martes, 25 de agosto de 2009

La crisis en su contexto


Joaquin Arriola *

La crisis actual, es mucho más que una crisis financiera de dimensiones mundiales. Es el síntoma de agotamiento de los procedimientos puestos en marcha por el capital norteamericano a finales de los setenta-principios de los ochenta, para seguir captando recursos materiales y trabajo en forma de mercancías del resto del mundo, siempre a crédito. Y al mismo tiempo, y de modo más fundamental, plantea una cuestión clave, de cuya respuesta depende la perspectiva de salida de la crisis: ¿Cómo es que tras veinte años inmersos en la “nueva revolución industrial”, la productividad en los países desarrollados no crece, o crece muy poco? ¿Qué significa el estancamiento económico de largo plazo en los países centrales en medio de una revolución científico-técnica?

La crisis actual marca a su vez el final de un ciclo de hegemonía y el paso a una tercera revolución tecnológica, con la aplicación masiva de nuevos inventos y tecnologías para el desarrollo de las fuerzas productivas del trabajo y relanzar el proceso de valorización del capital. Estamos experimentando las consecuencias de una contradicción básica entre el desarrollo de las fuerzas productivas y las relaciones de producción capitalistas, contradicción que se expresa en estos momentos como estancamiento e incapacidad del capital para remontar su crisis sobre la base de una relanzamiento de la productividad, es decir de la capacidad de generar más plusvalía relativa.

Ciertamente, la tendencia a reducir la participación de los salarios en el valor añadido ha provocado dificultades añadidas a la relación del valor, y por eso la crisis se interpreta como una crisis de sobreproducción/subconsumo. Pero hay algo más, y ello está asociado no a la dinámica usual de funcionamiento del sistema, sino a los nuevos rasgos estructurales del proceso de producción asociados a la denominada “tercera revolución industrial”. Esta comienza a gestarse en los años cincuenta, y tiene dos componentes determinantes: la información como fuerza productiva y la vida orgánica como materia prima fundamental (las biotecnologías y los desarrollos de nuevos materiales, muchos de ellos compuestos de bacterias para modificar la conductividad de ciertos minerales). Estos dos rasgos determinan una creciente socialización del proceso de la producción y reproducción material que articulada desde la propiedad privada como norma de regulación social, y con el precariado como norma de gestión de la fuerza de trabajo, o de una parte de ella, genera sin embargo ineficiencia social y económica.

Casi toda esta tecnología se desarrolla después de la II Guerra Mundial. Es sobretodo a partir de la tecnología militar del Pentágono que la tecnología eléctrica es sustituida por la electrónica, en un proceso de cambio tecnológico en el cual la hegemonía es claramente de Estados Unidos, a pesar de su incapacidad de traducirlo en un desarrollo general de la productividad del trabajo. Uno de los datos más reveladores al respecto es el coste del tratamiento de la información, que se ha reducido de 1 dólar el tratamiento de un millón de operaciones en 1965, a 0,00000001 céntimos de dólar en la actualidad (citado en LÉxpansion, avril 2009).

Actualmente la más reciente tecnología de los lenguajes declarativos o simbólicos, persigue desarrollar máquinas que piensen por si mismas, ya que la principal limitación hasta ahora es que la máquina solo piensa a partir de la información que los programadotes le han introducido. Para superar esta situación, se están diseñando procesos de elección en los programas que se suministran a las máquinas. Esta nueva tecnología se ha aplicado a los procesos de trabajo desde hace tiempo. En un primer momento, la revolución tecnológica de la cadena de montaje se completó con la automatización de muchas fases del proceso productivo, que culminan con el despliegue de las máquinas de control numérico en los años cincuenta y sesenta y un nuevo impulso a la productividad. Posteriormente, los procesos de automatización parcial de los procesos de producción contribuyó a reducir las aglomeraciones obreras y la tecnología CAD-CAM a centrifugar la localización de los procesos de trabajo y al desarrollo de la fábrica mundial (descentralización productiva, ejército industrial de reserva mundial).

La cuestión de la crisis por tanto se sitúa no al nivel del desarrollo de las fuerzas productivas, sino de las relaciones sociales de producción capaces de traducir la ciencia y la técnica en un sistema de producción eficiente y compatible con la limitación de muchos recursos naturales. Un cambio de estructuras significa por tanto, en estos momentos, bastante más que pasar de producir naranjas y bares a producir software y productos farmacéuticos. Significa dar pasos significativos para suprimir el corsé de la apropiación privada del conocimiento, que se traduce por ejemplo en un sistema de patentes y de legislación sobre derechos de autor incompatibles con la transversalidad y apertura de los flujos de información.

Para traducir en desarrollo de las fuerzas productivas del trabajo las “nuevas tecnologías” se requiere un conjunto de relaciones sociales basadas en la participación y el aprovechamiento colectivo del saber, incompatible con la determinación a priori de la participación de cada individuo en el producto del trabajo social a partir por ejemplo de su diploma/certificado de conocimientos previamente adquiridos. Se trata por tanto de la socialización de la vida política y cultural como condición previa para dar un nuevo salto en el desarrollo histórico a partir del uso del saber social y del conocimiento de la naturaleza como fuerza productiva.

* Profesor de Economía de la EHU/UPV

Leer más...

jueves, 20 de agosto de 2009

HOMENAJE A PABLO ANTOÑANA


Masivo homenaje popular y cultural en recuerdo de Pablo Antoñana
Bernardo atxaga y sánchez ostiz , entre los que glosaron la figura del escritor
El Patio de los Gigantes se quedó pequeño para acoger a los asistentes, muchos de los cuales siguieron el acto desde la calle

fernando f. garayoa

pamplona. Con los sonidos de la txalaparta de fondo y los abanicos intentando en vano mitigar el calor reinante, arrancó ayer en el Patio de los Gigantes de Pamplona el homenaje al recientemente fallecido Pablo Antoñana.


El acto, al que asistieron cientos de personas de prácticamente todas las edades, fue coordinado exquisitamente por Javier Pagola, quien dio inicio al mismo con las siguientes palabras: "Me llamo Pablo Antoñana y nací en Viana, de Navarra. Mi oficio de traer el pan a casa, secretario de ayuntamiento. He sido siempre un enhebrador de palabras, un buscador de trocitos de vida". Fue el emotivo comienzo de un homenaje organizado por un grupo de amigos del escritor, un homenaje popular que "no es un espectáculo, sino una reunión cívica para honrar y recordar a Pablo Antoñana", matizó Pagola. Una reunión a la que, bajo el título de En recuerdo y agradecimiento a Pablo Antoñana, dieron continuidad sobre el escenario Toño Muro y Xabier Eder, amigos ambos de Antoñana. El primero leyó un artículo del escritor publicado en Navarra Hoy en 1983, titulado Espejo Cóncavo, y el segundo desgranó otro escrito del autor de Viana denominado Confesiones. Tras ellos tomó la palabra Miguel Sánchez Ostiz, que ofreció un perfil íntimo de Antoñana marcado por los elogios a su personalidad y coherencia, destacando su soledad literaria y no exento de critica: "Todavía no se cómo el Gobierno de Navarra no ha pagado a algún catedrático de la Universidad de Zaragoza para comparar a Pablo Antoñana con Borges... No basta sólo con dar un premio y luego fumarse un puro".

Posteriormente, y después del primer intervalo musical, rindieron su particular homenaje Miguel Ángel García, de la Asociación Cultural Elgacena; y Sagrario Alemán, en cuya intervención, la más emotiva de la tarde, recordó el paso de Pablo Antoñana, ya entrado en años, por el euskaltegi de Arturo Campión para aprender euskera. Roldán Jimeno tomó el relevo aportando una visión personal, recordó una fotografía de su infancia en la que Pablo Antoñana le sostenía en sus rodillas, y destacando las aportaciones como historiador del homenajeado.

La parte final del acto estuvo protagonizada por Alfredo Díaz de Cerio, que leyó una poema inédito de su padre, también fallecido, amigo del escritor; Pello Lizarralde, que entonó, en euskera, una conmovedora canción de cuna; y Bernardo Atxaga, que recitó un poema sobre Adán, "elegido porque Pablo era un hombre de una pieza, cuya rectitud le hacía parecer adánico".

El broche último lo colocó magistral y emotivamente la hija de Pablo Antoñana, Blanca, en representación de la familia, también presente en el acto (muchos de los oradores tuvieron palabras de elogio para su viuda, Elvira). "Mi padre huía de los homenajes, pero seguro que hoy estaría emocionado y agradecido".

Asistentes Entre los presentes en el homenaje se encontraba la alcaldesa de Pamplona, Yolanda Barcina ; el consejero de Cultura, Juan Ramón Corpas ; y el director general de Cultura, Pedro Lozano . También se pudo ver a Koldo Amezketa, de Nafarroa Bai , y al rector de la UNED, José Luis Martín Nogales . En lo que respecta al mundo de la cultura, entre los asistentes al acto se pudo ver a Juan Cruz Labeaga , historiador y amigo de Pablo Antoñana; Xabier Morrás , artista; José Ángel Irigarai , escritor, José María Domench , de la editorial Sahats; José María Esparza , de la editorial Txalaparta; Koldo Pla , de Txinparta; y Txema Aranaz ,Pello Elzaburu y David Mariezkurrena , de la editorial Pamiela. Tampoco faltaron a la cita el director de DIARIO DE NOTICIAS, Joseba Santamaría ; el profesor y escritor Pedro Lozano Bartolozzi , Carlos Martínez , de la Asociación de Familiares de Fusilados de Navarra; José Luis Mendoza , de Udalbide; Elena Aranguren , viuda de José María Jimeno Jurío; y Javier Zudaire (UNESCO Navarra). Entre los que siguieron el acto desde la calle se econtraban Patxi Zabaleta , de Nafarroa Bai; y Enrique VillarrealElDrogas , cantante de Barricada.



Leer más...