lunes, 27 de septiembre de 2010

A LA HUELGA GENERAL: POR UNA RADICALIDAD DEMOCRÁTICA (III)

A la Huelga General: Por una radicalidad democrática (III)
Tercera y última entrega del ensayo sobre la Huelga General, su contexto y la actuación de la izquierda en él.



Reportajes | Pedro Mellado - Tercera Información | 27-09-2010 |
5. Socialismo o barbarie

Ante esto, a nuestra generación se nos plantea el reto de crear una alternativa socialista al fracaso manifiesto del capitalismo, de sus defensores y de los que han pretendido reformarlo. Ante la situación que se nos ha planteado, procede recordar el lema de Rosa Luxemburgo de Socialismo o barbarie, que se nos presenta como un hecho arrollador y una responsabilidad histórica. Se hace cada vez mayor la urgencia de instalar en España y en Europa un sistema que no se juegue a la ruleta la vida, bienestar y futuro de la humanidad, que no pretenda sin más excluirnos y agudizar las diferencias sociales existentes, y que no ponga en riesgo nuestro planeta y la propia existencia del ser humano.

Un país progresivamente depauperado y sin un, ya de por si escuálido, estado de bienestar en desmantelamiento, es la barbarie que sobrevuela España. Esa barbarie que nos han estado preparado y que hoy se está poniendo en marcha, es el mayor alegato a la necesidad objetiva del socialismo en nuestro país.

Mientras que el gobierno y sus voceros han decido ya el lugar de España en el mundo después de la crisis, nosotros tenemos la obligación de luchar por hacer llegar al grueso de la sociedad el impulso y las ganas de construir una alternativa entre todos. Frente al viaje obligado que nos han hecho emprender (con menos impuestos, menos regulación laboral y menos gasto público) hacia una España subdesarrollada que tenga que competir con China o Rumanía gracias al uso de mano de obra barata, nosotros tenemos que apostar por modernizar España y situarla al menos al nivel de Europa, haciendo de ésta una potencia de energía renovable y conocimiento puntero.

Frente al gobierno del recorte, los trabajadores necesitamos un gobierno con valentía. Porque al contrario de lo que la cúpula del PSOE y sus mecenas liberales pretenden que sea el mensaje, éste gobierno ha sido profundamente cobarde, postrándose de rodillas ante los mercados y haciendo el trabajo sucio a la derecha más radical. Un gobierno cobarde que prefiere ir a por los bolsillos de los jubilados, funcionarios y madres con familiares en situación de dependencia antes de poner coto a los inmensos beneficios de la banca. Un gobierno de pusilánimes que se han tragado su verborrea progresista a la primera que han venido mal dadas.

El triunfo de la huelga general y el avance de partidos anticapitalistas en las siguientes elecciones solo tiene sentido si es tan solo el primer paso de un proceso que culmine con la obtención del poder político por parte de la ciudadanía, y que éste poder político recupere a su vez el control del poder económico. Ese es nuestro compromiso, la conquista de la democracia arrebatando el poder que acumula una minoría para devolvérsela a la mayoría. Convertir a los ciudadanos en los poderosos de nuestra sociedad.

Tienen que ser los ciudadanos los que detenten en una sociedad democrática, y no políticos profesionales, el control político del parlamento. Es la única manera de construir una democracia que legisle y actué no en favor de los poderosos, hoy conocidos como mercados, sino que actué movido por el interés de los que son más, el interés de los trabajadores.

Si obtenemos estos primeros triunfos (la huelga general y el avance de los partidos anticapitalistas) los ciudadanos estaremos en condiciones de poder liderar un gobierno valiente y decidido en la lucha contra el fraude fiscal y la evasión de impuestos, que busque acabar con la impunidad de la que gozan en este país las rentas más altas no-asalariadas. Que no permita que operen en nuestro país empresas con cuentas en paraísos fiscales, paradigmas de éste robo organizado y legalizado al que llaman capitalismo.

Un gobierno que en lugar de privatizar las cajas de ahorros, destruyendo la naturaleza jurídica de una institución centenaria, cree una banca pública que redistribuya recursos dando crédito a las Pymes. Que haga de la representación política una responsabilidad y un sacrificio personal y no un privilegio, poniendo toda retribución económica que se obtenga como político al nivel del Salario Mínimo Interprofesional, para que la política deje de ser un negocio y se convierta en un servicio a la sociedad.

Un gobierno que ponga restricciones a las ganancias desmesuradas del empresariado, donde los consejeros de las grandes empresas que cotizan en el IBEX35 se subieron en 2009 un 14% su sueldo, frente a los modestos salarios (e incluso recortes) de los trabajadores de esas mismas empresas. Un gobierno que haga de las universidades públicas un polo científico que dote de competitividad a las pequeñas y medianas empresas a través de la investigación, creando una cultura donde la mejora de la empresa sea la innovación y no la reducción de sueldos y/o plantilla.

Un gobierno que se proponga el reto de conseguir para España la soberanía industrial y energética, que renacionalice Repsol, además de otros sectores industriales estratégicos, y se pueda crear en nuestro propio país toda la energía limpia que necesitamos, e incluso, poder llegar a ser exportadores de energía y de tecnología relacionada con las nuevas fuentes de energía. Un gobierno decidido a acabar con la temporalidad y el empleo precario que se pretende extender con la nueva reforma laboral, situando al trabajador en el epicentro de unas nuevas relaciones laborales que le permitan tomar decisiones que le afectan en su puesto de trabajo.

Un gobierno que conceda al trabajador la seguridad de ostentar el derecho al descanso digno después de toda una vida laboral, y que no juegue con el pan de nuestros futuros y presentes mayores, amenazando constantemente con subidas de la edad de jubilación y del tiempo de cotización. Un gobierno que, en definitiva, haga efectivos los derechos sociales reconocidos en la Constitución Española de 1978, como son los derechos a una vivienda digna y a un trabajo digno, que no sean derechos que se queden en simple papel mojado, ni mucho menos que sean objeto de comercio para los codiciosos.

En definitiva, un gobierno socialista conformado por ciudadanos comprometidos con su sociedad y cuyas aspiraciones sean la igualdad de hecho y no solo formal de todos los ciudadanos, la solidaridad entre ellos y los territorios que conforman el Estado; así como el derecho a la realización personal y colectiva de todos los que formamos parte de dicha sociedad. Que la ambición de unos pocos no frustre los sueños de todos.

Por último, me gustaría terminar con una cita de V.I. Lenin:

"Es preciso soñar, pero con la condición de creer en nuestros sueños. De examinar con atención la vida real, de confrontar nuestra observación con nuestros sueños, y de realizar escrupulosamente nuestra fantasía."

Bibliografía.

1 Conclusiones del debate “ConSumo Derroche”, en el marco del Simposio Internacional ’Pobre Mundo Rico’ http://descrecimiento.blogspot.com/...

2 Fayanás, Edmundo “El agua y el conflicto judeo-palestino” http://www.elinconformistadigital.c...

3 Iglesias, Marta “La guerra del coltán” http://www.rebelion.org/noticia.php...

4 Marra, Agnese “El litio vale mucho más que Bin Laden” http://www.nuevatribuna.es/noticia/...

5 Ruiz, Victor “Los resultados del sistema educativo español son anómalos en relación a los recursos aplicados” http://www.forumlibertas.com/fronte...

6 Rojo y Negro: El Senado endurece la Reforma Laboral: ningún derecho para lxs trabajadorxs http://www.rojoynegro.info/2004/spi...

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