lunes, 16 de julio de 2012

CRÓNICA DEL 11-J EN MADRID: LUCHA MINERA Y REPRESIÓN POLICIAL

Jornada de lucha minera y represión policial: Crónica del 11J


Los métodos de lucha social cambian y la represión policial aumenta. El control policial impide a los mineros acabar la Marcha Negra en el Ministerio de Industria, por la tarde las cargas continúan en Sol

España
Amelia Alvarado-Tercera Información
12-07-2012




Manifestación 11h. Colón-Ministerio de Industria:


Jornada de lucha minera y represión policial: Crónica del 11J


Los métodos de lucha social cambian y la represión policial aumenta. El control policial impide a los mineros acabar la Marcha Negra en el Ministerio de Industria, por la tarde las cargas continúan en Sol







España
Amelia Alvarado-Tercera Información
12-07-2012




Manifestación 11h. Colón-Ministerio de Industria:



La manifestación, convocada por CCOO y UGT, partía de la plaza de Colón. Ondeaban banderas de ambos sindicatos, también de IU, IA, Corriente Roja, UJCE, el movimiento 15M… y, por supuesto, banderas asturianas, de Castilla y León, Castilla-La Mancha, Aragón y Andalucía. Después de la emotiva marcha de la noche anterior, se preparaban para concluir su larga marcha en el Ministerio de Industria, con el objetivo de que atendieran sus peticiones.



La columna de 200 mineros avanzaba orgullosa y emocionada, probablemente les sorprendió la acogida del pueblo madrileño, poco acostumbrado a un movimiento obrero tan fuerte. Madrid estaba aprendiendo de ellos, les aplaudía y animaba a su paso, coreaba sus consignas, su “Santa Bárbara Bendita”, “Sí se puede!!”. “Esta es la lucha de la clase obrera”, etc. El cambio de tendencia en las manifestaciones se palpaba, las manos arriba ondeando del último año daban el relevo al puño en alto.



La marcha transcurría tranquila, pero al llegar al Ministerio de Industria nos encontramos con una barrera que impedía acceder a su puerta. Después de tantos días de marcha, y sin poder llegar a su destino, reaccionaron como probablemente lo hiciera cualquiera que ha perdido su medio de vida, y que se juega el pan de sus hijos. Ante un ataque tan bestial del gobierno la violencia se legitima, como defensa. Intentaron tirar la valla, lanzaron plátanos, verduras, y piedras, que cayeron sobre manifestantes, periodistas y policías, y estos reaccionaron.






La policía reaccionó como nos tiene acostumbrados, pero fue un paso más allá. Los bolazos volaban a la altura de la cara -ilegal-, pegaban con la porra a gente con las manos en alto (algo totalmente injustificable), no reparaban en si eran niños, ancianos o personas ajenas a la manifestación -contra la normativa de las fuerzas de seguridad-.El Paseo de la Castellana se convirtió en una auténtica batalla campal. El SAMUR atendió a 76 personas durante la protesta, entre ellos una niña, una mujer que, con la cabeza abierta y sangrando, era detenida por los antidisturbios, un fotógrafo con la cabeza abierta... El desconcierto, miedo y lluvia de bolas hizo que muchos heridos tardasen en ser atendidos, o que fueran los propios manifestantes los que lo hicieran.





Los autobuses de los 200 mineros y sus familias esperaban en el Paseo de la Castellana y prácticamente todos, entre lágrimas y gritos de rabia, subieron para regresar de vuelta a sus casas. Estaban tristes por el final, pero no dejarían de luchar, decían.



Manifestación 19.30h. Atocha-Sol



Esta vez, la organización convocante era la plataforma Hay que Pararles los Pies . El cansancio se notaba pero, a pesar de llevar tres manifestaciones en menos de 24 horas, había bastante gente y fue una manifestación muy activa, aunque rodeada de antidisturbios, pegados en cada pared de la calle atocha. La marcha transcurrió tranquila hasta Sol.



Allí, algunos mineros y familias de las cuencas mineras leyeron un comunicado denunciando su situación. Al terminar, la gente se quedó charlando en la plaza, como siempre, un grupo incluso empezó a cantar. Entonces, sin motivo aparente, de forma “sospechosamente” organizada y en menos de un minuto, los antidisturbios se pusieron los cascos y las lecheras rodearon la plaza.



Algunos, asustados, pudimos salir, otros no tuvieron tiempo y quedaron encerrados en la plaza, comenzó la carga. No discriminaban entre manifestantes y viandantes, personas que tomaban algo en una terraza de la cafetería, daba igual. ¿Por qué empezaron a cargar? Algunos dicen que tenían miedo de otra acampada, que “nos tenían ganas” después de la manifestación de la mañana…En cualquier caso, violencia policial excesiva e injustificada.







Algo está cambiando, parece que las batukadas, sentadas pacíficas, caceroladas, minutos de silencio y manifestaciones calmadas ha terminado. Ayer apenas se escuchaban lemas de “lo llaman democracia y no lo es”, fue mucho más aclamado el “Gui-llo-ti-na!!!!!” y “Esta es la lucha de la clase obrera”



•Foto portada de Alberto Fanego Díez

•Foto interior de Samuel Moreno

•Foto 2 tomada de Periodismo Humano

•Fotos 1, 3, 5 y 6 tomadas de Diario Público




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