio para vivir, sin trabajo, sin comida, que comparten todo, lo bueno y lo malo. Y que a su vez son capaces de acoger a otros seres para darles cobijo o compañía. Desde el principio, lo crítico se mezcla con lo divertido y con lo absurdo, “No me interesan mucho los espíritus, me preocupan más las libertades”.




Los personajes toman decisiones valientes, no sólo las grandes decisiones personales y colectivas, sino las individuales, las que suman y hacen que se pueda sobrevivir y luchar sin esperar a que otros lo hagan por cada cual. Así que, el texto de Las tres hermanas, de Chéjov, se convierte en una ligera referencia de esta historia, por la valentía que quieren demostrar sus personajes, y que aquí, prometen ir más allá.
Encontramos en un mismo texto la mezcla de las cuestiones más comunes o las más frívolas de nuestra vida corriente, con las de esa lucha necesaria que tendríamos que acometer tod@s juntos. Así que el texto trasciende lo teatral y, sin duda, nos empuja a salir por las puertas del teatro después de los aplausos, para hacer aquello que podemos hacer: aquello que tenemos que hacer.
Seguramente, eso es lo que más echo de menos en este tipo de propuestas: que al terminar, la compañía no nos saque a la calle de la mano, para manifestar lo que de verdad pasa por nuestras cabezas y nuestros corazones, o para instalar esa guillotina en la Puerta del Sol. Aunque, sabiendo lo que hay, bastante valientes son muchas compañías jóvenes al adentrarse en el mundo del espectáculo, arriesgar y hacer propuestas nuevas y comprometidas.
El ¡Ay Carmela!, presente en el espectáculo, nos acompañará hasta casa (espero).

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