viernes, 8 de febrero de 2013

Están muy nerviosos. Es la hora....

Están muy nerviosos. Es la hora....


Carlos Martínez, Politólogo




“El dilema es claro, o se está con las fuerzas y las componendas del Sistema o se está por el cambio de régimen y esto, no se demuestra con palabras y apoyos, se demuestra con hechos, con la práctica política y la conjunción de los de abajo”.



Las contradicciones de Rajoy, los vaivenes de la Cospedal, la mirada melancocólica de la vicepresidenta Soraya, la insistencia de “El País” y “El Mundo”, la solemne cara dura y desvergüenza de Ana Mato. Todo ello y otras evidencias, tejen un negro panorama en torno a un Gobierno, que se está manifestando como inútil desastroso e ineficaz, excepto para reprimir las protestas populares,aplicar recortes sociales y laminar derechos fundamentales.



También digamos “mosquea” el silencio cómplice de CiU, el amagar y dar del PNV y la timorata reacción de Rubalacaba, que pide dimisiones, pero no elecciones. Todos ellos saben que su suerte y la del PP, es la misma. Esa es la explicación, esa y que “la gran coalición”, otea en el horizonte.





Me dicen algunos, elecciones ¿Para que? ¿Para que dimita el PP y gobierne el PSOE? Pero si el PSOE está todavía peor que el PP en intención de voto ¡¡Por favor!! El problema de sus nervios, es que ahora no tienen más recambio real que el pueblo y sus organizaciones y movimientos y eso les da pánico. Pero ojo, también a muchos progresistas les produce miedo. Es un momento de ser consecuentes, inteligentes y valientes.



En mi anterior articulo muchas personas creyeron ver que denunciaba una conspiración contra Rajoy. Que ésta existe es evidente, si no no se explican tantos datos, silencios y contradicciones -nervios al fin y al cabo-. Pero la CONSPIRACIÓN real, es contra las clases populares y la democracia. Algunos, los que manejan el Estado Español, insisto, al margen de los partidos, pues operan e influyen en todos las fuerzas sistémicas, en todo el espectro centro, centro-derecha, en que incluyo el grupo de Rubalcaba ahora, Zapatero hasta hace poco y Felipe Gonzalez siempre.



Personas poderosas que son, han sido, que manejan datos e informes, la banca y los palcos de los campos de fútbol de la Villa y Corte, son las y los que de verdad obligan a tomar decisiones, por supuesto conectados con los centros de poder financiero y por tanto político, todavía más contundentes de Frankfurt, Londres o Nueva York y lo hacen con la intención clara de ganar más dinero a costa nuestra. Gracias entre otras cosas a la estafa de la llamada de forma muy discutible “deuda de España”. También por dominar e imponer su forma de seguir haciendo negocio y para ello, con una democracia puramente formal y capitidisminuida, les sobra.



El PP, es el partido de la derecha y la extrema derecha. Del cacicato provinciano y de las clases medias católicas pre-conciliares, tan conservadoras como asustadas. UPyD, el partido confusión, en ocasiones con un discurso eficaz, pero en el fondo con más conexiones e ideas en común con la derecha de lo que parece. Es la cara supuestamente amable y justiciera del españolismo más rancio y del liberalismo más decidido así como del no cambio de régimen. Como mucho “su limpieza”. Siempre han apoyado medidas neoliberales en economía.



El PSOE no es consciente todavía de su gravísimo problema. Convertido en un partido sistémico más y sin alternativas radicales, como son las que ahora hacen falta. El PSOE además está atado por numerosas hipotecas con el régimen vigente del que es parte fundamental y por tanto, por más guiños que haga ahora en la oposición a sindicatos, desahuciados o paradas y parados, no es creíble ni lo va a ser. El PSOE que ha gobernado durante decenios, sin modificar jamás la legislación hipotecaria, ni impulsar una reforma bancaria, al revés ha privatizado y bancarizado las cajas de ahorros. Tampoco ha defendido jamás el patrimonio público en sectores estratégicos como la energía y la industria pesada. Ha privatizado, ha hecho recortes y a pesar de avances innegables en sanidad y educación, así como en pensiones y en materia de derechos civiles e igualdad de género, siendo cierto esto, siempre ha practicado una macro-política económica de derechas. No ha disminuido nunca el poder de la oligarquía financiera y del ladrillo, que domina el Reino de España. Además ha sido incluso ridículamente, cortesano y dinástico.



Cuando la representante de la PAH Ada Colau, en el Congreso, el martes 5 de Febrero, criticó duramente a los partidos sistémicos por su pasividad ante la Banca y el sufrimiento de los afectados en paro y exclusión, la portavoz del PSOE se sorprendió y molesto, pues el grupo socioliberal había cedido su turno para presentar la iniciativa legislativa popular. Esta señora, no entendió que la ciudadanía activa y movilizada, no confía ya en ese partido, por más gracias que haga. No son de fiar y su reciente pasado les avala, pero es que además, el derecho cívico a la denuncia y las luchas sociales son las que han permitido llegar al Congreso a pesar del PSOE la ILP contra la ley hipotecaria. La democracia actualmente, donde de verdad se está defendiendo, es en la calle y en las movilizaciones. Además si tan experta es la molesta diputada, ¿Porqué no iluminó con su sabiduría al Gobierno Zapatero? Por ejemplo.



Izquierda Unida y la Izquierda Plural, si bien conectan con las luchas y están en ellas, teniendo una larga trayectoria de oposición y numerosos de sus militantes están en los movimientos sociales, sindicales y críticos -al igual que lo están socialistas de izquierdas y antineoliberales- contemplo aún a riesgo de equivocarme y tal no percibo, que están un poco perdidas en la maraña institucional. Demasiado condicionados por el calendario parlamentario y excesivamente confiados, -se que no todos y todas-, por una subida en las encuestas de intención de voto, que a pesar de todo son claramente insuficientes para gobernar. Creo que por no hablar de SYRIZA, la amplia coalición de izquierdas griega- que evidentemente, no son- se pueden mirar en espejos más cercanos como el de Alternativa Galega de Esquerdas. Solo con una amplia Coalición cívica y antineoliberal podremos acabar con esta situación y gobernar. Gobernar, pues es lo que les hace falta a las clases populares. Gobierno y proceso constituyente, para cambiar el régimen corrompido y corroído que sufrimos.



Pero como gobernar será muy duro, pues habrán muchos y poderosos enemigos y dificultades, previamente hay que empoderar a las clases populares y trabajadoras y hacer del común de las gentes la alternativa. Un gobierno de progreso en el estado español: que audite la deuda y pida moratorias, nacionalice de verdad gran parte de la banca y derogue las contrareformas laboral y de la sanidad, el desempleo y las pensiones. Pera lo que deberá acometerse una profunda reforma fiscal y muy progresiva entre otras medidas como imponer la Tasa Tobin. Pues bien, ese gobierno o tiene un amplio respaldo popular y un elevado sistema de participación y co-decisión ciudadana o los poderes neoliberales españoles y europeos, lo harán fracasar en poco tiempo. Y esto a algunas personas de izquierdas, también les pone nerviosos. Se nota. Es más cómodo, el modelo andaluz, pero este, que por cierto no evita recortes y despidos públicos muy duros, no es posible trasladarlo al Estado y de fracasar, como fracasaría al no atreverse los socioliberales a enfrentarse a la contención artificialmente impuesta del déficit, abriría las puertas al fascismo.



Por eso ante la rotunda crisis política, moral, social y económica del régimen, no cabe más alternativa que la convergencia. El encuentro urgente de las fuerzas sociales y políticas, así como político-sociales, dispuestas a trabajar por la justicia, la igualdad, la libertad y la democracia y ponerse a trabajar y elaborar ya un programa común de las fuerzas populares de gobierno y cambiar esto, comenzando por la jefatura del estado. También una estrategia de confluencia y alianza con las fuerzas sociales y políticas de las izquierdas europeas. Sin olvidar un giro en política exterior.



Eso es lo que le pone nervioso al poder y al PP, que está posibilidad que existe, se dé. Que logremos agruparnos, no para echarlos sino para cambiar. El dilema es claro, o se está con las fuerzas y las componendas del Sistema o se está por el cambio de régimen y esto, no se demuestra con palabras y apoyos, se demuestra con hechos, con la práctica política y la conjunción de los de abajo.



Algunos dirán este escribe esto y se queda tranquilo. No. Los y las que me conocen saben que estoy trabajando activamente por lograr esa convergencia y por que nos encontremos, arremanguemos y pongamos manos a la obra.



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